Luis Mejia
Cap 76 dudas
Ahora María José no sabía cómo comportarse, si bien tenía claro
porque se había casado con Alejandro, aun eso no quitaba el hecho
que tenían que comportarse como una pareja, aunque no lo fueran
para guardar las apariencia ante los empleados y de más personas y
evitar que se produjeran rumores de su matrimonio. En la habitación
mientras pensaba como decía que ella tomaría la cama y que tenía
que dormir en el sofá; volvió su mirada con un suspiro decidida.
--- ¡De ahora en adelante tu...! se detuvo a medio camino de su frase
al verlo quitar su ropa para luego tomar un baño y acostarse adormir
aturdida dio media vuelta ¿qué estás haciendo? preg con dificultad.
Ese acto lo sorprendió pero no de mostro sorpresa
--- ¡Me estoy alistando para tomar un baño! Resp. Aturdida recrimino
¡no tienes que hacerlo en la habitación, para eso está el baño es lo
suficientemente grande para que te quites la ropa y te cambies! de
ahora en adelante hazlo dentro, no quiero verte haciendo actos de
exhibicionismo.
--- Esas palabras lo divirtieron con una risa jajajajaja ¡no veo el
problema ahora somos marido y mujer, es normal que los esposos se
miren desnudos! dijo mientras se acercaba a ella con sumo cuidado
para estar al alcance de su oído; lo que produjo escalofríos por todo su
cuerpo, al sentir su aliento cerca, camino unos paso mientras se
estremecía
--- ¡Mantente alejado de mí! Grito; “si”, intentas algo esto se acaba me
escuchas amenazo con firmeza, dormirás en el sofá no te quiero
cerca finalizo.
--- Con esas palabras que quería decir desde hace unos momentos,
María José se sintió satisfecha, se metió en la cama arropando su
cuerpo con las sabanas sin mirarlo, sabía que estaba semidesnudo,
aunque no quería ninguna relación íntima con su nuevo esposo no podía negar que era guapo, con buen físico y sexi.
--- Alejandro, solo sonreía el ver su expresiones de: sorpresa,
aturdimiento y vergüenza, por verlo, no quería presionarla, entro al
baño, se ducho y salió en piyama, acercándose a la cama para tomar
su almohada y cobija se estiro para mirar si estaba dormida o
simplemente se estaba escondiendo de él, al ver que no estaba
fingiendo se dirigió a su nuevo lugar de dormir susurro, para sus
adentro “are que te enamores de mí para que seamos una familia muy
feliz”.
--- A la mañana siguiente, María José se levantó muy temprano, al
despertarse, estiro sus bazos para despertarse por completo, al abrir
sus ojos se percató que esta no era su habitación, pero al mismo
tiempo recordó que estaba casada y que compartía su habitación con
un hombre, “nuevo marido”. Busco en toda la cama que era inmensa
en comparación con la suya para luego suspirar de alivio, al darse
cuenta que era la única en ella.
--- Con la satisfacción de haber tenido una noche agradable se levantó
ingreso al baño, mientras lo hacía vio a su esposo tumbado en el sofá,
con una mirada de indiferencia te lo mereces, ojala te duela todo el
cuerpo cuando te levantes, pensó para sí misma y continuo su camino
para esperar la llegada de su hermana y de su padre.
Mientras ella y Alejandro tuvieron una velada agradable, en la tarde
Alexandra había ordenado a Marcela volver a la ciudad C para una
reunión muy importante: Marcela quien se sentía culpable por lo
sucedido, con su hermana, no le importó nada; se había convertido en
una mujer dura y fría por la culpa y el remordimiento, era tanta su
decepción, que se juró así misma, trabajar como loca para pagar su
deuda había decidido buscar otro trabajo o incluso brindar asesoría a
otras empresas para ganar dinero.
--- Al recibir la orden de Fabián que ahora era la pareja de Gina, después del incidente donde las dos se vieron involucradas por la
mentiras y engaño de su jefe, los dos se acercaron hasta el punto de
comenzar una relación, al saber que estaba saliendo con su mejor
amiga advirtió que no lo perdonaría que la lastimara.
--- ¿Qué piensas hacer? Preg Fabián,
--- ¿A qué te refieres?, de volvió la preg a su jefe. Fabián, con
preocupación reprocho sin ninguna mala intención, suspiro te advertí
que no comprometiera tu futuro con esa solicitud, Marcela créeme que
si estuviera en mis manos te ayudaría a salir de esta, “pero” no puedo
ayudarte: Fabián se sentía mal por ella; el más que nadie savia los
términos que se habían fijado para el préstamo sintió lastima por
Marcela porque él y Gina tenían pensado abandonar la compañía para
mudarse a vivir juntos en otra ciudad en parte una de las razones era
el miedo que Alejandro había infligido en ella, con esa acción se
percató de lo peligroso que eran los ricos.
--- después de haber escuchado su reprimiendo por lo tonta que había
sido al pensar que todo sería tan fácil, suspiro no queriendo seguir con
el tema se levantó de la silla ¡no te preocupes, Pienso asistir, sé muy
bien lo que quieres decir no le des vuelta al asunto, no es tu culpa! Dio
media vuelta y salió, mientras lo hacía ¡se diferenciar entre lo
profesional y lo personal, no soy como el imbécil de mi jefe!
Si no tienes nada más para mí, me marchare temprano para realizar
mis maletas.
Esa misma noche tomo un vuelo que la llevo devuelta a su ciudad
natal al descender un hombre mayor se acercó con cuidado disculpe
señorita, estoy aquí para recogerla y llevarla a casa. Marcela frunció el
ceño, con justa razón, no sabía quién era el hombre ni mucho menos
adonde la llevaría; observando al dueño de la voz siguió su camino,
con voz fría y autoritaria no sé quién eres, ni de donde me conocer, lo
único que sé, es que conozco el camino a casa y se llegar sola
continuó.