Celebración

Siempre me enamoro de lo más difícil nunca de lo más fácil así soy yo aunque duela lo inalcanzable.

Elegancia está a tope, la tienda de Valeria por primera vez está abierta para público, y como a dicho Marin, Malú organizo la inauguración. 

Paredes cubiertos papel blanco con estampas doradas. Estantes blancos llenos de las almohadas, joyas temáticas, manteles y otros diseños creados por Valeria. Todos los invitados con la copa en la mano, platicando amablemente y admirando la tienda. 

A pesar de disfrutar en las conversaciones y a lado de Eduardo, Karla no pude dejar de mirar el ramo sobre la caja registradora. Ese ramo que a pesar de no ser el único en el lugar es el más impresionante y Karla sospecha porque. Alejandro sé dé su grupo de conversación con la sonrisa Karla hace a Valeria alejarse de la suya, llevándola por la mano. En un rincón a solas con la ligera música en fondo, Karla comprueba que nadie las escucha. 

-¿Qué pasa? (Preocupándose pregunta Valeria) 

-¿De dónde salió este ramo de ahí? (Apuntando con el dedo de la mano con la cual sostiene el vaso) 

Sorprendida Valeria, le responde - No lo sé, lo trajo a la mañana el mensajero. Me asustaste, ¿Fue solamente eso? 

-Mm (con la mirada sobre el ramo bebe un sorbo, pensando). 

-¿Qué pasa, Karla, que tiene ese ramo? 

-¿No vino con ninguna cartita? 

-Si, la tuvo. No fue nada particular y extraño. 

-¿No la firmo? 

-¿Quién? ¿Tú sabes de quién es? 

-Sospecho. (no quitándole la mirada) 

-¿Y qué no me lo dices?

-¿Qué dijo la carta? 

-Como ya te dije nada especial, más o menos fue la de felicitaciones.

-¿Me la dices o la guardaste? 

-¿Qué te pasa, que tiene ese ramo que te interesa tanto? (Sorprendida no deja de preguntar) 

-¿Me la das o no? 

-Esa bien, voy por ella (exhalando dice Valeria para alejarse hasta el registrador). 

Al volver se la entrega - Aquí tienes. (tomándola Karla) - ¿Feliz? 

Mirando la tarjeta de todos lados y leyendo lo que está escrito, Karla únicamente dice - Es increíble. (con una risa sarcástica) 

Regresado la tarjeta a su hermana Karla vuelve a lado de Eduardo, dejando a Valeria extrañada y con preguntas sin saber lo que a penas paso. 

Manejado a casa, Eduardo mira a Karla que no dijo ni una palabra en mucho tiempo, apoyada en la mano que está sobre la puerta del coche.

Poniendo la mano en su rodilla - ¿Qué te pasa? Llevas ya un tiempo pérdida ¿En qué piensas? 

-Felicidades por tu nuevo camino en vida. Qué sea increíble cómo tú. (Levantando la ceja, Eduardo la mira en momentos sin dejar de mirar también la carretera. Encontrándose con la confusión sus ojos Karla le va a explicar) - No sé si has visto el ramo en la registradora, pero a mí ni me sale de la cabeza. 

-¿Y qué tiene de partícula ese ramo, no era el único? 

-No, sin embargo, hace unos meses yo recibí uno de la misma florería. 

-¿Y? No comprendo que hay de extraño. ¿Si no es la única en la ciudad, pero para tanto? 

-Qué sé de una persona cuál está regular en esa floristería.

-¿Y ese es? 

-Fabio. 

-Fabio, el Fabio que los 2 sabemos. Fabio, mi hermano (sorprendido Eduardo enumera). 

-Si.

-¿Y como tú sabes de él y esa florería? ¿Cuándo te mando flores? (Extrañado pregunta) 

-Supongo que cuando visitó la casa. Porque me felicitó y agradeció por el trabajo. 

-No sé qué decir. No me lo espere de mi hermano.

-Yo tampoco. Como no me lo espere ahora.

-¿Y como puedes estar segura de que es él? 

-Yo no, sin embargo, tú si. (llevándole la pregunta con la ceja al aire, Karla le responde) - Podrías checar las cuentas (con una sonrisa de pedir). - Tú puedes mirar si hizo un pago a la florería. 

-Karla (dice su nombre en un tono de remprender). 

-¿Qué? (Pregunta en voz de inocente. Eduardo nada más se dedica negar con la cabeza y manejar) 

En su casa Eduardo no deja de pensar en las palabras de Karla y al ver Fabio a su lado no pude no llevar la mirada a él y de vuelta al no estar segura de si preguntarlo. 

-¿Has mandado flores a la inauguración? 

-¿Qué inauguración? 

-De Valeria, que fue esta tarde. 

-¿Y de dónde yo sabía eso? 

-No te hagas Fabio, que viste la invitación. 

-¿Yo sigo sin saber de qué hablas? 

-¿Cómo no sabes cómo Karla recibió flores de tu parte? 

-¿De dónde ahora sacas eso? 

-¿Estás negando y eso? 

-No, se la mandé, quise ser amable y de verdad que me gustó lo que hizo. 

Viendo que no conseguirá que confesara Eduardo decide dejar el tema. 

Fiesta sigue. Valeria se encuentran con sus amigos celebrando el éxito que tuvo la inauguración, llena de cumplidos y pedidos. 

En el fondo la música suena Yo Quiero de Jacob Forever. Al bailar Valeria choca de espaldas con alguien, no prestando mucha atención voltea la cabeza y pide disculpas volviendo a bailar con sus amigos. 

Fabio que está con un grupo de amigos sufrió de espaldas un golpe, volviendo a penas la cabeza para decir no hay problema. Mientras iba desviando la mirada a rabillo del ojo la atención le llamó la pulsera que llevaba la chica a espaldas de él. Levantando la cabeza por su cuerpo hasta la cabeza su humor cambio de uno que se pasaba bien al uno frustrado.

Para no arruinar la noche a sus amigos, Fabio se encaminó al baño, dónde saco su frustración frente el espejo. Salió y se fue hasta el bar pedir un nuevo trago. 

-Uf (escucharlo fue suficiente para que sepa que Valeria se dio cuenta de que se volvieron a encontrar. Pero para su sorpresa al volverse hacia ella la encontró de espaldas hablando con una chica, a todo parece que por primera vez "uf" no estaba para él) 

-¿Cómo pudo hacer eso? (Pregunta Valeria a raíz de lo que le está contando su amiga)