Destino o Casualidad

Capítulo 8

Ahí estaba yo sentada en la barra bebiendo mi martini, Felipe se había ido al baño y me dejo libre por unos minutos, y tal como lo imagine no ha dejado de insistir en toda la noche, la verdad es que me estoy cansando. Elena no ha abandonado la pista desde que llegamos, sin duda alguna le gusta bailar y mucho. A mi me gusta bailar es solo que aquí no tengo tantos conocidos como los tenía en mi país. 

-Que calor- dice Elena al llegar a la barra junto a mi- un martini por favor- pide al señor que atiende la barra- ¿Donde esta Felipe?

-Esta en el baño, ya vuelve- digo tan alto para que me entienda.

-Bien, y ¿Como la estas pasando?.

-Pues bien, solo que estoy algo cansada.

-No seas aguafiestas, diviertete, baila, has algo. Tienes a Felipe y te la pasas aquí sentada- dice a modo de reproche.

-No empieces Elena por favor.

-Esta bien, ya se que tu tienes ojos solo para el adonis de tu jefe.

-No es cierto- miento- como ya te dije estoy cansada- justo en ese momento llega Felipe.

-Ey chicas. Me extrañaron- dice señalando su cuerpo.

-No en lo absoluto- contesta Elena- de hecho Elizabeth quería bailar, no es asi- y me mira como para evitar que diga algo.

-Eee... Bueno.. Yo...

-No se diga más, vallamos a la pista- Felipe toma mi mano y me guía a la mitad de la pista. Ahí empezamos a bailar una musica sensual, él pega su cuerpo al mio y bailamos al son de la canción. Sin duda alguna esta aprovechando de la cercanía.

-Ya te he dicho lo hermosa que estas hoy- dice después de cierto tiempo de bailar así.

-Si ya me lo has dicho un millón de veces esta noche- digo cansada de esta situación.

-Si pero me gusta repetirtelo- asiento-  Elizabeth aún estas pensando la propuesta que te hice.

-No tengo nada que pensar Felipe, ya te dije que pensaba sobre eso.

- Pero en serio no te has puesto a pensar que yo podría hacerte muy feliz, tu me gustas- o Dios ya no soporto esto.

- Felipe no quiero ser grosera contigo pero ya te dije que tu a mi no me gustas, solo te veo como un amigo.

-Yo se que tu te podrías enamorar de mi, damd una oportunidad- me toma de la cintura y se acerca a mis labios.

- Basta Felipe- digo girando la cabeza a un lado- eso no va a suceder. Y si me disculpas voy al baño.
Lo dejo solo en medio de la pista, me dirijo a los sanitarios, y por suerte para mi no hay cola, así que paso de una vez. Me veo al espejo, el reflejo que se ve no es nada conciliador, estoy sudada, demasiado para mi gusto, saco una toallita húmeda de mi bolso y me limpio un poco. Trató de arreglarme lo más que puedo colocandome un poco de maquillaje y me gusta el resultado. Me miro al espejo por última vez y salgo del baño.

Abro la puerta y me dirijo a la barra donde puedo distinguir a Elena, pero cuando empiezo a caminar toman mi mano y tiran de ella.

-Pero que dia... - no digo más, la sorpresa me ha dejado sin habla.

-Valla ya veo que no mentías, cuando me dijiste que tenias planes- no se que decir- y también puedo notar que la estas pasando muy bien con tus amigos- dice tan prepotente que hace que reaccione y pueda responder.

-Bueno la verdad es que eso no le interesa a usted, si me divierto o no es mi problema- suelto sin meditar mucho las palabras.
-Quien lo iba a decir, ya veo que si tienes agallas, no solo obedeces también sabes defenderte- eso fue la gota que derramo el baso.

-Sin duda alguna no es de su incumbencia, aunque si le informo que me considero una persona auto suficiente como para necesitar que me defiendan, yo sola he podido, puedo y podre con las personas que se meten conmigo- tomo un poco de aire y continuo- y si me disculpa tengo a alguien que me espera y que le aseguro es mejor compañía que usted. Permiso- digo soltandome de su agarre y caminando en dirección de la barra. Él solo se queda ahí y no me sigue, cosa que agradezco. ¿O no?.

-Donde estabas- pregunta Elena.

-Estaba en el baño- digo sin mucha ganas de continuar con la conversación- pero eso no importa, solo quería informarte que me voy.

-¡Te vas! Como que te vas a ir si la fiesta esta espectacular.

-Estoy cansada Elena de verdad. Si quieres tu te quedas.

-No vas a irte sola- dice enarcando una ceja- es peligroso.

-No te preocupes si, yo tomare un taxi- digo para quitarle hierro a la situación.

-No me gusta mucho pero esta bien, me copias nada más llegues vale.

-Si tranquila, yo te copio.

-Bueno, cuidate si.- asiento y me dirijo a la salida, ya quiero irme de este lugar no me siento nada cómoda. En la salida pido un taxi, se para le digo la dirección y se pone en marcha durante el camino no dejo de mirar por la ventanilla, pensando en los acontecimientos de esta noche o mejor dicho madrugada, pensando en porque Alejandro estaba ahí. Sera que me siguió. No, no lo creo es absurdo, durante todo el camino pienso en esa posibilidad, estoy tan metida en mis pensamientos que no me doy cuenta que ya hemos llegado. Le pago al camarero y subo a mi apartamento, ya dentro me dirijo a mi habitación, me quito el maquillaje y luego me desvisto, estoy tan cansada que no me importa dormir solo con ropa interior. Me tiro en la cama y no pasa mucho tiempo antes de quedarme dormida.

Al día siguiente me despierto, no se que hora es solo se que aún tengo sueño. Me desperezo un poco y tomo mi teléfono, diablos son las 11:30. Como he podido dormir tanto. Me levanto rápidamente, me doy una ducha, me lavo los dientes y me visto solo me coloco ropa de casa total no pienso ir a ningún lado. Me dirijo a la cocina a prepararme algo de come como no tengo muchas ganas de preparar gran cosa opto por un sándwich de queso y jamón, cuando ya lo tengo listo y me voy a sentar para comer llaman a la puerta, me levanto y voy hacia la puerta la habro y...




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