Jake
-no pensé que serías tú -dije sintiendo la ardiente lágrima que escaba por mi mejilla, una que rápidamente fue limpiada por Tsu'tey.
-¿A qué te refieres? -pregunto mientras se acomodaba a mi lado para que yo me echara en su pecho.
-a quien le contara mi vida... Con quién lloraría... A pesar de que eres un demente sin remedio -conteste mientras jugaba un poco con su mano.
-si... Estoy demente... Pero tú también lo estás... ¿Quien se lanza a la nada como tú? -respondió divertido mientras acariciaba mi brazo con cuidado.
-entonces... Estamos dementes -susurré divertido, para mirarle un poco-, que situación tan extraña... En otro momento ya te habría matado y salido de este lugar -analice delineando su rostro, lamentablemente no llevaba ya nada de armas conmigo, si mi oficial superior estuviera vivo ya me hubiera castigado... Claro si estuviera con vida.
-no lo dudo, en realidad... Me intriga que no lo hayas hecho -su voz se escuchaba tan sutil y tranquila, bastante curioso... Norm también tiene ese tono pero en uno más molesto... Uno que me quita el sueño... Pero su toque... Ese si es diferente, paseándose por mi pomulo con un cuidado tan extraño... Similar al toque de la doc aunque me daba una sensación bastante extraña- aunque lo agradezco inmensamente.
-me alegra no haberte matado mientras dormías -comenté divertido recordando viejos momentos con mi equipo.
-aún si hubiera muerto le rogaría a eywa que me devolviera para estar a tu lado.
-eywa no te podría devolver.
-no perdería nada en intentarlo.
-ni lo pienses, ahora te quedas.
-me quedo si... Me das una oportunidad.
-que osado. ¿Crees que te dare una oportunidad después de lo ocurrido? -Mire sus amarillos ojos que se veian con un brillo bastante extraño, demasiado extraño para mí.
-¿que pierdes por darme la oportunidad?
-mi orgullo.
-te doy el mío.
-no es suficiente.
-entonces te doy mi vida, lo que quieras que te dé lo haré posible.
-¿siempre que lo quiera?
-el resto de mi existencia lo haré.
-quiero ir a un árbol de almas.
-vamos ahora. -Me alzo como si nada para salir de la cueva. ¿Tan liviano soy?
Hizo un sonido raro y su Banshee estaba ya en la entrada.
Me subió con cuidado para luego hacer el Tsaheylu estando tras de mí, me llevo por encima de las montañas aleluya.
-que hermoso. -Mirar la maravilla del paisaje frente a mi era como un regalo maravilloso, uno que solo pudo ser... Por todo lo ocurrido. Que extraño.
-lamento mucho todo lo que te hice pasar. -Sus manos en mi vientre bajo precionaban lentamente y su quijada en mi hombro me hacía temblar.
-estás demente... Pero no has sido el peor, en la guerra me encontraba con seres peores que tú. -Recorde aquellas misiones de infiltración, un asco en verdad.
-¿en tu planeta natal hay guerras?
-si. -Me eche en su pecho notando las estrellas en el cielo y claro, el gran planeta que rodeamos-. Las guerras no han parado en muchas generaciones -reflexione un momento cuántas generaciones atrás de mi habían peleado-, al menos unas ocho generaciones mías... Todos muertos en combate.
-¿Por eso no sigues en combate? -pregunto acariciando mi vientre.
-si... tuve un accidente... Con... Mi equipo... Y ya sabes que mi gemelo quería venir así que aquí estoy. -Evite hablar de más y solo me acomode.
-agradezco que estés aquí.
-es un lugar muy pacífico.
-lo es. -Finalizo pero yo me frote un poco en su mejilla por mero instinto, aunque me molestaran sus acciones no podía negar que aún me daba esa calidez de seguridad, ni siquiera la doc me había podido calmar, decía que no debía estar siempre alerta pero ya estaba tan acostumbrado... Pero el... Con aún ese suave toque en mi vientre y su cálido cuerpo contra el mío podía aliviar mi dolor... Conseguía que bajara la guardia...
Continuamos nuestro viaje bajo la suave brisa de la noche.
Hasta que empezamos a descender por una zona que no había visto antes.
En medio de lo que parecían costillas enormes había un árbol gigantesco... Brillando majestuosamente reclamando la atención del lugar.
Aterrizamos con cuidado, antes de que pudiera intentar bajar por mi mismo él me bajo con cuidado y claro ese breve beso que dejó en mi hombro antes de soltarme.
Me despedí del gran ejemplar que nos había traído y comencé a acercarme con el mayor respeto que pude representar, sin duda parecía un lugar sagrado. ¿Debería estar aquí?.
Al final me detuve a medio camino no sintiéndome adecuado, no me sentía cómodo estando aquí... Pero Tsu'tey con un sutil beso en mi hombro que escaló hasta mi oído, tomo mi cintura y me llevo hasta estar frente al árbol.
-es un lugar sagrado -comenzó tocando las brillantes lianas-, aquí podrás unirte con eywa -finalizo para darme la vuelta y mirarme.
-te lo agradezco -susurré-, aunque no se si es correcto que este aquí -confesé nervioso.
-aqui y ahora, yo te doy mi vida, te doy todo de mi -empezó para tomarme de las mejillas-, se que es lo correcto, se que eywa te lo explicará. -Unio nuestras frentes calmando el alboroto que empezá a sentir dentro mío con esas suaves caricias en mi rostro-. Se que estamos destinados.
Se alejó un poco de mi mirándome mientras sus ojos brillaban por el reflejo de las lianas, me acomodo frente suyo con cuidado para tomar unas cuantas y entregármelas.
-no te asustes, solo te encontras con eywa -dijo tratando de calmarme pero eso solo me ponía nervioso, aunque... me calmara su presencia.
Di una respiracion profunda dejando atrás mis nervios y tome mi trenza, acompañado por la mano de Tsu'tey la uni con las lianas, consiguiendo está vez no escuchar nada, si no todo era negro para ser jalado con fuerza, la situación se veía exactamente igual al túnel de cuando cambie de cuerpo...