Destino o Casualidad

Capitulo 4

Ya habían pasado varios días y aún la presencia de Alejandro me ponía inestable, faltaban 2 horas para terminar mi turno, así que decidí pasar por la habitaciones para ver el estado de los pacientes. Cuando termino de revisar las constantes vitales de un paciente salgo de la habitación y me encuentro con el doctor Bennett.

- Al fin te encuentro, necesito que vengas conmigo a urgencias, hay mucho movimiento allá así que necesitamos personal- dice tan autoritario como sólo el sabe ser.

- Esta bien, vamos a urgencia- el llama al ascensor para bajar a la planta baja, cuando llega solo entramos el y yo, el ascensor estaba completamente vacio, así que supuce que bajar con el seria una tortura y más estando solo nosotros dos.

Cuando las puertas se habren el ambiente cambia, hay mucho movimiento en urgencias, al parecer un accidente en la autopista ha dejado varios heridos, el doctor Bennett se acerca a uno de los heridos que tiene un traumatismo cráneoencefálico , el se prepara para atender al herido y yo me encargo se solventar cualquier herramienta que él necesite, siendo honesta trabajamos muy bien en equipo, pero la verdad no se pudo realizar mayor cosa por la paciente la cual quedo en coma. Los familiares estaban alterados y ni siquiera hablaban nuestro idioma pero Alejandro como todo un profesional bilingüe les comunico que tenían que esperar la evolución del paciente puesto que su estado era muy delicado y no podía hacerse mayor cosa, yo entendí todo lo que el dijo porque también hablaba el idioma ingles.

Cuando mis turno acabo me dirigí a mi locker para buscar mis cosas y cambiarme, estaba cansada así que me duche y cambio lo mas rápido posible para irme ya era las 8 de la noche se me hizo muy tarde debido al movimiento en urgencias, lo bueno es que era viernes y mañana no había que trabajar. Pero cuando salgo de los vestidores me sorprendo cuando veo que un par de ojos azules me observan.

- Es muy tarde para usted aún se encuentre por acá lincenciada- dice con un brillo en sus ojos.

-Eee... Bueno... Es que se me hizo tarde pero ya iba de salida- alcanzo a decir, la verdad es que al parecer el también se acababa de duchar, y nunca lo había visto sin bata, carga un jeans casual, una franela blanca, tenía unas botas casuales y una cazadora. Porque siempre tiene que vestir bien me dije a mi misma.

- Si quieres puedo llevarla hasta su casa, total iba de salida también- escuche mal o en verdad me dijo que me llevaría, no definitivamente no subiré al mismo auto que él.

- No es necesario puedo irme sola, no quiero molestar- dije para no tener que irme con él.

- No molestas-Dijo serio- además no quiero cargar con la culpa que por no llevarte te pase algo. - No puede ser cierto de verdad podré ir con el en su auto sin que pierda los papeles, tendré que apelar a todo el autocontrol que tengo.

- Vamos que no me iré de aquí sin ti- dijo serio y a modo de orden. Osea quien pensaba él que era, para manipular a las personas así, no tenía de otra más que aceptar, nadie lo iba a sacar de su idea. Estos días trabajando con él me di cuenta que las cosas se hacen como el dice o no se hacen, y la verdad es que si necesitaba que alguien me llevara.

- Esta bien- dije recignada a que tenia pasar una tortura de camino a casa. Nos dirigimos al ascensor, cuando entramos el pulso el botón del sótano, que es donde esta el estacionamiento del hospital, el ascensor comenzó a moverse dejándonos en el estacionamiento, el salio y se dirigió a su auto. Pero que sorpresa me lleve cuando me di cuenta de que el auto de el era el Audi R8 V10 plus negro que vi el primer día que vine al hospital.

-Vas a subir- dice Alejandro sacándome de mis pensamientos.

- si claro- digo y tomo camino hacia el auto montandome en el asiento del copiloto y el cerrando la puerta, dirigiéndose hacia el otro lado subiéndose el también, la verdad es que este carro es una pasada por dentro, incluso diría que huele a nuevo.

Alejandro salio del estacionamiento y nos dimos cuenta de que estaba lloviendo demasiado. El siguió su camino, yo solo miraba el agua que corría por la ventana, entonces el dijo:

- Quieres cenar antes de llevarte a tu casa.

- La verdad no tengo mucho apetito.

- Pero yo si- dijo autoritario y serio- primero cometemos y luego te llevo a tu casa, vale- no respondí, para que si no iba a hacer que cambiara de opinión.

- Llegamos- me informa, al parecer era una restaurante muy fino, por lo que se podía notar, el se baja y da la vuelta para abrirme la puerta.

- Gracias- digo por el gesto.

- De nada- responde, la verdad es que se estaba comportando como un caballero.

Cuando llegamos al restaurante nos recibe el maitre, que nos guía hasta nuestra mesa, todo era muy elegante jamas había comido en un restaurante así, quizás porque eran muy caros y no podía pagarlos. Nuestra mesa esta apartada de las demás, Alejandro corre la silla hacia detrás para que yo me siente y luego se sienta el.

-Que desean de comer- pregunta el camarero a ambos y luego Alejandro posa su mirada en mi, yo aún miro la carta, no se que pedir la verdad.

- Que deseas de comer señorita Guillén- me pregunta Alejandro.

-No lo se, lo que tu quieras pedir- digo haciendo a un lado la carta.

_- dos filetes a término medio con ensalada, no te olvides del puré de papa por favor- le dice Alejandro al camarero sin ver siquiera la carta, quizás poque ha venido antes a comer aquí.




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