Destino o Casualidad

NO SOY LA INDICADA

POV MIA

—Y si yo te digo… ¿Y si te digo que te amo? —me dice y me quedo paralizada.

Mi cerebro deja de funcionar y mi cuerpo no responde a nada de lo que le digo.

—Contéstame Mia, por favor —suplica y me agarra de las manos

Me quedo mirándolo y me suelto de repente. Salgo corriendo y no paro a pesar que lo escucho llamarme.

—¡Mia! ¡Mía para por favor! —grita él, pero no le hago caso

Siento como los pulmones me arden por correr, pero sigo porque no quiero aceptar la realidad, quiero pensar que esa pregunta nunca existió.

No soy la indicada para él, somos demasiado distintos, somos polos opuestos que no están destinados a acabar juntos. Aran es luz y yo oscuridad, Aran es ternura y yo violencia, Aran es el arcoíris y yo la lluvia.

Me encierro en mi habitación y no le abro la puerta a pesar que la esta tocando como un loco.

—Ábreme por favor —suplica y su voz se escucha rota

Me duele saber que esta sufriendo y que es por mi culpa.

—Vete Aran, no lo hagas más difícil —le digo y él para de tocar.

Me tiro a la cama, me tapo de pies a cabeza y las lágrimas amenazan en salir. Las intento retener, aunque es imposible porque en menos de lo que quiero tengo la cara empapada.

Silencio mis sollozos, pero sigo llorando. Mi alma esta tan rota y ahora amas por hacer sufrir a alguien que no lo merece.

—Te quiero no lo olvides lucecita, no olvides que te quiero —me dice y parece que se está yendo.

No quiero que se aleje, pero no puedo tenerlo cerca. Soy demasiado egoísta, no lo puedo tener para mí, pero no quiero que nadie mas lo tenga. Me levanto de la cama y con toda la fuerza de voluntad que queda en mi cuerpo abro la puerta de la habitación.

Lo busco con la mirada y lo veo a unos 10 metros.

—¡ARAN! ¡ARAN PARA! —grito y él voltea

Corro hasta llegar a su altura y lo primero que me mata son sus ojos llenos de lágrimas y algo rojos.

—También te quiero —le digo y ambos nos quedamos mirándonos sin decir palabra alguna

Quisiera decirle todo lo que mi pecho quiere expresar, pero no lo hago. Me quedo callada como la cobarde que soy, prefiero que piense cualquier cosa antes de decirle que estoy rota por dentro y por fuera. Lo que pase no es algo fácil de digerir, mis padres me abandonaron, sufrí, y no quiero que un alma tan pura como la de él se contamine con la mierda de vida que me ha tocado vivir a mí. Su madre tiene razón, yo no merezco a Aran, no merezco que él me quiera como em quiere, no lo merezco.

No soy para ti Aran, no me puedes amar. Recién nos conocemos —le digo y él no dice nada

Su silencio me mata y no si es porque no quiere hablar o porque ya no sabe que decir.

—Dime algo, no te quedes callado que tu silencio me está matando —le digo

—No sé qué decir… ¿acaso recién nos conocemos? —pregunta y me tenso nuevamente

No digo anda, pero se que mi mirada lo dice todo.

Todavía siento todo ese cariño que sentía por él hace años, no lo he dejado de querer. ¿Pero que se yo de amar si nadie me ha amado a mí?

—No me hagas decirlo —le digo al borde del llanto

—¿Crees que no me duele? También sufro pequeña, te quiero y me mata saber que no sientes lo mismo que yo —me dice y aleja su mano de la mía

Me siento fría, sola y vacía. No leo alejarse y no quiero que se vaya de mi lado. Necesito el calor de su cuerpo, el calor abrazador de sus palabras.

—No soy digna para ti Aran, no lo soy. ESTOY ROTA ARAN, ESTOY ROTA —Me rompo a llorar y caigo de rodillas al frio suelo

Siento como él me abraza y me llena de palabras que no logro entender.

Mi llanto se hace mas fuerte al sentir que no se fue, al sentir que a pesar de todo él sigue a mi lado.

—No soy la indicada —digo con la voz rota

—Shhh…no hables. No digas nada que solo logras romperme más Mía, quédate conmigo sin importar lo que sea que nos haya pasado, sin importar las clases sociales, sin que nos importe el mundo. Solo quiero que seamos tú y yo contra el fin de l mundo, tú y yo que coincidimos por el destino —me dice él

—O talvez fue la casualidad —digo y después de tanto llanto aparece una pequeña sonrisa en mi rostro

No se cuanto me quedo entre sus brazos, pero al separarnos siento que el frio golpea mi alma. No quiero que esto sea un sueño, no quiero ilusionarme para luego caer y no saber cómo levantarme.

—No es un sueño Mia, te quiero mas que a mi propia vida. —me dice y me besa en medio de la noche estrellada y con una luna iluminada como el nuestro primer beso hace unos meses.

Me dejo abrazar por el calor que desprende su cuerpo, por los sentimientos que crece en mi interior, por las mariposas que ahora se han convertido en dragones capaces de quemar el mundo por él. Mi cuerpo tiembla por cada corriente eléctrica que siento y solo se que no quiero que esto termine nunca.

—Te quiero y no pienso dejar de luchar por ti —me dice y nos quedamos abrazados con lagrimas de felicidad y tristeza.

A veces no entiendo a cupido, ¿Por qué no flecha con la persona que no debe? Aran es tan distinto a mí, él no pertenece a mi mundo y a pesar de eso soy tan egoísta que no lo dejo ir porque no quiero sentirme sola, no quiero sentir que nadie me quiere, no quiero sentir ese vacío en el pecho al no tenerlo a él.

—Promete que lucharemos por lo que tenemos, que no me dejaras solo en el juego —me dice y asiento como una loca

No puedo pronunciar palabras porque se que me quemaran la garganta al decir tantas mentiras, sé que las pagare con creces, pero ahora quiero seguir en mi burbuja y no decirle lo que de verdad estará por pasar, por lo que piensa su madre, pero sobre todo por lo que pienso yo. Porque a pesar de todo lo que me ha dicho, aun siento que no soy la indicada para él.




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