Luis Mejía
Cap 93 una noticia inesperada
--- En casa de Samuel, María José, se despertaba de su noche alocada, donde tomo sin contenerse; al levantarse lo primero que miro fue su al redor, desconocía el lugar, cuando estaba a punto de llamar a alguien la puerta se abrió de repente, para dejar ver a una de las empleadas del servicio, quien con sumo respeto ¿está bien señora? Su padre mea ordenado ayudarla en todo lo que necesite; al escuchar su declaración recordó levemente que anoche los guardias le decían que la traerían con su padre apenada por el estado en que llego se sonrojo, con timidez preg ¿mi papá está en casa?; no, ¡el salió temprano en la maña! dejo dicho que regresaría al medio día después de encargarse de algunos asuntos importantes en la oficina, también dijo que lo espera en casa, su hermana llegaría al rededor de las 10 de la mañana.
--- Fue en ese momento que María José recordó que llevaba una semana sin ver a su hermana, estaba tan enfrascada en sus problemas que se había olvidado de ella, ¡está bien! resp a la chica quien estaba en la puerta para luego. Pedir: Quiero estar sola, tomare un baño, luego bajare a desayunar, podrías por favor conseguirme algo para el dolor de cabeza suplico mientras sostenía su cabeza; tenía tiempo sin tomar y ahora le estaba pasando factura la noche anterior.
--- La chica observo su estado con diversión, el solo recordar cómo había llegado a noche le causaba risa; estaba hecha toda una man dona dando órdenes por doquier a sus escoltas mientras su padre la cargaba pidiendo que no la llevaran a casa, aun así sabía que no era su culpa con el estado en que estaba cualquiera hubiera cometido sus mismas locuras ¡como ordene! resp la chica para luego salir.
--- Media hora después de haberse bañado salió rumbo al comedor observando la cómoda casa preguntándose en su mente ¿cuándo consiguió mi padre un lugar como estés?, bueno tenemos mucho sin vernos luego preguntare se respondió. Habiendo desayunado, ahora esperaría con ansia a que su hermana llegara quería ponerse al día con ella, bueno aunque no eran tan intimas si quería saber cómo le estaba yendo desde que se había quedado en la ciudad C, revisando su celular de repente entro una llamada. “Alexandra” salió en la pantalla, suspiro, descolgó la llamada diciendo “halo”. Mientras la otra parte, con severa dificultad pronuncio ¡necesitó que vuelvas a casa!, al escucharla se sor prendió no era habitual que ella hablara en ese tono: Con aprensión preg ¿qué sucedió? Mientras se levantaba un tanto nerviosa, no era que la mujer le cayera mal es solo que las llamadas de Alexandra, nunca era para nada bueno o al menos no para ella; no puedo decirlo por teléfono, vuelve por favor no te demores, es F….Fran al pronunciar el nombre finalizo, ¡no digas nada, solo sal! afuera esta un auto esperando por ti.
--- Sin perder tiempo, levantó su bolso gritando “voy a salir” ¡dile a mi papá y a mí hermana que estaré en la mansión ludinski y los veré esta noche! Seguido se escuchó un portazo fuerte, mientras corría, sabía que algo estaba pasando de lo contrario Alexandra no le hablaría en ese tono, cuando salió, vio a un hombre abriendo la puerta, para que ingresara, una vez dentro cero la puerta con rapidez, y se marcharon.
--- Todos los preparativos continuaron sin contratiempo, solo las enfermeras, el doctor y Alexandra, sabían lo que pasaba y muy pronto María José, nadie se imaginaba que en la mansión de una de las familias más poderosas, un trágico desenlace se estaba desarrollando. --- En las diferentes figuras importante del mundo de los negocios se podía ver la felicidad de lo que sucedería ese día, era un acontecimiento sin precedentes, algo que solo sucedía cuando un nuevo heredero surgía de entres las familias poderosas, además era para toda la vida, la familia ludinski no era la única; otras familias que llevaban años incluso siglos haciendo lo mismo se estarían presente esa noche. --- 45 minutos después María José corría por los jardines de la mansión ludinski para ingresar por la puerta hasta llegar a la habitación de Fran, donde era esperada afuera por Alexandra quien ya se había recompuesto, llorar no solucionaría las cosas además era insultante llorar, era como insultar al hombre que adentro agonizaba, no merecía que lo compadecieran después de haber llevado una vida como un hombre poderoso dentro de su sociedad.
--- ¿Que está pasando? Preg la chica al verla con rostro serio.
--- Fran quiera hablar contigo; tras escuchar su declaración camino para ingresar cuando su mano toco el pomo de la puerta escucho ¡Fran está muriendo! esa declaración la dejo aturdida cuando volvió para mirarla la mujer alta, digna y hermosa se había alejado para dejarla sola en ese momento un montón de emociones, invadieron su interior no supo cómo responder ni cómo actuar ¿porque la habían llamado a ella y no Alejandro? se preg mientras la mujer se retiraba, ¡él no lo sabe! Fran no quiere que lo vea en un estado tan lamentable, a pedido que si llega a morir antes de la presentación, no se le informe al mundo de su muerte hasta el día siguiente.
