¿destino o casualidad?

4. Dos extraños bailando bajo la luna.

Una semana había pasado desde aquel día en el que ambos confesaron sus temores y lloraron en el hombro de un desconocido. Una semana y no podían dejar de pensar el uno en el otro.

¿Cómo una persona de la que no sabes nada puede convertirse en la protagonista de tus pensamientos?

Ella aún recordaba como la había abrazado y susurrado palabras que la calmaron, que la hicieron sentir en paz; y él con un recordatorio en forma de chichón en la nuca, no olvidaba quien le había limpiado las lágrimas sin juzgarlo por la debilidad que éstas representaba al criterio de muchos.

Ambos con vidas y rutinas distintas tenían en común no solo el corazón lastimado por sus resientes relaciones fallidas, también estaban el que sus pensamientos se dirigían una y otra vez a la misma noche.

La chica que necesitaba despejar su mente decide salir a dar un paseo. El color rojizo de la tarde llenaba el cielo y el viento que le pegaba en la cara le hacía sentirse viva. Llega a un lindo parque donde niños corretean y un grupo de músicos comparten sus canciones con las personas de alrededor. Los gritos y risas de diversión de los pequeños acompañaba la melodía que producían los instrumentos, no sabía cuanto tiempo paso pero el color rojizo le dio su lugar a la obscuridad que hacia una estampa perfecta con las luces del parque y las estrellas del cielo.

El chico que camina rumbo a su hogar escucha una melodía que lo hace detenerse. Decide acercarse al lugar y se sienta en una de las bancas que rodean el kiosco del parque. En el centro unos músicos tocan y la gente de cerca los observa deleitándose con las notas.

De pronto una pareja empieza a bailar acompañada de la música y poco a poco las personas los imitan. Todo el mundo baila y sintiéndose tímido voltea hacía los lados pensando que es el único que se encuentra sentado, pero su mirada se queda clavada en una hermosa chica de cabellos castaños que mira embelesada el baile. Su pies enfundados en tacones de color amarillo –al igual que su corto vestido– se mueven de un lugar a otro siguiendo el ritmo. Se ve adorable con el lazo azul que tiene en el cabello que combina con el cinturón que lleva enredado en su cintura. Sin darse cuenta sus pies lo llevan hacía ella y cuando esta justo a su lado la chica le mira y en sus ojos brilla la sorpresa.

No podía creer lo que veía, el pelinegro que no dejaba de rondar por su cabeza esta a unos centímetros de distancia y la observa con una sonrisa. Le ofrece una mano como invitación silenciosa y sin saber que hacer se la mira durante unos segundos. Cuando las ganas de unirse al baile que se desarrolla frente a ellos pueden más que su razón, se la toma y caminan deteniéndose en el centro de todos; él la acerca un poco más colocando sus brazos alrededor del cuello, posando los suyos en su cintura.

Bailan con sus miradas fijas en los ojos del otro, escuchando la voz del músico cantar y el sonido de los instrumentos acompañarlo.

I'm thinking 'bout how people fall in love in mysterious ways 
(Estoy pensando en cómo la gente se enamora de formas misteriosas)
 

Maybe it's all part of a plan 
(Tal vez todo sea parte de un plan)
 


 

I'll just keep on making the same mistakes 
(Seguiré cometiendo los mismos errores)
Hoping that you'll understand
(Esperando que entiendas)
But baby now 
(Pero bebé ahora)
Take me into your loving arms 
(Tómame en tus brazos amorosos)
Kiss me under the light of a thousand stars 
(Bésame bajo la luz de mil estrellas)
Place your head on my beating heart 
(Pon tu cabeza en mi corazón palpitante)
I'm thinking out loud 
(Estoy pensando en voz alta)
That maybe we found love right where we are
(Que tal vez encontramos el amor justo donde estamos)
 


La chica se ríe y él la mira con una sonrisa y la ceja enarcada.

—¿Qué es tan gracioso?

—Que estoy bailando contigo y no sé cuál es tu nombre.

—Yo tampoco sé el tuyo. ¿Somos desconocidos que bailan? —pregunta el chico con una gran sonrisa y su mirada en el cielo.

Ella también mira al cielo y se encuentra con un hermoso círculo brillante.

—Somos dos extraños bailando bajo la luna.

Vuelven a sumergirse en el silencio tan cómodo bailando con sus cuerpos pegados. Ella escuchando su corazón y él apoyando su cabeza en la de la chica.

Cuando los músicos, cansados, se marchan, el baile termina y las personas se dispersan por el lugar. Ella se separa y con una tímida sonrisa habla.

—Soy Diane.

Sin esperar respuesta se da la vuelta y se aleja pero no lo suficiente, por lo que logra escuchar el grito del chico.

—¡Me llamo Evan!

Con una sonrisa en los labios ambos se van a la cama consiguiendo dormir por primera vez en un largo tiempo.



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En el texto hay: destino, amor, casualidad

Editado: 11.10.2021

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