Luis Mejia
Cap 31 de camino a casa
--- ¡así que por favor sígame! ordeno la mujer que antes le había
entregado la ropa una vez fuera, se subió a un auto de lujo que
estaba en el parqueadero que valía más dinero del que podrá ganar
en todo un año y nunca podría montar ni en sus sueños
--- ¿porque se toman tantas molestias con migo? Preg una vez
sentada en el asiento trasero del vehículo no entendía porque todos
decía que era la señora ludinski, a pesar de haber escuchado barias
veces decir de diferente personas que sería la señora de la casa
ludinski aún no lo comprendía, que era lo que la hacía especial para
que se le diera ese título tan codiciado, pero que a ella, no le llamaba
la atención.
--- ¡eso no está en mi competencia contestar! respondió la mujer que
solo la miraba por el retrovisor del vehículo mientras la vigilaba
sigilosamente
--- saliendo del lugar María José pidió al chofer¡deténgase en la primera farmacia que encuentre de camino a casa
por un momento!, lo dijo de manera ansiosa por temor que no lo
hicieran; como si hubiera leído su mente, Susana se dirigió al chofer
con un tono suave y una sonrisa en sus labios para no ponerla más
nervosa de lo que estaba, “As lo que dice” ordeno al chofer la mujer
que la acompañaba
--- el chofer, asintió en un todo de comprensión a la orden recibida;
durante el viaje presto mucha atención durante todo el camino para no
dejar pasar la primera farmacia que viera, al encontrarla; hizo lo que
se le ordeno.
--- Al estar en el lugar, Susana, se bajó del asiento del copiloto y abrió
la puerta para María José, quien al salir del auto, dirigiendo una
mirada a la mujer
--- ¡no es necesario que me acompañes!
--- ¡puedo ir sola! luego camino a la farmacia, en el interior
inclinándose al frente, con vergüenza y el rostro un poco sonrojado;
pidió una píldora del día después al vendedor, no sin antes revisar que
no había sido seguida, no quería quedar embarazada de un hombre
que nisiquiera conocía y nunca había visto, “sin percatarse que era el
mismo hombre del día anterior en la oficina”.
--- además tenía que hablar con la mujer que la había metido en todo
esto, pero sería en otro momento. Devuelta a la realidad, al ver que el
vendedor no sedaba prisa con su petición, preg
--- ¿tiene píldoras del día después? en un tono avergonzada
--- sin percatarse que el hombre tenía fija su mirada en la mujer
parada en la puerta del auto que estaba en el borde de la calle, quiencon un leve movimiento de cabeza en tono de negación, advirtió al
vendedor.
--- al escuchar su pregunta nuevamente. Resp
--- ¡claro espere un momento la buscare! sin que María José, se diera
cuenta su píldora fue cambiada sigilosamente. Al dársela, el vendedor
preg
--- ¿quiere agua?
--- en un susurró tímido resp “si por favor” una vez habiendo, pagado
y injerido la píldora salió de vuelta al auto y retomaron su viaje de
vuelta a casa.
--- el vendedor al verla marcharse soltó un gran suspiro
--- ¡espero que esto no me traiga problemas más adelante! Dijo
asustado por lo que había hecho.
--- ¡Dios mío sabes que no tenía opción era eso o perder todo por lo
que había trabajado durante toda mi vida!
--- al recibir la píldora del vendedor María José la tomo de in mediato,
temía que al saber lo que había comprado no le permitieran tomarla,
una vez pago por ella, se percató que el vendedor estaba nervioso
--- ¿le sucede algo? Preg, Quien respondió
--- ¡nada!
--- ¡No pasa nada! al regresar al auto se subió en completo silencio en
un principio pensó que la interrogarían para saber qué era lo que
compraría, pero no, todo el camino transcurrió en completo silencio.
--- al llegar a su edificio se bajó del coche y salió en dirección a la
puerta sin despedirse, tampoco cedió cuenta si las personas que lahabían llevado se habían marchado o no solo quería descansar y
olvidar lo sucedido la noche anterior
--- al subir al piso 8 donde estaba departamento, abrió la puerta al
estar en su interior, Marcela salió corriendo para abrasarla revisándola
de arriba abajo
--- ¿esta ben?
--- ¿no te hicieron daño?
--- ¿dime que te hicieron?
--- ¿qué quería?, con toda esa lluvia de preguntas María José no
podía responder de manera eficiente
--- ¡tranquila no pasó nada¡ dijo calmadamente para no preocuparla
--- ¡no me mientas María! dijo Marcela en un tono severo, no era
estúpida sabía muy bien el estado en que había dejado a su hermana
por lo que era inútil que le mintiera
--- ¡sé que no estabas bien!
--- ¡Dime te obligaron a tener sexo con ese tipo verdad!,
--- ¡dime no me ocultes nada hermana ya no soy una niña!
--- ¡quienes eran esos tipos!, Marcela lloraba por no haber hecho nada
por ayudarla
<<< María José estaba cansada del esfuerzo físico que había hecho la
noche anterior, no había dormida nada y lo único que quería era
descansar, así que para tranquiliza a Marcela, la abrazo con ternura,
acariciando su cabeza dijo
--- ¡tranquila estoy bien, no te preocupes te lo contare todo! en este
momento solo quiero descansar y dormir estoy agotada¡está bien descansa hablaremos una vez te despiertes! Resp
Marcela a su petición
--- ¡malditos juro que pagaran por lo que hicieron!,
--- ¡esto no se quedara así!
<<< Marcela no era tonta ella sabía muy bien lo que había pasado en
el estado que estaba su hermana no podría resistirse a tener sexo, por
el momento lo único que podía hacer, era espera que ella descansara
tenía que convénsela, que tomaran cartas en asunto. No podían dejar
pasar esa situación tenían que ponerle un alto a esto, tenían que ir a la
policía para denunciar el caso.