Destino (familia O-R)

Nueva idea

Si el plan no funciona, cambia el plan, pero no cambies la meta.

-Esto es increíble (la voz de Valeria salió exactamente como se siente sin poder creer). 

Junto ella Karla está con las manos cruzadas - ¿Está esto en serio? (apuntando al coche estacionado frente su casa) 

-¿Cómo te parece? 

-Muy real.

-Yap. ¿Tienes alguna idea de cómo se regresa esto? 

-¿De dónde, Valeria? El único coche que tengo me lo compro papá y no tuve ninguna razón para cambiarla o regresar. 

-¿Y, entonces que vamos a hacer con este? (Confundida) 

-Llevarla a Fabio. Qué se encargue. 

-Espera que busca el número. Yo esto no manejo (apuntando con el dedo al carro), - como es me acusara de que ya no lo puede regresar y de que lo utilice. 

-Tienes razón, llama a grúa. 

 

 

 

-Así que esta es la casa.

-Sí. (contesta sentada Karla mientras mira cómo Valeria excepciona la casa de los Olmedo) 

-¿Esta es la...? (Apuntando con el dedo al la fotografía de la señora de la casa) 

-Si. 

-Bonita. (volteando a mirarla) 

-Muy. (Dice Fabio bajando por las escaleras) - Me han dicho que están aquí y no lo pude creer. Bienvenidas (abriendo los brazos). 

-Prepotente. 

-¿Karla, Valeria? ¿Qué hacen aquí? (Pregunta sorprendido Eduardo viendo las 2) 

-Vinimos regresar esto (contesta Valeria, enseñado las manos llenas de cosas como los papeles y llaves del coche mientras con el beso Eduardo saluda a Karla). 

-¿Y de dónde salió eso, por qué lo traen aquí? (Confundido, pregunta Eduardo) 

-¿Por qué no pregunta a su hermano? 

-A pesar de que Valeria le dijo que ya no aceptará sus regalos, él siguió mandándose las y está vez cruzó la línea. ¿El coche de verdad? (Karla le explica, mirando a Fabio pregunta) 

-¿Qué? ¿Qué hiciste que? (Completamente sorprendido mirando a Fabio pregunta) 

-Por dios, no me miren así que me siento como un niño regañado por sus padres.

-Cuando te comportas así (en voz baja dice Valeria). 

-Cuando haces estupideces, ¿qué esperas? Tú deberías estar el responsable y mira qué haces. 

-Nada. Solo busco manera de acercarme.

-¿Acercarte? (Sorprendida repite Karla) 

-¿Cómo exactamente pretendes acercarte comprando todo esto (sigue Eduardo) -, que tenemos aquí chocolates, oso...? (pasando con la mano por las cosas que Valeria volvió a dejar en el sofá) 

-Con ese me quedo (interrumpido lo, dice Valeria tomando a osito). - Para el bebé. Para que pueda decir que tiene menos un regarlo de su tío (mirando, le reprocha). 

Prosigue - Perfume, ¿de verdad? (Agarrando y mirando a su hermano) - Libro, mejor que no siga. 

-¿Les traigo algo de beber? (Pregunta Luciana apareciendo) 

-No, gracias Luci. 

-¡Aaa! ¿Usted es Luciana?, mucho gusto Valeria. (ofreciéndole la mano) 

Confundida Luciana, mira a los muchachos y acepta la mano de Valeria - Mucho gusto. ¿Les puedo ayudar en algo? (Mirando a los 4. Lo que más le llama la atención son las cosas en el sofá y la cara del humillado Fabio) 

-No, no creo Luciana que puedes hacer nada. (la informa Eduardo por lo que se da la vuelta para marcharse, detenida por las palabras de Eduardo) 

-¿Luciana? Mejor quédate, puede ser que a ti se te ocurra que hacer, si nosotros no encontramos la solución (por lo tanto, Luciana se da la vuelta). 

-¿Nos sentamos? (Ofrece Eduardo, sentándose primero) 

-Yo no pienso ser parte de este circo. (humillado Fabio conteniendo su rabia se marcha) 

-Eduardo exhala - ¿De qué se trata? (Pregunta Luciana) 

-Qué el idiota de arriba no deja de acosarme y comprar estupideces (la informa Valeria, con la voz hacia la dirección donde se fue Fabio). 

-¿Qué, de verdad? (Sorprendida, pregunta para mirar a Eduardo en buscada de confirmación) 

-Parece (le responde Eduardo afectado y con sentimiento de incomodidad en su rostro). 

-Es primera, nunca lo hubiera creído. 

-Si no puede creer, ahí fuera tiene el coche (le dice Valeria enseñando con el dedo la puerta). 

Con cara de sorpresa y no poder creer Luciana mira Eduardo - ¿Qué hacer con él, yo no sé? 

-Obvio nada, cuando no quiere escuchar razones. Mejor hablamos nosotros del bebé. (cambiando el tema y tono de su voz por alegre. En respuesta recibe las tímidas sonrisas de futuros padres) - ¿Oye, ya saben que mamá y papá comenzaron a arreglar el cuarto, que no? 

 

 

En su cuarto Fabio no deja de caminar probando calmar su ira, murmurando en voz chillona queriendo imitar a Valeria. 

-¿Quieren jugar duro? Jugaremos.

 

 

 

Marin contesta al teléfono de su oficina - Sí. ¿Quién? (Arrugando la frente) - Sí, está bien, hazlo pasar (confundido responde). 

Cuando la puerta de su oficina se abre y vea que no hay equivocación de que es Fabio, piensa en lo peor - ¿Qué hace usted aquí? 

-Vine a hablar con usted y espero que lo podemos hacer en Santa paz. 

-Paz (Sarcástico repite). - Con su familia ni hay paz.

-¿Si es posible por un momento quisiera que olvidamos todo el pasado y nos enfocamos en lo que lo quiero decir. 

-¿Qué adivina Karla y su hermano? 

-No. Esta vez no quiero ni recordar que exista Karla.

-Está bien, lo escucho. ¿Cuál es el tema de su llegada? 

-Valeria.

-¿Valeria? (Confundido, levanta la ceja) - ¿Qué tiene que ver Valeria en todo esto? 

-Como en este caso modernidad no nos llevó a ningún lado, lo decidí hacer en el viejo. (A pesar de guardar silencio, en el rostro de Marin la pregunta es clara; su ceja lo más posible levantada y confusión en sus ojos) - Quiero a Valeria. 

Atragantándose con saliva, al toser Marin le dice - ¿Qué? Has dicho.

-Probé ya de todas maneras y ninguna dio frutos. Juzgo que su hija está influida por Karla y el pasado. 

-¿Puedes culparla? 




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