Destino o Casualidad

Capítulo 6

Lunes, tenia que ir a hospital a cumplir con mi jornada laboral y aunque no me dolía la rodilla tanto como ayer aún no podía caminar normal pero no importa debía cumplir mi trabajo. Salgo del apartamento y tomo un taxi cuando llego al hospital me doy cuenta que llego justo a tiempo firmo la planilla de llegada y cambio de turno, no e visto a Elena por lo que imagino que ya se tuvo que haber ido, me dirijo al ascensor para subir al piso cuando...

-Licenciada Guillén- no podría confundir esa voz con las demás, era el la persona que no me pude sacar de la mente todo el fin de semana, Alejandro- hoy trabajaras en emergencias conmigo, andando hay mucho trabajo por delante- dijo tan frío y calculador como siempre.

- Buenos días doctor- digo siguiéndolo dándome cuenta que el no saludo, ¿donde esta la educación? Pensé viendo su espalda ancha, ese hombre era perfecto en todos sus sentidos. El estaba caminando demasiado rápido y yo si acaso podía seguirle el paso, entre mas rápido caminaba el dolor se hacia presente pero no dejare ganar así que me hice la fuerte y continúe. Toda la tarde hubo demasiado movimiento en emergencia, cuando se creía que no llegaría más pacientes llegaban sin previo aviso, por lo cual el dolor de mi rodilla era constante no me importaba yo trataba de caminar lo más normal posible.

Ya había terminado mi turno, me dirigí al salón de reuniones del personal y tome asiento. Descanse un poco de verdad que me estaba doliendo demasiado me iba revisar cuando se abrió la puerta.

-¿Que haces aquí? - me pregunta Alejandro con el semblante serio.

-Nada solo me quería sentar un rato.

-¿Qué tiene tu pierna?- esa pregunta me toma por sorpresa. 

-Nada, estoy bien- digo tratando de levantarme sin que se diera cuenta. Me toma por el brazo.

-No mientas Elizabeth, el que trataras de caminar normal durante toda la tarde no quiere decir que no me haya dado cuenta de que estas mal- valla pero si si sabe mi nombre, no pude evitar sonreír un poco creí que no lo conocía, la verdad era la primera vez que me llamaba por mi nombre- ¿Que te causa risa?- pregunta.

- No es nada- digo mirándolo a los ojos, porque cada vez que los veo me quedo hipnotizada, es que son tan hermosos que pierdo noción de la realidad,

- Yo certificaré eso, a ver muestrame- dice señalando el sillón para que tome asiento.

- No puedes ver la bota del pantalón no me sube.

-Y quien te dijo que lo subieras- dice como si fuera obvio lo que debería hacer- quitate el pantalón.

-¿Cómo?- digo atónita, deber estar bromeando.

-Lo que escucho, quitate el pantalón para revisar la herida- no sin duda no esta bromeando, como se le ocurre que me quitare el pantalón, esta demente si piensa que lo voy a hacer.

-No voy a quitarme el pantalón y quedar en ropa intima frente a usted- le digo lo más segura que puedo.

-Usted mas que nadie debe saber que es necesario hacerlo cuando se requiere, además le aseguro de que e visto a muchas mujeres desnudas en mi trabajo y no les he faltado el respeto- dice para que entienda, pero no, que el me vea así sería demasiado penoso- lo hace usted misma o lo hago yo- dice con el semblante serio y su mirada fría, se que es capaz de hacerlo así que no tengo de otra más que quitarme el pantalón.

-Esta bien- digo desabrochándo los botones, gracias a dios y traigo una braga decente porque seria de lo más bochornoso. Mientras deslizó mi pantalón por mis piernas él solo me observa y eso hace que me sonroje un poco, coloco el pantalón en la mesa.

-Toma asiento por favor- dice señalando el sillón, le hago caso y me siento, él se agacha y toma mi pierna, ese leve contacto hace que una corriente eléctrica corra por todo mi cuerpo, trato de tranquilizarme mientras el prosigue con su trabajo. 

Quita la venda, luego la gasa hasta dejar la herida visible.

-La herida esta infectada- dice levantándose dirigiéndose a el botiquín, toma lo necesario para limpiarla y regresa donde estoy yo- debo quitarte esa costra que se formo ¿cuándo fue la ultima vez que la limpiaste?.

-Esta mañana- respondo conciente que era muy imponente cuando trabajaba.

-Esto te dolerá dice agachándose de nuevo, me acomodo un poco cuando empieza a quitarme la costra. Es tan fuerte el dolor que causa que me agarro de su hombro, el se da cuenta de eso así que me mira.

-Duele mucho- dice continuando con la limpieza, vuelvo a apretar el hombro.

-Un poco- digo tratando de aguantar el dolor.

-Deberías hacerte una placa para que te asegures de que todo esta bien.

-No te preocupes, no es la primera vez que me golpeo así- digo apretando su hombro.

- No todos los golpes son iguales- dice serio.

-Lo se pero te aseguro que no es nada grave- no puedorevitar que salga de mi un leve grito que causa que me mire.

- Estas bien- pregunta preocupado.

- Si si, estoy bien- continua y lava la herida con solución, me lo seca y me coloca una crema cicatrizante, me coloca una gasa nueva y lo asegura con adhesivo.

-Listo- dice cuando termina- te duele mucho.

-Un poca nada más- toma un analgésico y me lo da.

-Tomate esto mejorarás con el, recuerda que debes curarte la herida con frecuencia para que no se te infecte más de lo que esta, y toma antibiótico- dice como todo un profesional,




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