Destinos Cruzados

Capítulo 19

Que dure lo que tenga que durar, 
días meses o años.
Que dure una vida entera, 
un segundo o una eternidad, 
pero que sea contigo.

¿Ya les comenté la historia de lo diferente que siempre me había diferenciado de mi familia? Creo que sí. Como ya se habrán dado cuenta definitivamente yo soy todo lo que una verdadera McDonald no es, mi prima Violet, mis tíos y absolutamente todos en mi familia tienen totalmente claro dónde se encuentran y hacia dónde caminan; yo por mi parte me guío más por el instinto y por las emociones nuevas que por algo que ya haya estado planeado con anterioridad. Me da sarpullido el hecho de tener una vida totalmente preparada, quiero tener experiencias nuevas, quiero salir y hacer cosas que nunca he experimentado ni pensé experimentar, quiero que cada día sea diferente al anterior, mientras mis padres y Eli prefieren organizar todo y tenerlo todo planeado.

 Siempre hemos sido diferentes.

Pero nunca me imaginé que esas diferencias se debieran a algo tan extremo como lo que estaba por pasar en esa sala de estar y en ese comedor ese día de finales de Agosto.

—Mamá, ¿qué está pasando? ¿por qué estamos todos reunidos aquí tan sospechosamente? —esa era la voz de Tatum sentada justo a mi lado mientras yo permanecía acostada en el enorme sofá de cojines escarlata idolatrado de mamá, con una enorme bolsa de hielo en el costado. Apenas llegamos a casa me obligaron a ponerme eso cuando la verdad es que no he sentido dolor desde que salimos.

Mi padre dice que eso es debido a la fuerte inyección que me han aplicado para reducir el dolor antes de dejar el hospital, y ahora, drogada como al parecer estoy no siento nada. No quiero ni imaginarme qué se sentirá cuando el efecto pase, el solo pensamiento me provocó un escalofrió por toda la columna vertebral, a buena hora tenía que romperme algo.

La Señora Aimee miró a su esposo quien hasta el momento se había mantenido al margen sentado en el comedor con la vista perdida en la puerta mientras lanzaba miradas cortas en mi dirección y en la de Tatum de manera esporádica; Eli se encontraba sentado junto a mi padre en otro sofá más pequeño con papá parado a su lado, mi madre sin embargo parecía estar a punto de tener un ataque de nervios caminando con una taza de té entre las manos por toda la cocina.

El ambiente era tan tenso que aquella tensión se podría cortar perfectamente con un par de tijeras de jardín, y si una mosca pasara o un alfiler se cayera en ese momento, todos, probablemente todos lo escucharíamos con muy poco esfuerzo.

Desearía ser Irene, la pequeña niña está plácidamente dormida en mi habitación sin inmiscuirse en la conversación de los "adultos", sobre mi cálida y cómoda cama, la envidio.

—Ya me harte, suficientes rodeos y silencio absoluto —habló la Señora Sayers poniéndose de pie soltándose del agarre de su marido en la silla junto a él en la que estaba sentada; caminó hasta mi madre y apagó el fogón encendido, ya habría tiempo para tazas de té después—. Hay que decírselos Alma, los estamos matando de la angustia.

Mamá asintió con la cabeza, dejó la taza sobre la encimera y secándose las manos en el delantal caminó hasta donde mi padre se encontraba sentado con Eli, se inclinó para besarle la mejilla y luego él la envolvió con uno de sus brazos y la sentó sobre su regazo como si estuviera listo para darle la fuerza que ella fuera a necesitar en cualquier momento.

—Declan —me nombró Aimee y yo levanté el rostro y la miré sin poder ocultar mi confusión y frivolidad—. Sé que probablemente estás hecha un lío con lo de tu accidente y todo, y esto que vamos a decirte es bastante complicado de procesar, pero me temo que no podemos ocultarlo más tiempo.

—Al grano Señora Aimee —la interrumpí yo sintiéndome horrible por hablarle de esa manera, pero juro que estoy por tener un ataque de nervios si seguimos así, entre verdades a medias—. Por favor —agregué para no sonar tan borde, la mujer asintió con la cabeza y continuó:

—Vale, ¿recuerdas la foto que Irene tenía? —Asentí con la cabeza intentando no rodar los ojos en ese momento—. Bueno, estoy segura que al verla quedaste en shock tal y como yo he quedado; fue una auténtica sorpresa para todos en mi familia y con justas razones, era prácticamente imposible que tú y ella tuvieran un parecido tan notorio. Naturalmente no pude evitar tomar nuestras cosas y salir precipitados para acá, necesitaba respuestas.

»Lastimosamente estas me fueron dadas sentada con los ojos entrecerrados mientras me fingía dormida para que mi marido no se preocupara. Recordé a mi Tatum, ella en comparación con la pequeña Irene tenían sus diferencias, en mi familia los ojos azules han abarcado gran cantidad del legado de los Luger, y de los Sayers, la familia de mi esposo. Que Tatum naciera con los hermosos ojos mieles que ella posee fue una sorpresa que todos pasamos por alto, hasta ahora.

—Mamá, por favor, ve al grano enserio, nos estas matando a todos —pidió Tatum sintiéndose incomoda de repente; me senté junto a ella y le pasé una mano por los hombros. Debe encontrarse igual o incluso más confundida que yo, que todos nosotros; apoyó su cabeza contra mi hombro y yo la dejé hacerlo mientras miraba fijamente con dirección a su madre.

—Bueno, sentada en el vehículo me tomé la molestia de revisar un par de fotos en el perfil social de Declan, me topé con la foto de Alma y la aplicación se me cerró por una opción mal tocada con la foto abierta, fue cuando la foto que tengo como fondo de pantalla de mis dos hijas apareció frente a mis ojos, abrí la galería y le di zoom al rostro de Tatum, volví a abrir Facebook y al darle zoom a Alma me di cuenta de algo, los mismos ojos, la misma estatura —Tatum y mi madre se miraron un momento y luego volvieron la vista hacia la mujer en el centro de la habitación.



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En el texto hay: amor prohibido, romance, drama

Editado: 14.07.2020

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