Esa sensación de calma después de la lluvia fuerte, el frío sabroso que se siente mientras escampa que te obliga a quedarte dentro de las sábanas, el goteo tintineante en sobre alguna tubería de fuera de la casa que te invita a seguir soñando; si prestas un poco mas de atención las últimas gotas de la llovizna te provocan algunas nostalgias.
Corrió la ventana aún sin quitarse el pijama, todo un día de dormir, ¿Quién sabe que hora es?
Se detuvo unos minutos con los escasos rayos del sol dándole en la cara. Recordó a Max, aquellos días en fueron felices, deseó que las cosas hubiesen sido diferentes, el era como el hombre que soñaba para hacer familia, tal vez si hubiese hecho las cosas de manera distinta, si hubiese puesto límites desde el principio quizá el la hubiese amado, respetado, la hubiese tratado de una manera más justa, a fin de cuentas ella lo estuvo acompañando en sus momentos de miseria. Ahora todo eso quedó en el pasado, miro al cielo y dejo ir lentamente esos pensamientos sin sentido.
Más tarde entro a la aplicación de citas a la que estaba habituada desde hace mucho y que tenía tiempo sin revisar, tenía tantas notificaciones como era posible, hombres de cualquier parte del país y del mundo, unos feos y otros no tanto, <<¿Por qué no intentarlo? No sabemos dónde están las oportunidades si no lo intentamos>>, decidió contestar unos cuantos mensajes, después de los saludos y las presentaciones de rigor lo que recibió fue: envíos y solicitudes de “nudes” ¡QUE BARBARIDAD! Con que facilidad algunos hombres muestran sus partes íntimas sin reparos, realmente esos hombres tienen sus “partes nobles” horribles, unos tamaños que no combinan con sus rostros, dan lástima, han de tener muy buena autoestima para atreverse a tanto; otros por el contrario tienen unos “paquetes” modestos, pero el solo hecho de no tener vergüenza al enviar las imágenes les resta cualquier deseo. Aunque, cuando alguien te gusta eso no tiene importancia.
Al fin dio con un par de comentarios decentes: “eres tan preciosa que por tener contacto contigo solo quiero ser tu amigo” , “conversar sin más”. Eso llamo su atención, el emisor no tenía foto de perfil, la curiosidad la picó, una amistad es saludable, además, no vive ni siquiera en el mismo país, decidió seguirle la corriente, no solo a él si no a otros que escribieron textos similares, dedicaba varias horas a esas conversaciones agradables y productivas a nivel emocional.
¡Venga! Que uno se acostumbra rápido a las buenas conversaciones.
Le daba la madrugada hablando de todo sin reparos, contando todas aquellas cosas de su vida que podía decirle a cualquiera. “Quiero hacerte un regalo” le dijo sin ton ni son un tal “Jhon Wich”. Se hacía llamar como el de la película, lo rechazó con educación ¿A cuenta de qué? Recibir un regalo podía significar un compromiso. Y eso es lo que menos se quiere con un desconocido. Por otra parte, el nombre que eliges para aparecer en las redes tiene mucho que decir de ti, si te fijas bien en lo detalles puedes darte cuenta a través de unas pocas líneas quien está detrás de la pantalla, Isabel no reparo en estos detalles, estaba entusiasmada, tomo sus previsiones explicándole al hombre que sus hermanos eran funcionarios de la policía y su padre trabajaba en el ejército, todo con tal de sentirse respaldada y fuera de peligro.
Existía otro hombre también que la hacia reír con puros chistes malos. Ellos y sus nuevas amistades encontradas en la vida real iban mejorando su vida, aquella pesadilla había quedado por fin atrás después de tanto sufrimiento, es tan difícil para un ser humano empático librarse del apego emocional que se desarrolla con una persona que de forma calculadora estudia sus movimientos para manipular. La empatía que forma parte de su personalidad le arrastra sin clemencia a dar amor, comprensión, e incluso su paz con la esperanza de mantener una relación que en ningún momento es, ni tiene la intención de ser recíproca. ¡Que difícil es desprenderse!
Todo eso ahora formaba parte del pasado. Isabel iba al gym, dedicaba tiempo a leer y a caminar con sus amistades, tardes de cine y playa, ya cuando se desocupaba… allí estaba frente a la pantalla de su móvil conversando con “Jhon Wich”, cada vez que ella le insistía con que le enviara una foto para conocerlo el se iba por las ramas, hay personas que creen que desarrollar en otros un sentimiento profundo finalmente puede hacer nacer en la otra persona el amor romántico, tal vez en otras culturas eso sea posible, sin embargo otros y en esa categoría estaba Isabel, se enamoran de lo que ven. Y aunque “la belleza está en el ojo del que la mira” la chica era de esas que gustan de las caras bonitas, esas caras que les gustan a casi todas por igual. La belleza superficial que en muchas ocasiones solo disfrazan la personalidad vanidosa y egoísta de alguien con rasgos NARCISISTAS.
De cualquier manera eso ya era etapa superada, su vida había mejorado en todos los sentidos, solo vendrían cosas mejores. Y en el móvil la esperaba la conversación que era objeto de su afecto en estos momentos.
Jhon Wich: 
Han pasado un par de años desde que nos conocemos, deberías aceptar un regalo de mi parte, te he demostrado que puedes confiar en mi.
Isabel: 
Es cierto, igual me da pena, no quiero que eso se convierta más adelante en un compromiso.
Jhon Wich: 
No será así, acéptalo está vez.
Isabel: 
Lo haré, pero antes te dejaré claro esto: me caes muy bien, me divierte conversar contigo, no me siento sola, eres mi amigo y solo eso quiero, amistad.
Jhon Wich: 
Algunas veces el tiempo cambia nuestros sentimientos.
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Editado: 01.11.2025