Destino o Casualidad

Capítulo 5

Desperté muy temprano y lo primero que recordé fue lo vivido el día pasado. Estaba confundida pero hoy era un día diferente y tenia que concentrarme, me lenvate de la cama y lo primero que hice fue ducharme el agua era refrescante y me sentí mas relajada, lave mis dientes y me vestí. Me dirigí a la cocina para preparar mi desayuno, no quería hacer gran cosa por lo que solo me hice un sándwich de queso, tome toda la ropa sucia que tenia y me puse a lavar, cuando la estaba separando me di cuenta que estaba la cazadora de Alejandro.

- Ohh- es todo lo que logro decir, al verla pienso en no lavarla para conservar su olor pero de igual forma se la devolveré así que solo la meto con la ropa y enciendo la lavadora. Mi celular suena así que me apresuro a tomarlo.

-Hola extraña, cuanto tiempo sin saber de ti- dice Adriana mi mejor amiga de Venezuela, ella es mi confidente desde que nos conocimos.

-Hola extraña. Es solo que e estado muy ocupada, como esta mi ahijada cuentame- le pregunte, ella tiene una hija que es mi ahijada y de verdad que quiero mucho a esa niña.

- Ella esta bien, muy tremanda pero bien, y dime como esta el doctor guapísimo de que me contaste la otra vez- aquí vamos de nuevo pensé.

-Pues lo único que te puedo contar es que es misterioso como él solo- dije recordando lo de anoche.

-¿Por qué lo dices? Algo nuevo que contar- dice como si supiera que le estuviera ocultando algo.

-Bueno ayer cene con él- no termine de contarle cuando ella ya estaba armándose una novela.

-No inventes, y que paso cuentame con todo el lujo de detalles.

-No paso nada del otro mundo, fue algo así como una cena formal, se ofreció traerme a la casa eso es todo- trato de hacerla entender pero no vale.

- A no querida cuentame todo que te conozco y se que no me estas contando algo.

-Te tengo que dejar, estoy lavando así que no puedo hablar más- le digo para obviar el tema.

-Ni creas que te vas a salvar de mi interrogatorio. Hablamos luego- dice antes de que yo me despida.

-Si bueno hablamos después- y cuelgo la llamada, no quería contarle algo que ni yo misma comprendía. Y mientras espero que la secadora cumpla su función le mando una notas de voz a mi madre, diciéndole que estoy bien y le pregunto que como estan.

Mientras espero a que respondan empezó a hacer limpieza en el apartamento, esta algo sucioso así que es hora de limpiarlo. Cuando termino saco la ropa la acomodo en su lugar y reviso mi celular, no hay respuesta de mi madre así que veo la hora y me doy cuenta que son sino las 10:30 de la mañana.

-Que temprano es, mejor llamo a Elena- le marco al celular, repica y repica hasta que contesta.

-Si- se oye del otro lado.

-Hola Elena, ¿donde estas?- digo.

-Hola Elizabeth, voy a salir a correr al parque, quieres venir conmigo.

-Si claro dejame y me coloco algo cómodo y salgo, ¿me pasas buscando?. 

-Si claro, paso en 10 minutos. Espero que estés lista sino te dejo- me amenaza.

- Dale estaré lista- cuelto y me coloco una franela holgada, un short de licra y mis gomas. Salgo y en la entrada ya esta Elena.

-Al fin- dice cuando me ve- ya llevo media hora aquí.

-No seas exagerada que acabas de llegar- respondo para defenderme.

- Vamos antes de que me haga vieja- dice y salimos trotando en dirección al parque. Ella no para de hablar de su jefe, dice que es un bombón y que desearía poder tener una aventura con el cuando de repente pregunta.

- Y tu ¿como la llevas con el tuyo?- eso me tomo desprevenida.

- Pues normal, como debería ser la relación de empleado y jefe.

-Ahora me vas a decir que no te gusta- me dice con cara de sarcasmo. Iba a contestar cuando de repente veo a un niño caminando torpemente en el camino y un ciclista acercarse a el peligrosamente.

-¡Dios!- no pienso en nada más solo salgo corriendo para impedir un accidente.

- Elizabeth- escucho el grito de Elena, no me preocupa nada más solo llegar antes a ese niño que el ciclista. Corro lo más rápido que puedo y tomo al niño en brazos y caigo del otro lado de rodillas, me giro para que el niño no se golpeé. Estoy algo a dolorida pero no me importa, solo quiero saber como esta el niño que no deja de llorar llamando a su madre.

-Manuel- dice una mujer que imagino debe ser su madre- estas bien, tranquilo mamá ya esta aquí- me mira y dice- gracias señorita muchas gracias. El chico de la bicicleta me ayuda a levantar.

-Lo siento de verdad no lo vi- dice el chico disculpándose.

-Tranquilo- digo levantandome con dolor en mi rodilla- no paso nada grave.

-Elizabeth ¿estas bien?- pregunta mi amiga cuando llega a mi.

-Si, no pasa nada- digo para que este más tranquila- solo fue un pequeño golpe.

-Un pequeño golpe- dice atónita- mira tu rodilla, estas sangrando- sinceramente no me había dado cuenta de ello- ven dejame revisarte.

-Gracias señorita- dice la madre del niño- muchas gracias no tengo como agradecerle.

-No se preocupe, no podía no hacer nada- le digo a la señora y le tomo el cabello a niño que me sonríe ahora. La madre toma a su hijo de la mano y se van despidiéndose de mi.




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