Destino o Casualidad

LA OTRA CARA DE LA MONEDA

POV MIA

¿Por qué me escondí cuando lo vi? ¿Por qué dejé que me besara cuando lo encontré? ¿Por qué no lo busco ahora que ya se dónde está?

Preguntas que muchos querrán saber la respuesta, pero ni yo misma lo se.

Tal vez solo intente excusarme y decir que me da vergüenza que me vea, talvez solo diga la típica excusa de “seguro no se acuerda de mi" o simplemente la más cierta en todo el sentido de la palabra, "me doy vergüenza yo misma, me avergüenza lo que tuve que pasar y por eso no quiero que me vea".

Aran ya es un chico de dinero y sus padres tienen poder, él no se fijaría en una chica que ha sido violada, maltratada y encima huérfana.

Yo solo sirvo para dar pena, nadie me ve como algo más.

Muchas veces intente darme ánimos y decirme que todo cambiaria, que llegaría el momento de brillar, de ser la luz de alguien más, mi momento de cambiar a una vida mejor, pero obviamente eso no sucedió.

La he pasado mal, muy mal y aun así quiero encontrar un momento estable en mi vida.

Odette le ha dado ese pequeño destello de luz a mi vida, por lo menos ahora ya no ando sola en la oscuridad, ella se asemeja mucho a una hermana mayor.

Con Odette hemos pasado muchas cosas y muchos niños hemos ido reclutando desde que yo me integre a la banda.

Agradezco a Dios por darme la oportunidad de encontrarla y por poder tener un hogar ahora.

Por lo que se la madre de Aran, la señora Rossie, es la primera dama, su padre es el presidente y por ende tienen muchísimo poder y dinero.

Hay veces en la que me pregunto si Aran tendrá novia, si él seguirá siendo el niño dulce que jugaba conmigo, si él aun me recuerda, si él aun seguirá teniendo bondad en su corazón...cosas que no puedo saber, cosas que no puedo responder, cosas que simplemente no las sabre.

Aprendí a leer y escribir cuando era una niña, Rossie me enseño y por eso estoy muy agradecida.

Los pocos conocimientos que tengo se los enseñe a Odette y ahora también se los enseño a los niños de este refugio.

—Me enseñas a pintar — me dice el pequeño Thiago

—Claro, anda por Carlos y Brenda y empezamos las clases — le digo

Thiago es un niño de 4 años, su madre es drogadicta y nos entregó a Thiago en una de las tantas veces que íbamos por la calle con Odette.

Brenda es una pequeña de 5 años, ella tiene sus padres alcohólicos y ya no se más.

Carlos un niño muy reservado con tan solo 5 años, no habla, no dice nada.

La verdad es que, así como ellos hay más niños y algunos más grandes que otros, muchos han pasado por cosas horribles, pero aquí nadie habla de eso.

Agarro mis cosas y me voy a ver a Carlos, Thiago y Brenda.

#

—Mia, cuéntame que es lo que te pasa — me dice Odette

Aunque quiera contarle no puedo, ni yo misma acepto aun en la situación en la que estoy.

—No me pasa nada Odette — le digo yo

—Ya sabes, para lo que sea yo estoy aquí — me dice ella

Solo me quiero desahogar, y ya se cómo lo poder hacer...

 Hola...

Si ya lo sé, esto es raro y encima viniendo de mí, pero que te puedo decir solo decidí hacerlo.

Quisiera preguntarle como estas, que ha sido de tu vida, pero no lo hare porque sé que tú me preguntaras lo mismo y yo no pienso responder.

Desde que te fuiste empecé una nueva vida, una nueva historia y supongo que tú también.

No sé si te disté cuenta, pero te vi y no solo una vez, yo te vi dos veces.

La segunda vez me besaste y sentí como mi corazón latía tan fuerte que sentí que se iba a salir de mi pecho.

Las mariposas de mi estomago se transformaron en dragones, dragones que querían salir y quemar lo que encuentren a su paso.

Aquella llama del amor que creció en mí no la pude apagar solo controlar, pero cuando te vi el fuego flamante creció muy rápido así quemando todo mi ser.

Mi pobre corazón no quiere sufrir y la verdad es que tengo miedo, miedo de que tu no sientas lo mismo, miedo de creer que todo esto es una ilusión.

Hay veces que quisiera que todo sea un sueño, y así despertarme y saber que nada de lo que estoy pensando es real.

No pensé volver a verte y heme aquí escribiéndote una carta que nunca leerás, puede que pienses que soy una cobarde, pero no es eso.

Yo creo que soy valiente al dejarte ir, cobardía no es.

Se me hace raro no haber usado rimas esta vez, pero ya sabes que eso no siempre de va a poder.

Las rimas son parte de mí y con eso no hay nada que hacer, unos lindos versos son los que quiero yo ver.

Posiblemente ya tengas una enamorada y yo aquí estando enamorada.

Dos caminos diferentes somos, caminos paralelos en los que estamos.

Por más que tú trates de encontrarme yo sabre esconderme y así nunca más encontrarnos, no quiero saber qué es lo que quieres de mí y espero que en algún momento me dejes ir.

Te amo Aran, pero ¿qué se yo del amor? nada y posiblemente eso es lo que sienta por ti...nada.

Termino de escribir las pequeñas palabras en mi cuaderno y las lágrimas no se demoran en salir.

¿Qué se yo del amor? nada...y eso es lo que siento por él, nada, absolutamente nada.

Dicen que si algo lo repites muchas veces se vuelve realidad y la verdad es que espero que, si sea cierto porque a pesar de no decírselo a la cara, me duele como nunca antes.

Decir algo que no es cierto me lastima, pero sé que con el tiempo eso sanara y mis heridas se cerraran.

No quiero más lastima de los demás, quiero ser libre, ser una niña como otras.

Quiero una vida de paz y quiero sanar.

Sanar aquellas heridas del pasado, aquellos momentos que me hicieron desdichada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.