Destino Marcado - Libro 3

Capítulo X

Después de haber abierto la tumba la sombra salió y se fusionó con tres personas otorgándoles poderes diferentes a cada uno. Reviviendo lo que pasó recordemos que Pedro se mezcló con el rayo de Zeus, Pablo con el agua de la piscina y Patricia con la tierra del patio.

Isabel salía de la cocina cuando pasó todo el accidente. Ella sólo pensó que un rayo había caído y matado a su familia. Corre a auxiliar a su esposo que aún se encontraba desmayado y destilando unos pequeños rayos por sus dedos. Llama al 911 para pedir ayuda y llegan de inmediato. Los paramédicos recogieron los cuerpos de los tres para darle los primeros auxilios ya que su corazón se había paralizado. Los trasladaron al hospital de emergencia para reanimarlos.

Estaban acostados en las camillas y los doctores los atendieron al mismo tiempo. La reanimación era a los tres al contar cinco. Al ponerlas en su pecho saltaban, pero no despertaban. Continuaron con el procedimiento de reanimación y al segundo intento Patricia tose botando tierra por la boca. Al tercer intento pablo abre sus ojos y bota agua por a boca.

-Doctor, este paciente no despierta- dice uno de los doctores que reanimaba a Pedro.

-Intenta la última que si no despierta tenemos que darlo por muerto- dice el doctor que reanimó a Pablo.

Entonces el doctor hace su último intento para resucitar a Pedro, enciende la máquina y pone en su pecho. Al hacer la descarga Pedro abre sus ojos llenos de electricidad y las luces empiezan a parpadear. La máquina que estaba junto a él explota por sobrecarga eléctrica. Doctores y enfermeras se asustan de lo que pasaba en el hospital.

Isabel entra a la sala y ve a su esposo despierto, corre a abrazarlo y llora.

-Tranquila Isabel, no me he muerto aún. Es un milagro.




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