--- Con lo dicho la mujer se marchó, María José, respiro profundo giro la perilla de la puerta, ingreso a la habitación donde pudo ver al hombre acostado, quien había vuelto su mirada tras escuchar el sonido de la puerta abriéndose, al ver quien era sonrió ,con señas pidió a la mujer que se acercara, una vez a su lado sabiendo que el tiempo, que le restaba de vida no era mucho, extendió su mano; para sostenerla, de la mano de María José, acercándola para mirarla de cerca. Con voz apagada y lastimera pidió perdón. ¡Lo ciento por todo el daño que te pude haber ocasionado! ¡Me hubiera gustado que su encuentro fuera diferente, que la vida me diera una segunda oportunidad!; pero, no me queda tiempo. ¡Te deseo felicidad donde quieras que estés!....................... --- Esas fueron las últimas palabras de Fran, mientras hablaba ella trataba por todos los medios de tranquilizarlo y animarlo para que siguiera adelante mientras contenía sus sollozos pero era tarde Fran with había muerto soltando su sollozos y lágrimas se a pollo en la cama soltando su llanto sin restricción.
--- Los guardias que estaban en la puerta al escucharla se vieron unos a otros y sacudieron la cabeza, uno de ellos se dirigió al estudio mientras el otro abría la puerta para ayudar a la señora de la casa; acercándose a ella con cuidado, se inclinó para poner su mano sobre su hombro moviéndola de un lado a otro para reconfortarla: ¡lo siento señora! ¡ya no hay nada que podamos hacer! Fueron las palabras de confortación que quiso trasmitir, aun cuando sabía que no valieran de nada, la perdida era algo de lo que no se podrían reponer fácilmente.
--- ¡El señor ahora está descansando, tiene que ser fuerte por favor levántese! pronuncio mientras la ayudaba a ponerse de pie; por otro lado, su compañero de turno toco suavemente la puerta mientras las enfermeras y sirvientes que lo vieron pasar se levantaron aturdidos de su asiento por los llantos que provenían del segundo piso.
--- ¿Qué paso? preg Ana. El hombre solo cero sus ojos y moviendo la cabeza en negación, con esa acción una de las chicas del servicio dejo caer una bandeja que llevaba con café.
--- Alejandro, al escuchar el alboroto, levanto la mirada abrió la puerta viendo solamente al guardia parado frente a él con una cara de tristeza sepulcral. ¡el señor Fran acaba de morir, la señora está en su habitación, se encontraba con él en sus últimos momentos! tras recibir la noticia salió corriendo en dirección a la habitación, sin detenerse a mirar al resto de los empleados, mientras subía, pudo escuchar el llanto desconsolado de todos y cada uno de los miembros del personal de servicio, al igual, el de Alexandra y su esposa; en ese momento un sin número de emociones invadieron su cuerpo y mente, haciéndose preg ¿Qué es lo que debo hacer? caminando ensimismado en sus pensamientos abriola puerta para ver a su esposa sostenida de uno de los guardias al verlo, el guardia agacho la cabeza en sentido de la tentación, por la perdida.
--- acercándose sutil mente tomo a su esposa embrazó, quien de manera inconsciente la abrazó con fuerza: ¡se fue! Fue lo único que dijo en medio de lágrimas cuando sintió el fuerte pero reconfortante abrazo que la lleno de paz y tranquilidad, en medio del abrazo beso su cabeza con cariño ¡no lo sé!, pero, no podemos dejar lo aquí tenemos que avisar a los demás ¡vamos! Exclamo; arrastrándola al exterior, al salir los dos pudieron ver como Alexandra estaba recostada a la puerta de su habitación con cara de nostalgia y desconsuelo. Con un suspiro caminaron al balcón del segundo piso, donde se pudo ver a gran parte del personal reunido esperando que los nuevos señores de la casa salieran para confirmar la trágica noticia. Mirando a su esposa desconsolada y a los empleados exclamó con dolor y tristeza ¡Fran a muerto!
--- Una hora más tarde, toda la mansión estaba informada de la muerte de Fran, los empleados se levantaron, unos lloraban la partida mientras otros, aunque no derramaron lagrimas sufrían en silencio, Alexandra era uno de los que no derramaron lágrimas, después de salir de la habitación sus ojos nunca dejaron caer una lagrima, le había prometido que no lloraría el día de su muerte. Alexandra siempre hablaba con él, le contaba el día a día de María José desde el momento en que no pudo volver a levantarse, cada vez que lo veía en ese estado no podía contener las lágrimas, apoyando su rostro contra su cama porque, porque es tan injusta la vida dime Fran que fue lo que paso como terminas así Alexandra no comprendía nada su cabeza era todo un lió tratando de buscar una explicación lo que estaba pasando que era lo que había hecho mal para merecer morir de esa manera tos, Fran la tranquilizo esto no es tu culpa todos de vemos morir algún día, es solo que….. Unos nos iremos primero eran las palabras en la que pensaba por eso prometió que el día de su muerte no dejaría rodar sus la grimas.