¿destino o casualidad?

Prólogo

—¿Qué son esas horas de llegar?–preguntó mí madre.

—Mamá, estábamos en una fiesta, apenas y son las dos de la madrugada ¿Qué no es obvio?–respondió mí hermana mayor Raquel.

—¿Recuerden me en que momento me preguntaron si podían ir a una fiesta y dije que si?—dijo mí madre ya un poco molesta.

Esto era lo único que no me gustaba, tener que dar explicaciones, ¿no creen que en estos momentos en vez de estar aquí escuchando las miles de miles de preguntas que mí madre apenas y empieza a preguntar, estaría en mí habitación ya tomando una siesta?, Talvez me espera un sermón de unas 3 horas, bueno a menos que Raquel le diga algo y me pueda ir a dormir porque estoy muy agotada.

—Mamá ya no somos unas bebés, te recuerdo que ya tengo 18 y Victoria 17, aún así se puede cuidar sola y además Hiba con la mejor cuidadora del mundo–explicó Raquel.

Correción, es la peor cuidadora del mundo, me dejó sola en la fiesta porque se fue con sus amigas, yo tenía mis amigos y amigas también pero aún no llegaban cuando ella me dejó sola sentada en un sofá.

En  una ocasión cuando éramos pequeñas fuimos al parque de diversiones, nos queríamos subir a la montaña Rusa así que le dijimos a nuestros padres y aceptaron después de suplicar por unas 2 horas, era tanta la emoción de Raquel que corrió como si no hubiera un mañana hacía donde se hacía la fila para subir y me dejó sola, también sabía dónde era la fila pero cómo habían tantas personas lo que no sabía era donde estaba ella, de igual manera me fui, la busque con la mirada porque si me salía de la fila Hiba a perder mí lugar pero no la encontré, me subí y los hacientos  se dividían en dos de dos <<no sé si me doy a entender>> se supone que en un asiento tendría que ir mí hermana y yo y en el de al lado otras dos personas pero como no estaba con ella, una chica de unos 16 años se sentó donde se supone que iría Raquel <<en ese entonces tenía 11 años>> y al otro lado unos chicos de unos 19 o 20 años, se preguntarán, ¿Que hacía una niña de 11años en una montaña Rusa? Bueno la respuesta es que para mi edad era alta y parecía de 13 años y no tuve problemas en poder entrar, busque a Raquel con la mirada pero seguía sin encontrarla, sentí un pequeño empujón que anunciaba que el juego ya había comenzado, fui gritando horriblemente durante el juego hasta que terminó, baje y cuando salí ahí estaba Raquel, me preguntó que en donde estuve todo este tiempo, la mire mal porque por culpa de ella me había subido sola y es que ella se había subido mucho tiempo atrás...y aún así dice ser la mejor cuidadora del mundo.

—Pero parece que para su edad no son lo suficiente maduras–le contesto mí madre.

—Mamá no se que nos reclamas, no bebimos de más, y eso de madurar mamá, no somos frutas–hablé yo.

Ella solo negó con la cabeza.

—Mamá tenemos sueño, ¿Nos dejas ir a dormir?–pregunto Raquel.

—Esta bien, las felicito porque bebieron pero no sé emborracharon, creo que ya me explicaron todo lo que  tenían así que las miro mañana–dijo mí madre, dio media vuelta y se dirigió a su habitación.

—Que bien que no nos diera uno de sus sermones–le dije a Raquel.

—Si, te felicito hermanita, porque gracias a que le dijiste la palabra–hizo comillas con sus dedos— "No bebimos de más" ahora podemos ir a descansar—dijo Raquel.

después de esa pequeña conversación fui a mí habitación, no me tomé la molestia de quitarme nada así que solo llegué, me tiré y me quedé profundamente dormida.

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Sentí que algo o mejor dicho alguien me movía de un lado a otro, abrí mis ojos y me asusté al ver el rostro de una niña pequeña, se bajó de mí cama y empezó a dar saltos y gritó:

—¡YA SE LEVANTÓ!.

No entendía nada de lo que sucedía como por ejemplo quién era esa pequeña niña que estaba en mí habitación y porque había dicho que había despertado ¿Acaso me estuvo vigilando para ver en qué momento despertaba?.

La puerta se abrió y vi que entro mí madre y otra señora que no conocía para nada.

—Buenos días hija, te presento a nuestra nueva vecina y su hija pequeña Isabella.

Esto era humillante, para empezar tenía el pelo muy desordenado, no estaba cambiada, estaba con la misma ropa del día anterior y pienso que fuera mejor que mí madre me presentará en la sala pero no aquí, en mí habitación en el momento exacto en el que me estoy levantando y ni me e bañado, si la primera impresión es la que cuenta, está señora tiene la peor impresión de mí.

—Buenos días, Mamá, yo...–hice una expresión de incomodidad que creo que entendió porque se sorprendió y me miró, creo que no había notado que estaba mal arreglada.

—escucha, Maribel, ¿Tu y tu hija podrían acompañarme al comedor?–le dijo mí madre a nuestra nueva vecina que por lo que acabo de oír se llama Maribel.

Asintió y se fueron de mí habitación, me levanté y me fui a bañar de una vez, luego de bañarme ya me puse ropa adecuada para poder presentarme con la vecina, luego baje y ya pude presentarme de mejor manera.

—buenos días señorita Maribel–salude.

—buenos días Señorita Victoria–me saludo ella.

Me senté y Andrea, la sirvienta de mí casa me dio el desayuno que en seguida me comí.

Luego me llegó un mensaje de Kate, mí mejor amiga así que lo abrí y decía:

Kate❤️

Amiga, buenas noticias, Jessica, nuestra compañera de clases va hacer una nueva fiesta y estamos invitadas.

Pero Kate, como se supone que iré si

Mi madre me trata como una niña pequeña.

Kate❤️

¿Te dejan ir con tu hermana?

Si, me dejan ir pero con la condición de

Que no vaya sola.

Kate❤️




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