Destino o Casualidad

SENTIMIENTOS ENCONTRADOS

Hoy tengo que ir a ver a mi "novia", la amo demasiado.

Camile es super distinta a todas las chicas que conozco, ella no es arrogante, ella es humilde. A pesar de tener dinero siempre es buena, humilde y ayuda a los demás.

Ya no falta nada para que sea 14 de febrero, estoy preparándole una sorpresa, ella se la merece.

—Madre, me iré a ver a Camile, llegare más tarde — le digo a mi madre que está sentada frente a su laptop

—Si hijo, mañana iremos a ver el sitio donde se quedarán aquellas personas que están en extrema pobreza — me dice mi madre

—Si madre — le digo y me voy

Llego a la casa de Camile y son las 2:30 p.m. 

—Buenas tardes joven Aran, la señorita Camile lo espera en la sala de estar — me dice una de las muchachas que atienden la casa

—Gracias — le digo y me voy a buscar a Camile

Nunca me he sentido bien diciéndoles sirvientas a las personas que ayudan en casa, siento que ese término es muy despectivo y no me gusta usarlo.

—Aran, que alegría verte, ya te extrañaba — me dice Camile dándome un pequeño beso en los labios

—Pero si nos vimos ayer, aunque la verdad yo también te extrañaba hermosa — le digo y la acurruco en mis brazos

—Mi padre quiere habla contigo, ya sabes por protocolo — me dice Camile

—No hay problema pequeña — le digo

Camile me dirige hacia la oficina de su padre y se retira

—Señor de La Torre, buenas tardes — le digo estresando su mano con la mía

—Siéntate muchacho — me dice el padre de Camile

—Camile me dijo que usted quería hablar conmigo — le informo

—Así es, solo quiero saber si tus sentimientos son verdaderos hacia ella, si piensas que es la estrella que más brilla en el cielo, si es la persona que hace que tu corazón lata a mil por segundo en solo pensar en ella, necesito saberlo como padre que soy — me dice el señor de La Torre

—Quiero mucho a Camile, ella se ha vuelto en la primera persona en la que pienso al levantarme y en la última en acostarme, Camile ha hecho que me vuelva a sentir vivo — le digo lo más sincero que puedo

—Te creo Aran, solo no la hagas sufrir — me dice 

—No se preocupe señor, no la hare sufrir

—No me digas señor, dime Guillermo — me dice Guillermo

—Como digas Guillermo, un gusto poder hablar contigo— le digo y nos damos un apretón de manos

Salgo de su oficina y veo a una Camile preocupada.

—¿Qué te dijo mi padre? — me dice ella

—Me dijo que no aprueba nuestra relación, lo mejor será que me vaya — le digo intentando no reírme

—Eso sí que no, mi padre me va a escuchar — me dice ella e intenta ir a la oficina de su padre

—Tranquila fiera, tu padre me ha dado la bendición — le digo

—Me asustaste tonto, te quiero — me dice ella y me abraza

—Yo también te quiero — le digo

La tarde se pasó como de costumbre, con Camile almorzamos y luego fuimos juntos a la clase de francés.

Después de eso me fui a mi casa y cene y me quede dormido.

 

NARRA MIA

Hoy llegaran aquellas personas que nos ayudaran a todos nosotros, desde que tengo uso de razón siempre he vivido prácticamente sola, mis padres eran borrachos y nunca tenían tiempo para mí.

Solo hubo un tiempo en que yo era feliz y eso ha pasado hace 5 años, cuando aún tenía a mi caballero andante, a mi caballero de fuerte armadura.

Aran, ¿Dónde estarás?, no sé si estarás bien, no supe nada mas de ti desde que te fuiste, solo quiero volver a verte, ver que estas bien.

—Mia, apúrate que ya van a llegar — me dice Odette

—Si, ya me apresuro y voy — le digo a Odette

Hay veces que me centro tanto en mi mundo que me olvido del mundo real, mi mundo está lleno de poesía y lleno de rimas.

Esto sonara descabellado, pero haciendo rimas es que me siento más cerca de Aran, sé que a él le encantaban mis rimas, aún recuerdo cuando él las intenta hacer y no le salían muy bien.

Hay versos que le he escrito, versos que no se si leerá algún día, palabras que solo son palabras en una hoja de papel, palabras sin ningún sentimiento si no las lee él, solo palabras, palabras son lo que son.

Termino de vestirme y salgo para ver que lleguen las personas de noble corazón que nos quieren ayudar.

—Mia, estoy ansiosa, esto no pasa todos los días —me dice Odette

—Ya lo sé, ojalá que sean buenas personas, ya sabes por todo lo que he tenido a mis cortos 15 años — le digo

—Ya lo se pequeña, ya lo sé — me dice Odette abrazándome

Desde que Aran se fue tuve que aprender a vivir sola, la vida no me dio un trato agradable de recibir, un día en la noche estaba por un de los sitios más peligrosos de lima y un hombre de unos 23 años me violo, abuso de mí, me golpeo, hizo conmigo lo que quiso y cuando se cansó me dejo ahí botara en un cochino callejón.

Me dolía todas mis partes íntimas, sentía un ardor terrible, no me acuerdo ni como llegue a un hospital, pero ahí me atendieron.

Cuando desperté el doctor me dijo que tenía el útero en muy mal estado y la verdad es que eso era lo que me esperaba.

También me dijeron que tenía que llamar a mis padres y yo les dije que, si lo llamaría, aunque estaba mintiendo.

Pasaron tres días y como pude me saque la intravenosa que tenía, desconecte todos los cabes que estaban en mi cuerpo y me cambie.

Me puse esa ropa sucia, esa ropa con la cual me habían violado, yo solo tenía 13 años y tuve que irme del hospital porque si no me llevarían a un orfanato y eso es lo que menos quería.

En mi escapada conocí a Odette, ella tenía 19 años y ella me ayudo, me protegió y me dio un techo y comida todos los días.

Estoy agradecida con el de arriba por mandarme a mi ángel guardián.

—Mia, llegaron — me dice Odette

Salgo para ver a las personas de tan buen corazón y es cuando lo veo.




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