Para que pueda surgir lo posible, es preciso intentar una y otra vez lo imposible.
Al escuchar Fabio soplando a su lado, Eduardo le pregunta - ¿Fabio, hasta cuando vas a comportarte así?
-¿Y como quieres que me comporte si me estás obligando a andar por las tiendas de muebles?
-No sales de la casa o la empresa, algo debí hacer. Desde que dejaste a Valeria en paz...
-¡No la nombres!
-Eso será difícil, ahí viene (del otro lado se les acercan Valeria y Karla).
-Hola, amor (saluda Karla con el beso). - Fabio, ¿cómo estás? (Valeria los saluda agitando la mano en modo de saludo)
-Mejor hasta un minuto atrás (teniendo la mirada enfocada en Valeria). - ¿Por qué ellas están aquí? (Ladeando hacia su hermano)
-Porque les ayudo encontrar los muebles para el cuarto de bebé. (le contesta Valeria que escucho la pregunta)
-¿Entonces qué hago yo aquí?
-Porque en nuestra casa también va a haber un cuarto y tienes derecho a opinar.
-Yo opino que esto es innecesario y que me voy.
Con unos pasos hechos en dirección a las 2, Valeria lo agarra de la mano y le dice - ¡Aaa!, no vas en ningún lado. Vas a caminar y dar tu opinión o, en cambio, haré todo para que no ves al bebé.
-Qué falta me hace (le espeta a pocos centímetros de la cara, liberándose de su agarre).
-Perdón. (les pide Valeria, sabiendo que es la razón por qué se fue)
Mientras van a casa, con Valeria manejando, Karla no puede no hacerse preguntas, por lo que mira a Valeria.
-¿Te puedo preguntar algo?
-Si (le responde Valeria sin quitar la vista de la carretera).
-¿Has pensado en lo que sientes?
-¿Sobre qué?
-Fabio. No me entiendes mal, no quiero influir o decirte que hacer como supusiste la vez pasada. Se trata que te vi y escuché lo que de todo esto consideran papás.
-¿Y qué es eso?
-¿De verdad, Val?
-Todo está bien, K. Como ya dije se trata exclusivamente de la culpa, mira que y la compra le destruye.
-No es tu culpa (en respuesta Valeria hace la mueca de desacuerdo)
-Okay, ahora si tienes razón, me estoy volviendo loca (Dice Valeria, entrando en la habitación de Karla sin previo aviso).
-¿Qué sucede? (Pregunta Karla, sorprendida por la repentina invasión y alterada declaración de Valeria)
Al sentarse junto ella, la mira con la mueca en el rostro - Karla, creo que tienen la razón.
-¿Sobre? (Dubitativa, pregunta)
-¡Ahh! (Se levanta, le da la espalda, posesiona sus manos en el pelo y al voltear, dejando caer las manos, exclama) - Fabio.
Karla guarda silencio, el choque es demasiado grande y busca como reaccionar - Está bien.
-¡¿Qué en esto está bien, que?! (Exclama alterada Valeria que al oír su respuesta agrándese los ojos)
-Calma, primero cálmate y entonces hablemos (Nueva la mano arriba abajo con idea de calmar su respiración). - Hm. (Dice cuando la ve más tranquila y que se sienta)
-Esto es todo solo no bien (alterada de nervios, dice Valeria).
-¿Quieres que hablamos de lo que sientes? ¿O las soluciones?
-Quisiera no tener que hablarlo.
-Como quieres. Yo lo pasé y lo preferí también.
-Con la diferencia que yo explotare llevarlo sola.
-¿Entonces qué hacemos? ¡A lo sé! (Dice Karla, levantándose para ir hasta la televisión) - Mira, lo hacemos así. Voy a poner una peli, para qué nos relajamos y lo demás va a venir. Voy a pedir que nos tengan algo para beber y comer.
En la mitad de película, Valeria comienza - No tengo menor idea de cómo se me metió en la cabeza.
-¿Se te metió en la cabeza o en el corazón? Son cosas muy diferentes (le contesta cuando ve su cara, parando la película).
-No lo sé. Okay (incorporándose). - No puedo dejar de sentirme mal y olvidar como me miró cunado puso final a su "acoso" (hace comillas). Y eso llevo días cargando, ahora me da pavor al recordar lo que me dijo...
-¿Y eso es? (Pregunta Karla para que siga viendo que se perdió)
-Qué me faltará.
-¿Y te falta, lo echas de menos?
-No sé. Lo que sé es que me siento mal por herirlo, que me falta que me lleva a casa cada noche, sus detalles que a pesar de ser acosadores eran muy lindos.
-Tienes suerte que no soy una chavita, adolescente.
-¿Por qué?
-Porque una tontilla ahora estaría tomándote el pello al decirte que te clavaste, que te gusta.
Tomando la almohada con la que cubre su rostro, Valeria grita - ¡Aaaahh!
-Valeria. Valeria, está bien. Para (le está diciendo Karla, sobre sus gritos, posesionado su mano en el antebrazo para alejar le la almohada). - Me vas a mirar (todavía con la almohada sobre la cara, Valeria niega). - No hiciste nada malo, no fue en tu poder.
-¿Cómo puedes decir eso?
-Porque es cierto o me vas a decir que lo provocaste sola y yo también, ninguna lo busco, pero sucedió. Te queda únicamente reconciliarte y pensar que vas a hacer.
Valeria levantó la cabeza y la miró - No lo sé (lloriquea).
-Todo estará bien, ven. (Ofreciéndole sus brazos para estrecharla en un abrazo) - Encontraremos una salida.
Número desconocido: Ven a esta ubicación... Te espero a las 21, es urgente.
A penas prestando la atención a su celular, cunado vino el mensaje, ahora Fabio la mira desconcertado, con muchas preguntas y sin saber si ir.
Vestido a lo más ligero, Fabio camina por el parque, rodeado de oscuridad. Camisa blanca cubierta por una chaqueta de cuero, manos en los bolsillos traseros de los vaqueros y zapatos deportivos. Sin saber a dónde se dirige y a quién busca, hasta que no ve unas luces que al acercarse reconoce como velas.
Fabio decide seguir su paseo, no queriendo destruir la sorpresa de alguien, congelando sé al escuchar la pregunta de una voz familiar - ¿Dónde vas? (La voz suena muy divertida y al volverse para comprobar si está alucinando y si se dirigía a él, encuentra únicamente una sombra)