Destino Marcado - Libro 3

Capítulo I

En la época de la Dioses antiguos, una guerra se suscitaba en el Olimpo. Los dioses griegos se enfrentaban a la más grande oscuridad que existía en el mundo. Este poder oscuro, denominado por todos los dioses, la sombra, había sido liberada por Hades, el dios del inframundo. Quien había sido poseído por tal poder para destruir a los demás dioses; con el fin de ser el único y soberano, ya que no aceptaba que Zeus, su hermano mayor, sea más poderoso y venerado por todos, además de que reinaba en el olimpo. Su envidia y celos lo llevaron a desatar la sombra que se hallaba encerrada en una tumba creada con el poder de todos los dioses.  

 La batalla entre todos contra la furia de Hades poseído de la sombra, parecía perdida por los dioses, su única opción para ganar esta pelea era encerrándolo en la tumba donde la sombra permanecía encerrada. En este lugar, cualquier dios que entre no podrá salir jamás. Solo los tres objetos correctos podrán abrir la tumba.

Zeus engañó a Hades y llevó la pelea hasta la tumba. En el lugar, los demás dioses esperaban escondidos para encerrar al destructor. Al momento que llegan, todos comienzan a lanzar sus poderes al que los quería destruir. Poco a poco van venciéndolo y encerrándolo en la tumba, Zeus prepara uno de sus rayos más fuertes; este fue el que hizo a Hades entrar y no pueda salir. Los dioses cantaron victoria, pues la terrible batalla había terminado. Zeus cerró la tumba, y para que ningún dios la pudiera encontrar y abrirla, los tres objetos fueron enviados a diferentes partes de la tierra. Las personas que tenían interacción con los dioses, comenzaron a escribir pergaminos de la batalla, y todo lo que había ocurrido, con el fin de dejar sus historias hasta el fin de los tiempos. El tiempo pasó, y las personas van avanzando, la tecnología comenzó a gobernar a las personas, el siglo XXI empezó.

Así empieza la historia de tres hermanos, no tan cercanos cuyos nombres eran: Pedro, Pablo, Patricia. Ellos no vivían juntos, ya que sus padres se separaron por problemas personales. Cada uno fue a vivir en casas distintas; cuando tenían 5, 4 y 2 años de edad, sin saber nada uno del otro. Ellos crecieron, con estilos de vida muy distintas. Aunque sabían que eran hermanos, no le prestaban mucho interés por conocerse ya siendo adultos. Un día la mamá de Pablo estaba a punto de morir; ya que padecía de cáncer terminal. Ella postrada en su cama y con lágrimas en sus ojos con sus últimas palabras le dice al oído:

-Busca a tus hermanos, tu verdadera familia, habla con ellos, deben de reunirse y conocerse, ya que yo no voy a estar más contigo, no quiero que te quedes solo hijo mío-

-Mamá, tranquila, te vas a poner bien, no voy a estar solo-

En lo que termina de decir eso, su mamá fallece, las lágrimas de impotencia y dolor caen por su mejilla. Una pérdida tan grande le ocurría a Pablo, y como su madre le dijo, se quedaba solo.




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