Luis Mejia
Cap 40 reclamo
--- Marcela por su parte no tenía ánimos de discutir agarró a su
hermana por el brazo diciendo
--- ¡déjalo no tiene caso discutir con un idiota como ese! además que
haces trabajando con él, cómo es posible que sigas aquí aun sabiendo
lo que te hizo el reclamo, era justificado ella había sido testigo de las
cosas por las que había pasado después de que conocieron Alejandro.
Continuo
--- ¿que esta pasado entre ustedes dos?
--- ¿qué paso anoche? Mari José no me ocultes nada, dime hermana
--- ¿qué está pasando entre ustedes?, mientras realiza los reclamos,
sosteniéndola de los brazos, comenzó asentirse mal y de repente se
desmayó; estaba demasiado cansada para sostenerse por el
cansancio de la noche anterior.
--- ¿Qué te sucede? Preg, María José sumamente preocupada al verla
desplomarse entre sus brazos, ¡Marcela, Marcela que te pasa
responde grito desesperada! mientras las dos se desplomaban al
suelo; Alejandro por su parte al verla situación que fue causada en
parte por su culpa, se levantó del escritorio y corrió hacia ellas. Una
vez llego a su lado se inclinó para arrebatarla de los brazos de su
hermana, quien con lágrimas y preocupación, golpeaba suavemente
su mejilla, tratando de reanimarla “despierta, despierta hermanita”
repetía varias veces en el suelo, al ver llegar la figura imponente de
su jefe “aléjate, no la toques” grito María José enojada, mientras laaferraba a su pecho con fuerza para impedir que le fuera arrebatada
de sus brazos. Pero, no fue así por el contrario Alejandro la sacudió
con fuerza para tranquilizarla, al verlo y reaccionar de la conmoción
que había sufrido, de inmediato la tomo entre sus brazos y la llevo al
sofá de la gran oficina donde divina mente podía dormir una persona,
al lado de la puerta. Tras sostener su rostro en la palma de sus
manos y haber comprobado que respiraba con normalidad exclamo
--- ¡está dormida déjala descansar!, no te preocupes solo se desmallo
del cansancio le dijo para tranquilizarla,
--- una vez se tranquilizó arremetió si piedad golpeando el pecho de
Alejandro sin compasión
--- ¡esto es tu culpa!
--- ¿porque haces esto? reclamo,
--- tomándola por el brazo, la atrajo a su cuerpo abrasándola con
fuerza y con una mano sosteniendo su rostro, resp “solo quiero que
sepas, que con migo nadie juega”. Esto es solo el principio, mientras
estés a mi lado aras lo que te diga sin chistear una sola palabra, si
digo que vamos a cenar junto lo aras, si digo que serás mi mujer lo
aras, o de lo contrario pagaras muy caro el haberme desobedecido, no
creas que por tener a Alexandra de tu lado podrás hacer lo que
quieras, o podrá protegerte de mí, no te equivoques, tú no eres nadie
solo eres el juguete de Fran aún no sé con qué motivos te puso en
esta empresa, pero mientras estés aquí, aras lo que te diga entendido.
--- antes sus gritos y rostro congelad, María José estaba asustada, no
solo por su actitud y sus palabras, sino también por la fuerza con quela sostenía; como respuesta y en busca de calmarlo solo asintió con
su cabeza, en un reconocimiento no paraba de temblar, estaba
aterrorizada de él, nunca llego a imaginar que este hombre llegaría
tratarla de esta manera, las pocas veces que se habían visto en la
oficina siempre la molestaba con trabajo y mostraba una expresión
calmada aunque era helada, era mucho mejor que la situación en la
que estaba en esos momentos al menos no la sostenía de esa manera
como lo estaba haciendo.
--- En ese momento, creía que este hombre la devoraría viva con esa
mirada asesina y antes de soltarla planto un beso de forma agresiva
en sus labios al cual opuso resistencia empujando su pecho con
fuerza pero fue inútil su cuerpo estaba aprisionado por él, ante su
reacción sin darle espacio para la resistencia. Solo la soltó cuando
estaba colorada por la falta de aire. Dio varios pasos hacia atrás en
busca de aire, estaba asustada por sus palabras no podía parar de
temblar no sabía cómo rayos aria para librarse de ese hombre solo le
quedaba pedir ayuda a Alexandra para que la sacara del lio donde la
habían metido asustada decidió seguirle el juego hasta que pudiera
comunicarse con ellos, pero des afortunada mente estaba sola y con
dos caminos que elegir, seguir a Alejandro ludinski o a Fran with.
--- Al recuperarse viéndolo con el rostro fruncido, rostro que la
intimidaba hizo una petición
--- ¡solo deja a mi hermana fuera de esto!
--- ¡Esto es entre tú y yo no la molestes más, de jala en paz y are lo
que me pidas!
--- Con una sonrías en su rostro, camino a su escritorio resp ¡estábien!, la dejare en paz, pero si vuelves desobedecerme te juro que no
solo a ti sino a tu hermana les are la vida imposible, finalizo.
--- Alejandro estaba cansado en los últimos días estaba sufriendo
grandes perdida y no sabía de donde provenían los ataques, después
de esa noche sus asociado no paraban de llamarlo, para poner
escusas a sus colaboraciones, incluso los productos que importaban
otros países, estaban teniendo retrasos en los puertos para su
entrada al país, aunque había podido solucionarlos era frustrante;
quería cenar con María José para hablar claramente con ella y saber
los motivos que tenía para estar en la empresa y llegar a un acuerdo
que los beneficiarían a los dos, pero no fue posible incluso se rebajó y
se tragó su orgullo para buscarla en su casa, pero no sirvió de nada,
fue echado como un ladrón y como si fuera poco esta mujer se atrevió
aponerle una mano encima, sino fuera por Fran hubiera enseñado una
lección para que fuera más obediente pero no podía tratarla como era
debido según sus costumbres hasta saber que era lo que buscaba.
Ahora que había conseguido doblegarla y tenerla bajo control amenos
tendría una cosa menos de que preocuparse, el siguiente paso era
tratar de solucionar sus problema estaba enojado y frustrado si no
podía solucionarlos tendría que buscar a sus tutores legales, para
pedirle su ayuda y por desgracia ya sabía cuál era el precio de la
ayuda recibir, “era casarse con la mujer frente a él”
--- “lo prometo” ¡haré todo lo que me pidas siempre y cuando no pidas
demasiado! dijo en un tono avergonzado y tímido, estaba acorralada
no tenía salida