Al llegar a la universidad de Oxford todo fue cambiando, mis rutinas eran distintas, mis pasatiempos fueron otros y otras cosas se volvieron prioridad.
De vez en cuando llamo a mi madre y a mi padre. De Mia no se nada, lo ultimo que supe de ella fue que termino la primaria en tiempo récord y que empezaba su preparación para secundaria.
—¿Cómo esta? —pregunto
—Esta mejor, ella ahora sonríe por ella misma. Siempre pregunta por ti de manera involuntaria —me dice Odette
—Yo también la extraño, solo quiero que mi lucecita sepa que regresare por ella —le digo y Odette de ríe
—Esos apodos que le pones. Te dejo descansar y cualquier cosa yo te aviso —me dice ella
—¿Cómo va en las clases? —pregunto antes que me corte
—Va muy bien, termino la primaria en tiempo récord y ahora ya esta en su primer año de secundaria —me dice ella
—Mia es inteligente, sé que podrá con todo —digo orgulloso
—Lo se. Ahora si descansa que mañana no te querrás despertar y tú también debes estudiar —me dice Odette y cuelga
Eso paso hace como 2 años.
Cada día se me hacía más difícil no tomar un avión y regresar por ella, peor quería darle su espacio.
Tanto que yo mismo me termine alejando.
—Terminaste de revisar el dialogo —me pregunta Romina
—Si, ahora te lo llevo —le digo
Conocí a Romina en la clase de literatura española, ella también amaba la poesía y nos hicimos bastante amigos a decir verdad. Ella es prácticamente con la única que tengo una vida social.
Agarro el dialogo y se lo llevo.
—Modifique algunos párrafos porque no tenían concordancia con el tema que estamos tratando. Recuerda enfocarte en el amor no correspondido de un HOMBRE. No puedes seguir en la faceta de que el chico es el malo y la chica la buena. —le digo
—Aun sigo pensando que tú te enamoraste y no lo quieres admitir —me dice ella
—Mas que estar enamorado creo que fue un capricho.
Romina se ríe y digita las correcciones. Con ella trabajamos en la próxima obra de teatro que habrá en la universidad, cada año se presenta una obra y la mejor es la ganadora de todos los fondos recaudados.
—Si ganamos ¿Qué harás?
—No lo sé, la verdad es que pienso quedarme aquí y terminar ambas carreras —le digo
—Se me olvidaba que eres Aran el cerebrito loco —me dice ella molestándome
—Tan graciosa como siempre —digo
Estudiar derecho y literatura se me dificulto un poco al inicio, pero ya le agarre la costumbre.
—Dice Fuster que mañana debes traer un caso —me dice uno de mis compañeros de derecho
—Claro.
Fuster es el mejor maestro que he podido tener, tan directo e insensible con las cosas.
—No se como eres tan bueno si no te gusta esa profesión, ya quisiera ser como tú —me dice Romina
—Solo mato el tiempo.
Y es verdad. Mientras más tiempo libre tenía pensaba más en Mia y en como estaría, quería regresar y hacerle entender que juntos podíamos luchar con nuestros demonios, luego entendí que ella necesitaba espacio.
Me aleje poco a poco y mis llamadas hacia Odette ya no eran constantes, deje de preguntar por Mia y solo mandaba saludos a los niños. Odette tampoco mencionaba a Mia y lo agradecía en mi interior.
Me dediqué a estar ocupado todo el tiempo, mi madre llamaba al igual que mi padre, pero nunca tuve esa confianza para decirles lo que sentía. A veces pensé que solo estaba obsesionado con ella o con lo que creía sentir. Puede que yo nunca haya estado enamorado de ella, si la quise como a nadie, pero amor no era y tarde me di cuenta.
Mia era la niña dulce que sentía que tenía que cuidar, quería protegerla y cuando me fui de su lado me sentí culpable por no cumplir con mi promesa.
Tal vez solo fue un capricho mío y nada más.
—Deberías tener una vida Aran, siempre paras encerrado estudiando —me dice Romina
—¿Y tú deberías entregar nuestro dialogo? —contraataco
Ella me mira y bufa para salir corriendo.
Guardo mis cosas y voy a mi residencia.
En Inglaterra me tuve que acostumbrar a muchas cosas y una de esas fue compartir hogar con más chicos con las hormonas alborotadas.
Llego y cierro mi puerta con el pestillo. Mi celular suena y veo que es mi madre.
—Hola madre, ¿no es muy tarde allá? —pregunto
—Tarde o no quiero hablar con mi hijo. Casi nunca llamas y no se nada de ti —me dice ella
—Estoy bien.
A pesar de tratar de arreglar las cosas con mi madre y con mi padre no se pudo, la confianza es nula y no hay ese cariño fraternal.
—Desearía pasar la navidad juntos como una familia —me dice mi madre
—No lo hare madre, tengo cosas que hacer y clases a las que asistir —le digo
Mi madre suspira y me despido.
Deje de pensar en una navidad hace tiempo, se supone que esa es una fecha importante y especial, pero en mi casa solo celebrábamos que mi padre cumplía un año mas de vida y la cena era tan grande que aburria.
Saco la laptop y mando algunos correos para mi caso de mañana.
La tarde se me pasa mandando puros correos, corrigiendo diálogos, textos y algunas narraciones.
Se me hace tan gracioso que gane esta beca de literatura por un poema de amor y ahora ya ni poemas hago, las rimas las olvide y el amor no tiene espacio en mi mente.
Tocan mi puerta.
—Pase —digo y me acuerdo que esta con pestillo
Abro la puerta y veo a uno de mis compañeros de la residencia.
—Te han dejado esta caja para ti —me dice y la dejo en un costado
Cierro mi puerta y sigo haciendo lo antes.
Al caer la noche le envió un mensaje a Romina.
ARAN
Tengo listo el siguiente dialogo.
ROMINA
Perfecto. Envíame un correo.
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Editado: 01.04.2023