Destino (familia O-R)

Conquista

El tesoro no es plata ni oro, sino un tesoro querido por el corazón.

Fabio exhala el aire para tomar valor y entrar a la tienda de Valeria. 

-Hola (saluda medio nervioso a Valeria cuando ella voltea la cabeza hacia él de unos compradores). 

Valeria traga saliva, se voltea a sus clientes - Disculpe (para alejarse y venir hacia él). - ¿Qué haces aquí? (Probando no mostrar su enemistad frente los clientes, la que se siente en su voz, Valeria mantiene su vista entre ambas partes) 

-¿Vine, para saber si has recibido mi disculpa? Y pedírtela personalmente. 

Valeria saca de la blusa el collar - Aquí la tienes. (Viendo que aliviado sonríe) - Un pequeño perdón para una gran ofensa. 

-Lo sé, ya aprendí mi error. No me voy a meter más con ese bebé. 

-Ni deberías haberlo hecho. 

-Como ya te dije, admito mi falta... (Valeria se va hacia la caja registradora por lo que calla hasta que ella no haga su trabajo) 

-Eso no va a cambiar que yo tengo memoria (creando la caja al hacer el pago). - Gracias, hasta luego.

-Adiós. (dice las 2 mujeres que hacían la compra) 

-Sigo sin poder aceptar que mi hermano está con Karla y a veces explotó.

-Explotas muy seguido (moviéndose por la tienda). 

-Simplemente, no puedo, ¿por qué nadie me comprende? ¿Por qué nadie me quiere entender? 

-¿Y qué exactamente deberían entender? ¿Qué no te puedes reconciliar con algo que nadie busco, que el amor y el destino no obedecen a nadie, que tienen su propia voluntad, dime qué? 

-Valeria, no vine a pelear.

-Y no peleamos. Quiste que te comprenda y lo estoy tratando, eres tú quien desvía el tema. 

-Me siento... (Soplando el aire y pasando con las manos por el pelo) - De volverme loco. No amo cuando las cosas se me salen de las manos. 

-Nunca nada se queda en las manos. Okay, yo tuve suerte que lo que quise de mi vida lo conseguí, no obstante para Karla nunca fue así.

-Lo que dicen es cierto de ti. 

-¿Y eso es? 

-Qué ni un poquito eres lo que haces creer todos que eres. Fuera una, por dentro otra. Por eso y me decidí por este collar sencillo y no algo glamuroso y pesado como la situación. 

Aclarándose la garganta - Gracias. No sabía que te platican de mí.

La conversación es interrumpida por el celular que suena, de Fabio - Sí. Está bien, estoy de regreso. (Colgando la llamada) - Tengo que irme. Me esperan para la reunión. (Valeria le con la mano enseña la puerta. No sabiendo como despedirse ambos lo hacen con la mano) 

 

 

En próximas semanas la situación entre Fabio y Karla empeoró, sus encuentros se vuelven más seguidos y verbalmente violentos. Fabio no pude dejar su rencor en contra de Karla, mientras ella no deja de defenderse y luchar por felicidad a su bebé.

El trabajo de Valeria aumenta por su éxito, por lo que Malú viene más seguido a ayudarla. Día a día Valeria está recibiendo obsequios de un admirador secreto quien con sus regalos y notas la hace sonreír.

Ahora mismo Valeria está abriendo uno más, extrañada por su contenido - Un celular (tomándolo en la mano). 

Número desconocido: Hola. 

Valeria sorprendida mira a su rededor.

Número desconocido: ¿No sabes quién soy? 

Valeria: Más me interesa ¿Dónde estás, como sabes que saque el celular? 

Número desconocido: Cerca. 

Valeria: ¿Por qué un celular? 

Número desconocido: Para qué puedo quedar en el anonimato.

Valeria: ¿Y por qué quieres eso? 

-Buenos días (entrando la saluda una clienta). 

-Buenas. (comprobando que él todavía no respondió, regresa celular a la caja) - ¿Le puedo ayudar a alguna manera? (Acercándose a la mujer) 

-No, gracias, solo estoy viendo. Escuché muchas cosas de esta tienda y quise verla por mi misma. 

-Ningún problema. (al volver a la caja, mira el celular) 

Número desconocido: Te dejo a tu trabajo.

Valeria: ¿Escapas??? 

Número desconocido: No, ¿tengo razón? 

Valeria: Yo diría que no. Todavía no has hecho nada para eso. 

-Adiós (saluda la mujer abriendo la puerta). 

-Qué tenga buen día. (la despide Valeria) 

Valeria: ¿Por qué te escondes? 

Número desconocido: No deberías trabajar. 

Valeria: No, estoy sola. 

Número desconocido: Bueno, yo sí tengo que hacerme cargo del mío. 

Número desconocido: Te invito comer, ¿Cuándo estás libere? 

Valeria: ¿No deberías antes presentarte? 

Número desconocido: Lo descubrirás cuando nos veamos (◠‿・)—☆ 

Valeria: ¿Y qué vamos a hacer con lo que nos enseñan nuestros padres? 

Número desconocido: ¿Y qué es eso? 

Valeria: No hablar con desconocidos e irse con ellos. 

Número desconocido: ¿Yo soy desconocido para ti? 

Valeria: No has puesto tu nombre. 

Número desconocido: ¡Aaa! ¿Así que no dudas quién pudiera ser? 

Valeria: De que tengo mis sospechas las tengo.

Número desconocido: ¿Y cuál es esa? 

Valeria: ¿No has dicho que debes trabajar? :-! 

Número desconocido: Hahahaha. Buena, ladrona.

Valeria: Si tú puedes, yo también puedo, invadir tus preguntas. 

Número desconocido: ¿Entonces comemos? 

Valeria: Mándame la ubicación y veremos. (◠‿◕) 

 

 

-Hola, amor (cansado, saluda Eduardo a Karla, sentándose junto ella en el sofá, pone la mano sobre su vientre). 

-Hola, ¿Mal día? 

-No aguanto más. Cada día pierdo más fuerzas (apoyando su cabeza en el hombro de ella). 

-Lo sé (cubriéndole la mano con la suya). - No es mi primer lucha, solamente que con el bebé cada día pido despertar de esta pesadilla. 

Moviendo la cabeza de su hombro la mira con la ceja arriba - ¿Qué? (Pregunta ella viéndolo extraño) 

-¿Ha golpeado? 

-Si, ¿qué no te has dado cuenta ya? (Eduardo niega con la cabeza y centra su mirada en el vientre donde sigue teniendo su mano sintiendo más golpecitos) 




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