El día había comenzado con una mezcla de emociones para Marina. Caminaba por el parque cercano a su casa, dejando que el aire fresco la despejara mientras organizaba sus pensamientos. Sabía que esa tarde tendría que enfrentar a Lucas y tomar una decisión que cambiaría sus vidas.
Lucas llegó al parque, donde habían acordado encontrarse. La vio sentada en un banco, con la mirada perdida en el horizonte. Se acercó despacio, sintiendo un nudo en el estómago.
—Marina —saludó suavemente, sentándose a su lado.
Marina lo miró, sus ojos reflejando una mezcla de tristeza y determinación. Respiró hondo antes de hablar.
—Lucas, gracias por venir —empezó, su voz temblando ligeramente.
—Siempre. ¿Qué es lo que querías decirme? —preguntó Lucas, su preocupación evidente.
Marina apartó la vista, observando las hojas caer lentamente de los árboles.
—He estado pensando mucho en nosotros, en todo lo que hemos pasado. Y aunque te quiero, sé que no podemos seguir así. Hemos intentado tantas veces, y siempre terminamos lastimándonos —dijo Marina, tratando de mantener la calma.
Lucas frunció el ceño, sintiendo que el suelo se desmoronaba bajo sus pies.
—¿Qué estás diciendo, Marina? —preguntó, su voz apenas un susurro.
—Estoy diciendo que no podemos seguir juntos. Quiero que seamos amigos, pero necesito seguir mi camino sola. Necesito tiempo para descubrir quién soy sin ti —respondió ella, con lágrimas en los ojos.
Lucas sintió un dolor profundo en el pecho, pero asintió lentamente, entendiendo que no podía forzarla a quedarse.
—Si eso es lo que necesitas, lo respeto. Siempre estaré aquí para ti, como amigo —dijo, con esfuerzo.
Marina le dio una triste sonrisa, agradecida por su comprensión.
—Gracias, Lucas. Significa mucho para mí —respondió.
Se quedaron en silencio por un momento, ambos asimilando la conversación. Finalmente, Lucas se levantó.
—Bueno, debo irme. Tengo una reunión... con algunas personas —dijo, tratando de sonar despreocupado.
Marina lo miró con preocupación.
—Ten cuidado, por favor —pidió.
Lucas asintió y se alejó, sabiendo que la reunión con "algunas personas" era en realidad con la gente mala con la que había estado involucrado por herencia. Sabía que no era el camino que quería para su vida, pero las circunstancias lo habían llevado a esa situación.
Llegó al lugar de la reunión, un oscuro almacén en las afueras de la ciudad. Los hombres que lo esperaban eran peligrosos, y Lucas sabía que estaba jugando con fuego.
—Lucas, justo a tiempo —dijo uno de ellos, con una sonrisa siniestra.
—¿Qué quieren? —preguntó Lucas, tratando de mantener la compostura.
—Solo queremos asegurarnos de que sigas nuestros términos. Tu lealtad es crucial para nosotros —respondió el líder, acercándose.
Lucas sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sabía que salir de esa situación no sería fácil, pero estaba decidido a encontrar una manera de hacerlo sin poner en peligro a los que amaba.
Mientras tanto, Marina caminaba de regreso a su casa, sintiéndose un poco más ligera después de la difícil conversación. Sabía que había tomado la decisión correcta, aunque doliera. Necesitaba tiempo para sanar y encontrar su propio camino, lejos de las complicaciones y el dolor del pasado
Editado: 21.07.2024