Destino o Casualidad

SORPRESA

Vuelvo a casa con una sonrisa enorme, el solo estar hoy con Mia y verla reír me devuelve la vida. Ella ha sido la única capaz de lograr eso en mí.

Llego a casa y veo todo muy silencioso, porque será que pienso que mi madre ha organizado una fiesta sorpresa.

Entro a casa y todo esta en un silencio absoluto, no hay ni un grillo haciendo bulla.

En cuanto cierro la puerta se oye es estruendoso grito de los presentes.

—¡SORPRESA!

Me hago el sorprendido y abrazo a mi madre.

—Feliz cumpleaños cariño —me dice mi madre y ella sale de mi vista dejándome con un montón de chicos y chicas que no he visto en mi puñetera vida.

Se que no lo ha hecho con intención de joderme, pero si me jode. No me gustan las fiestas y odio que me trate como si fuera un crio de 15 años para que me realicen una fiesta sorpresa.

No dejo que esto me amargue y solo subo a mi habitación para recordar a mi pequeña lucecita.

—Debes salir a divertirte hijo —me dice mi madre

Me muerdo la lengua para no soltar ninguna chorrada como: Quien mierda se puede divertir y martes cuando mañana hay clases.

—Claro, ahora bajo —le digo y ella sale más tranquila.

A quienes les gusta llamar la atención son ellos, que ellos salgan y hagan de cuenta que es su fiesta para que a mi me dejen en paz.

Me pongo un polo ajustado y salgo a la dichosa fiesta.

Me doy cuenta que más de una chica se me ha quedado mirando y no estoy entendiendo por qué. ¿acaso estas tías no me conocen? ¿Cómo vienes a un cumpleaños sin conocer al cumpleañero?

—Hola —me dice una chica mordiéndose los labios

—Si sigues haciendo eso te dolerá el labio, no es bueno mordértelo —le dio y ella se pone colorada al instante

No me parece nada sexy que una mujer se muerda los labios cada dos por tres para llamar la atención de un tipo.

—Feliz cumpleaños, pasadla genial —me dice ella y por su acento creo que es española.

Sigo andando y otra chica se me acerca.

—Hola cumpleañero —me dice ella y por poco me pone los pechos en la cara

Su vestido a las justas cubre la mitad de sus pechos y le llega muy por encima de las nalgas. No me juzguen solo describo lo que veo.

Me doy una mirada cansada y le digo gracias.

Para soportar un poquito esta fiesta debo tomarme un trago. Llego a la barra y lo único que hay son tragos para niños, necesito algo más fuerte.

Disimuladamente entro al despacho de mi padre y saco uno de sus mejores tequilas. Bebo un trago grande y me arde la garganta hasta el estómago.

Salgo con la botella en mano y sigo bebiendo hasta que esta queda en completo vacío. Ya me cansé de soportar a unos adolescentes cachondos y borrachos.

¿Sera que si vivo en el cuerpo de un anciano?

—¡LA FIESTA SE ACABO! Calabaza, calabaza y cada uno a su casa —les digo y los empiezo a empujar uno por uno.

Después que todos salen subo a mi recamara y al ver la hora las orbitas de los ojos se me quieren salir.

Son las 4 de la mañana y tengo clases en 4 horas más.

¡MALDITO DIA DE MIERDA!

No se en que momento me dormí, pero si que se en qué momento comienza a sonar la jodida alarma.

Me despierto con pesadez y las ganas de vomitar incrementan al moverme. Salgo de la cama y voy directo al retrete.

Ya no tengo nada de licor en mi sistema, he bajado la palanca del baño unas cuatro veces porque no tengo la menor idea de cuanto he vomitado, posiblemente hasta se me haya salido un riñón.

He dormido 3 horas como mucho, entro a la ducha y me baño rápido, me cambio y salgo directo para la universidad.

Al llegar al salón puedo ver que mis compañeros están como si nada hubiera pasado.

—¿Cómo están llevando la cruda? —les pregunto y ellos se ríen

—Tranquilo novato con el tiempo te acostumbras —me dicen y solo asiento

El cuerpo me pesa y no sé si será verdad que con el tiempo uno se acostumbra, pero de lo que si estoy seguro es que no vuelvo a tomar de nuevo.

«Eso no te lo crees ni tú»

Choco la cabeza con el pupitre y me quedo dormido hasta que escucho al profesor hablar.

—Buenos días alumnos, hoy abra una practica calificada. Guarden todo y solo quiero ver lapicero en mano —dice el profesor.

Todos hacen sus quejas, pero hacen caso a lo que profesor dice.

¿Qué tan malo será si no estudie?

El examen llega a mi sitio y veo las letras bailando. ¿Qué mierda tenia el tequila de mi padre?

Intento concentrarme, pero se me es imposible. Solo he escrito mi nombre y no sé si está bien.

—5 minutos chicos —anuncia el profesor

¿Cómo que 5 minutos? Si no ha pasado ni 1 minuto desde que entrego el examen

Quisiera poder decir que marque todo a ultima hora, pero mi examen no era así de sencillo. Teníamos que escribir y resolver.

—Pan comido la practica —dice un compañero y lo miro mal

No entro a las siguientes clases porque me voy a casa.

—¿Dónde está mi padre? —le pregunto a mi nana

—En su despacho

Sin contestar entro y lo veo muy tranquilo leyendo papeles.

—Ayer cogí tu botella de tequila y hoy no he podido rendir la prueba porque me sentía mal ¿Qué puñeteras tenía esa cosa?

—No debiste agarrar mis cosas y solo es tequila. Ya te acostumbraras a la sensación —me dice él y no le creo

Me arrastro a mi habitación y caigo en brazos de Morfeo a penas toco mi suave cama.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Nota de la autora:

Hola!

Se que he estado desaparecida, las clases me quitan demasiado tiempo.

Prometo publicar mas seguido este libro y no dejarlos sin capítulo tanto tiempo.




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