Destinos entre lazados

cap 83 días de felicidad

Luis Mejía 

Cap 83 días de felicidad

 --- Por otro lado María José seguía haciéndose cargo de los asuntos que le correspondía como la señora Ludinski, Alexandra la llevo de un lado a otro mostrando, instruyendo y presentándole al personal encargado y que ahora eran sus subordinados ¡hola a todos, espero que nos llevemos bien y que me puedan ayudar cuando lo necesite! Expreso María José al terminar una de las reuniones en una de las tantas fundaciones que estarían a su cargo. Así será señora si no sabe algo o no entiende puede preguntar y con gusto responderemos sus dudas dijo una de las encargadas de un orfanato. 

--- Samuel ahora era el nuevo presidente de las compañías que pertenecían a Fran, él, lo nombre en ese cargo para que fuera relacionándose de manera directa con sus nuevos subordinados, trabajo que no era extraño para él, durante todo el tiempo que estaba alejado de sus hijas había ayudado a Olivia a administrarlas; sentado en el asiento del presidente de la compañía miro a Olivia quien estaba sentada justo en frente, no como jefa si no como subordinado ¿tú lo sabias? Preg mientras sostenía los dedos entre cruzados en sus manos, con lo codos apoyados en los reposa brazos de sus silla. 

--- Olivia, con una sonrisa se quedó viéndolo en su nueva posición, solo cumplía con mi trabajo, Samuel quedo viéndola fijamente esperando que se explicara. Sé que debe ser difícil para ti asimilar todo lo que está pasando pero ahora eres un hombre libre con mucho dinero, todo lo que gas de ahora en adelante correrá por tu cuenta serán tus decisiones las que te lleven al cielo o al infierno; con eso se levantó cunado quería salir escucho ¿qué harás ahora que no estas encargada de vigilar me? no lo sé, he cumplido con mi promesa ya no tengo nada que hacer en esta ciudad mí sobrino es ahora un hombre hecho y derecho tendrá que aprender de sus errores y seguir adelante sin importar lo que suceda ya no intervendré en las decisiones de Fran, Alexandra, María José, Alejandro o las tuyas soy una mujer libres; con un dedo en su labio inferior se quedó pensando por unos segundos, “uhhhhhh” ¡tal vez abandone el país! después de la muerte de Fran dijo honestamente. 

--- El fin se acerca cuando sabes que el tiempo termina no te dan ganas de seguir luchando solo de vivir como el destino te tenga preparada, Olivia estaba cansada quería irse y no volver jamás olvidar lo sucedido quería comenzar de nuevo en un lugar desconocido donde nadie supiera quien era, donde pudiera moverse libremente volvió a ver a Samuel, ¡espero que puedas ser feliz! estaré por aquí mientras Fran viva una vez muera me marcho finalizo. 

--- los días pasaban en medio de trabajo melancolía tristeza soledad todas esa emociones eran las que se sentían ya había pasado un mes donde Fran había hecho preparativos para su último trabajo presentarla al mundo como la única y verdadera señora ludinski, con cada día que pasaba su cuerpo se debilitaba pasa los días en su cuarto ahorrando energías las enfermeras al salir de la habitación y dar su reportes a Alexandra sobre su estado no sabían que decir aunque era su trabajo ya llevaban algún tiempo cuidando de él, le habían tomado cariño y también les dolía la situación. Todos los días era lo mismo la salud del poderoso Fran no mejoraba por el contrario se deterioraba con cada día que pasaba, la única diferencia que se podía notar en el semblante del hombre, era cuando lo visitaba la hija de la mujer que más había amado en el mundo. 

---- Sabiendo de su estado María José pasaba cada día para visitarlo, lo tomaba de la mano le hablaba y preguntaba sobre su vida, si tenía familia, que le gustaba, si sabía bailar. Todo con el fin de darle ánimos y sacar una sonrisa y alegrar un poco su día haciendo que olvidara su miseria. También contaba todo lo que hacía para ayudar a los más necesitados que dependían de las fundaciones que estaban a su cargo, Fran podía notar la felicidad en sus ojos cuando expresaba las cosa que hacia dejando ver que las disfrutaba, pero al mismo tiempo notaba su tristeza. 

