Luis Mejia
Cap 18 Fran cobra la deuda de juego
<<< María José, mis nervios estaban por los cielos, solo esperaba que el ascensor llegara a su destino mientras rogaba que no me fueran a despedir, era la primera vez desde que comencé a trabajar en la compañía que subía hasta los pisos superiores estaba tan perdida en mis pensamiento por adivinar lo que querían de mí, que no me percate de la llegada del ascensor, solo hasta cuando
escuche el sonido del elevador avisando que habíamos llegado, me sobre salte y esa mujer llamada Alexandra, se burló de mí, con una leve sonrisa al percatarse de mis nervios aunque solo duro unos instante.
<<< Alexandra, Al ver lo nerviosa que estaba, no pude contener una pequeña sonrisa por ver el estado en que se encontraba
--- ¡si está nerviosa sin ver al presidente será una sorpresa cuando se entere lo que tendrá que hacer! Se dijo así misma en su interior. Sin prestar más atención me dirigió a la oficina donde Fran
nos está esperando, toco la puerta, avisando nuestra llegada.
--- ¡ya he traído a la señorita que estabas esperando! mientras abro la puerta para seguir con ella de
tras de mi
---sin que nadie lo supiera la palabra señorita le recordaba a maría José el día en que perdió su virginidad, junto con la llamada que había recibido diciendo que había sido ofrecida como forma de pago por la deuda de su padre recordándole así que no era virgen y que tenía muchas cosa que explicar cuando aquel desconocido la buscara para cobrarse la deuda de su padre.
--- La palabra adelante me sacaron de mis pensamientos.
--- al ingresar pude ver a un hombre muy guapo de unos 40 años sentado detrás de un escritorio leyendo documentos, que al levantar el rostro pude ver sus ojos fríos e intimidantes
--- ¡siéntese!. Fue lo único que dijo al verme esas palabras hicieron recorrer un escalofrió por todo mi cuerpo. Continuo
--- ¡tráeme un café! Demando con voz firme de las que te producen escalofríos de solo escucharla
--- ¿que desea la señorita tomar? Me pregunto,
<<< María José, estaba tan nerviosa que del susto respondí tajantemente “no” quiero nada gracias, de inmediato quise saber el motivo que me hubieran mando a llamar, con nervios y mordiéndome el labio inferior preg.
--- ¿sino es mucho pedir quisiera saber para que me sito en su oficina?, mientras la mujer llamada Alexandra, Salía a cumplir con la orden recibida en ese proceso pude notar un pequeño asentimiento a una reacción del presidente pero decidí no prestar atención lo único quería era salir de esa oficina el aire tenso y frio no me dejaba tranquila, una parte de mí, me decía que lo que diría no era nada bueno, en un principio creí que me despediría pero esa idea se borró de mi cabeza por la forma en que me miraba.
<<< Fran, suelto los papeles que tenía entre las manos, en cuanto Alexandra salió a cumplir con su orden, observaba a la chica que estaba delante, con una mirada profunda pero sin ninguna clase de maldad en ella, lo cual no la incomodo, pero si la pone muy nerviosa y sin más ni que fui directamente al grano,
--- ¡nunca mea gustado andarme por las ramas!, así que fue directo
--- ¡será transferida a la ciudad C, como asistente personal del presidente de una compañía a filiada con la nuestra!
---María José, se sobresaltó por lo que acababa de decir, no podía creer lo que estaba escuchando.
Y sin dejarme responder continuo como si nada estuviera pasando como si todo lo dicho fuera algo normal
<<< Fran continúo. su trabajo, será ayudarlo en todo lo que necesite y asegurarte que todos los documentos que se manejen en ese lugar sean manejados con suma discreción.
--- Cuando trato de interrumpirlo para preguntar
--- ¿a qué se debía todo eso?, de repente escucho algo que nunca me hubiera imaginado que escucharía en toda mi vida.
--- eso solo será para que pueda ingresar a la empresa sin ningún problema, tendrá un trabajo especial, al cual no podrás negarte, este será el verdadero motivo de tu transferencia
--- ¡no sé cómo lo vas hacer!,
--- ¡pero!
--- ¡Quiero que enamore al presidente de la compañía y te conviertas en su mujer!,
--- María José, estaba tan sorprendida, que abrió los ojos como farolas gritando
--- ¿Qué?, ¡Está usted loco, como puede pedirme ese tipo de cosas! mientras se levantó del sofá.
--- ¡Puede ser el dueño de la compañía, pero no puede hacer con migo lo que dese! le dije furiosa por su petición
--- ¡No sé qué tipo de mujer cree que soy!, pero no lo are, además lo que usted pretende, es algo inmoral
--- ¡no puede obligarme hacer algo que no quiero! ahora si me disculpa me iré será mejor que busque a otra persona que haga lo que usted quiere.
--- no puedo soportar seguir escuchando. Esa clase de estupideces ¡Será mejor que me valla, es absurda su petición, renuncio! Estoy tan furiosa que no quería seguir en la oficina, cuando estoy a punto de salir, al dar media vuelta, en ese momento Alexandra venia entrando y acercó el café a
Fran, quien ordeno con voz severa “siéntate” aún no hemos terminado
--- ante aquel grito me quedó inmóvil, las duras palabras que había gritado a mi espalda con una
expresión severa hizo que mediera la vuelta nuevamente; esta vez para dejar en claro que no
importaba lo que dijera no lo aria, que no me podría impedir la salida de su oficina. Pero al mirar el
rostro fruncido de aquel hombre, decidí callar, en ese momento no sabía que sería de mí, esa aura
dominante, bloqueo mis sentidos de repente sin explicación alguna mi cuerpo comenzó a temblar,
las piernas no respondían a mis órdenes de salir corriendo.
--- Por algún motivo recordé el aura dominante que tenía el hombre que me había abusado sexual
mente. No sabía que sería de mí, las lágrimas salieron de mis ojos, resbalando por mi rostro, con voz
temblorosa, pregunto
--- ¿Qué es lo que he hecho mal?
--- ¡si me he equivocado en algo, le pido disculpas por mi erros!, aun así no estoy dispuesta hacer lo
que me pide. será mejor que buque a otra persona para lo que usted necesite y que esté dispuesta
hacerlo
--al ver lo asustada pero valiente que era para hablarle de esa manera Fran se reía y decía al mismo
tiempo, ¡eres perfecta! nunca imagine que serias útil, viéndola con los codos sobre el escritorio y sus
manos en el mentón, continuo.
--- ¡perdona mi forma de decir las cosas!, esas palabras me aliviaron un poco mi angustia en un
principio creí que todo se trataba de un mal entendido pero no fue así, lo que diría después sería aún
peor que las palabras anteriores.
--- ¡No he sido lo suficiente mente claro!, respondió, con expresión severa y borrando su sonrisa del
rostro,
<<< Fran continuo. ¡No te estoy preguntando si quieres hacerlo o no, es una orden! levantándose de
su silla mientras se acercaba a ella quien por reacción retrocedió presa del pánico, por lo que había
escuchado.
--- Mientras escuchaba las palabras que nunca hubiera querido escuchar
--- “tú” ¡me perteneces! por lo tanto aras lo que te digo si no quieres que a tu padre le suceda algo y
que tu hermanita menor tenga que hacer lo que te estoy pidiendo que hagas