C0 - Antecedentes

Jake Sully

Soy Jake Sully, simplemente un soldado en este mundo de mierda, un mundo que agoniza entre guerras, enfermedades y sobrepoblación, no podrías encontrar algo bueno aquí, solo hay muerte.

Aún así ahora me encuentro a punto de irme de este lugar, me ire a Pandora, un planeta lejano del que escuche desde que recuerdo. Aunque en realidad yo no tenía que estar aquí, Tomás era el que soñaba con irse.

Nacer en ese lugar se podría decir que fue una mala idea, nuestro padre un soldado, nuestra madre una doctora y científica por herencia.

Curiosamente a pesar de que no crecimos mucho con ellos se encargaron de separarnos.

Nuestra madre consentía más a Tomás pues decía que era tan inteligente como ella, padre por su lado se identifico conmigo, espero que entrara en su mundo como un soldado o al menos eso repetía cada que venía.

Después de todo yo era el que nos protegía, Tomás nunca fue de pelear pero tampoco se defendía así que yo debía protegerlo, aunque a él no le importará, lo hacía.

Con el pasar de los años nos separamos mucho más aunque tampoco había algo a lo que aferrarnos entre nosotros, yo era el orgullo para mi padre, afirmaba que tenia el don nato para un sobreviviente, la verdad era que solo era un peleador más en la calle, aún así quién más destacaba era Tomás, el era el nerd, el científico de la familia, él que pondria en alto el apellido Sully.

En resumen el siempre fue un nerd y yo un superviviente o al menos así era... para entender esto es mejor explicar los antecedentes de los últimos años.

Podría comenzar diciendo que tras nuestras partidas cada uno tomo rumbos diferentes, yo me fui a los Marínes a luchar por nuestro pais, el se fue a estudiar sobre un planeta lejano, preparándose para irse allí, para escapar de este mundo.

Tiempo después de nuestras partidas nos cayó la noticia de la muerte de nuestros padres, madre victima de una enfermedad que nos atormentaba a todos, padre muerto en batalla, ciertamente no lo esperábamos pero la verdad tampoco importaba mucho, escuchar sobre muertes tan seguido nos volvió insensibles además de nuestra crianza, crecimos bajo la preparación para la muerte, la contaminación o algun virus podia matar a cualquiera en esta época, debías ser fuerte para no dejarte caer por ello o al menos lo suficientemente suertudo para que no te llegará fuerte y vivieras un día más o al menos así era en las calles.

Cuando me enteré de la noticia yo estaba en servicio por lo que no podía volver hasta acabar mi misión, Tomás estaba de viaje en un internado para su preparación como investigador de aquel planeta.

Naturalmente nadie pudo velarlos, no había más familia que nosotros, por decisión de ambos que tomamos en una llamada rápida se decidió que se haría una cremación, para que luego sus cenizas quedarán en un paquete en la casilla vieja del departamento donde convivimos, estuvo ahí por meses sin que nadie lo recibiera, abandonados incluso por sus propios hijos, bien podríamos ser los cuervos de su historia.

El tiempo paso, pero ninguno fue por ellos, tras mi primera victoria en la misión se me dieron muchas más, no había descanso y a decir verdad a nadie le importaban los pedidos de los soldados, como uno solo debía obedecer, después de todo ¿que podía hacer?.

Al final, como si algún Dios escuchará mi pedido tras varias misiones por fin me dieron un descanso, por supuesto solo por qué fue una misión exitosa y la intervención de nuestro capitán por un reposo merecido tras recibir una bala en la pierna, solo así pude ir a recogerlos, claramente fui el único. Tomás no podría por su internado que no le permitia salir así que solo yo podía hacerme cargo de ellos y de esa forma tras una llamada tire sus cenizas en el fertilizante de la zona de cosecha más cercana un final lamentable pero útil, esa fue la última conversación que tuvimos mi hermano y yo.

Solo una burda despedida y un pequeño lamento de la muerte de quienes nos dieron la vida, era todo lo que podíamos darnos el uno al otro y la verdad fue más de lo que nos dimos en nuestras vidas.

Tras ello vendí el departamento y todo lo que teníamos, dividí el dinero y se lo mandé a su cuenta, no hubo nada que decir, tampoco pregunto por lo que poco después sin nada ya, me fui de nuevo a otra misión.

Eventualmente conseguía más y más misiones por mi gran desempeño, mis habilidades en combate mejoraban y por los constantes viajes al exterior debía aprender lenguas diferentes con rapidez, hablar con los nativos para pedir ayuda con comida o algo de agua además de algo de explicación de la zona siempre era necesario me vieron como un elemento útil en las misiones, por fin me hacía más reconocido eso me animaba un poco, algunas veces llegábamos a lugares con señal de televisión por lo que veía como mi hermano seguía con sus estudios, como los nuevos reclutas se preparaban para una investigación más grande en un planeta tan lejano, dónde afirmaban que todo el que iba no volvía, al menos los científicos.

Para mí todo iba demasiado bien, algo a lo que empezaba a acostumbrarme, mala idea. En esta realidad todo sale mal, todo empeora cuando menos te lo esperas.

Y asi... lamentablemente había tenido mucho tiempo de buenas misiones, así que cuando esa bomba explotó bajo mis compañeros en la casa abandonada de un mercante no me sorprendió tanto, a ellos los mato y a mí... me dejó inválido.

Y gracias a que una operación de investigación que buscaba información del mercante pasaba por ahí me encontraron, me salvaron la vida aquel día.

Para cuándo volví esperaba al menos caminar o que podrían operarme para que siga combatiendo, pero no. Dijeron que podían operarme con el dinero suficiente, mismo que no pagaría el gobierno pues este era mi problema, unos malditos hipócritas.