--- Una noche donde los dos se encontraban charlando, María José escuchaba todas las historias acerca de Alejandro cunado era tan solo un niño, las historia de la difunta señora ludinski, Fran la tomo de las manos, ¡quiero que me acompañes aun lugar!; esa petición la sorprendió viéndolo con incredulidad, denegó de inmediato “no”, mientras se ponía de pie. No puedes salir eso supondría un gran esfuerzo para ti, lo mejor será esperar a que te recuperes un poco, una vez tu salud mejore podemos ir a donde quieras, María José no era consiente delo nerviosa que estaba, tratando de hacerlo desistir de su pedido mientras daba vuelta en toda la casa. 

--- Fran solo pudo sonreír, seguido de una leve tos por escucharla: ¡no tienes que ser tan amable con migo, ni mucho menos tratar de consolarme! yo mejor que nadie soy consciente que mis horas están contadas; María José solo pudo morder su labio por su error cometido, “tratar de consolar a alguien que está muriendo” sin saber elegir las palabras adecuadas fue un error terrible. Aun así trato de replicar, “no”…… cuando fue interrumpida no se diga más mañana saldremos a un lugar que quiero que conozcas será un viaje largo será mejor que prepares una maletas con ropa para dos o tres días, no queriendo desobedecerlo ni mucho menos llevar la contraria a un hombre moribundo aceptó; pero, con la condición que fueran acompañados por las enfermeras y el médico de cabecera de la familia de lo contrario no iría; petición que fue aceptad con gusto. 

--- Esa noche como todas las demás María José ingreso a su cuarto para encontrar a su marido acostado en el sofá desde que, le había pedido que le cediera la cama el hombre había obedecido aun cuando algunas veces la había estado esperando para que hablaran y trataran de llevarse mejor, incluso pidió una oportunidad para que el matrimonio que ahora era una farsa, se convirtiera en algo real. 

--- pero era difícil, María José aun con todo el tiempo que llevaba conociéndolo, no había encontrado su confort, ni mucho menos como actuar delante de él, es más todavía no estaba acostumbrada, a la idea de que ahora era su marido, siempre lo rechazaba, cortaba todas las posibilidades de avance hacia ella incluso cuando su cuerpo quisiera reaccionar a sus palabras, caricias y besos, no podía, algo en lo más profundo de su interior le gritaba. 

--- A la mañana siguiente como todos los días María José se había levantado temprano para comenzar su día esta vez con la diferencia que no lo hacía para continuar con su trabajo habitual, sino para acompañar al hombre que había puesto a su familia patas arriba estando preparada descendió las escaleras con una pequeña maleta en las manos, ¿estas lista? escucho la voz de Fran que sonaba más animada de lo normal, era como si este viaje lo llenara de ilusión y alegría, una nueva esperanza. 

--- ¡Sí! pronuncio mientras bajaba con una sonrisa por lo que estaba viendo en el semblante de Fran; en toses salgamos, con la orden dictada, una de las enfermeras comenzó su viaje al automóvil que los llevaría al lugar que Fran antes había mencionado seguidos del doctor de la familia y de los guardias que siempre lo acompañaban. 

--- Durante todo el camino Fran no paro de admirar la hermosura de los campos que estaban situados las afueras de la ciudad C; ¡siempre vivía en la ciudad y nunca me detuve a contemplar su belleza, estaba tan ocupado por el trabajo!, suspirando volvió haberla con melancolía, ¡la vida no es justa, vivimos lo que nos toca vivir por capricho del destino!, un silencio se instaló en todo el auto por unos minutos, donde solo se escuchaba el rugir del motor del auto, recostado en su silla suspiro de repente susurro ¡pero también cobra lo que hacemos! 

--- Esas palabras hicieron que María José temblara; ahora no había dudas todas sus sospechas eran cierta agacho su cabeza mordió su labio, suspiro mientras se preg ¿qué haré ahora?, ¿cómo debería sentirme?: por todo lo que había vivido en los últimos 6 años, era una pesadilla, el miedo la carcomía sin dejarla pensar con claridad; no fue hasta que Alexandra la invito a la casa Ludinski que se percató de todo lo que había oculto tras aquella maraña de mentiras, manipulación y chantajes que desencadenaron el resultado final su matrimonio.



#8293 en Otros
#2606 en Joven Adulto

En el texto hay: conspiraciones mentiras secretos

Editado: 31.08.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.