Destinos Entrelazados

Capitulo 1 La llegada a Baremar

El viento del norte soplaba con fuerza , lady Evelyn se ajustaba la capa sobre los hombros. Había pasado días viajando desde un pueblo hasta el imponente castillo de Baremar , hogar de su madre lady Katherine Mackenzie. La última vez que había estado allí, era apenas una niña. El castillo de Baremar se alzaba sobre un risco, con sus dos torres. Estába rodeado por colinas grandes y bosques densos, Baremar era un castillo de una gran belleza. Desde donde, estába lady Evelyn podia ver los extensos terrenos que su familia había gobernando por generaciones. Al cruzar el portón principal, dos de los sirvientes la condujeron hasta el salón principal, dónde la esperaba lady Katherine. Sentada en una silla alta junto al fuego , lady Katherine tenía el porte de una reina, elegante. Su vestido de terciopelo azul real con su cabello recogido en un bonito moño, lady Evelyn se acercó, haciendo una reverencia antes de hablar.

-—Madre... He regresado.

Lady Katherine levantó la vista.

—Evelyn habéis tardado más de lo esperado.
—Hubo tormentas en el camino, madre. Además no he viajado sola; el sacerdote insistió en acompañarme hasta las puertas del castillo —respondió Evelyn.
—Un gesto muy adecuado. Aunque vos deberíais haber llegado antes. Vuestra llegada se ha prolongado demasiado - —ontestó lady Katherine.
-—Lo sé, madre.pero he vuelto, el administrador de la aldea me envió una carta .Dijo que la situación en las tierras no mejora, y pensé que...-—dijo Evelyn.
—Que vos podíais intervenir- —nterrumpió lady Katherine. ¿Acaso vos creéis que podéis resolver lo que ni siquiera yo he podido? —dijo lady Katherine.
—No era mi intención cuestionar su autoridad, madre .Solo deseaba ayudaros —dijo lady Evelyn.
Lady Katherine se levantó de su silla caminando hacia Evelyn.
—Ayudar.... repitió , mirandola fijamente. Si vos deseáis ayudar empezad por entender que nuestra familia no necesita salvadores. Necesitamos aliados fuertes y con una voluntad de hierro. ¿Vos poseéís eso, Evelyn? —preguntó lady Katherine.
—Haré lo que sea necesario, madre - —ontestó lady Evelyn.
Lady Katherine inclinó la cabeza con una sonrisa.
-—Muy bien hija mía, mañana hablaremos de vuestras responsabilidades. Por ahora, descansad . Parecéis agotada.
—Como deseéis, madre.
Mientras Lady Evelyn salía del salón su miráda se fue hacia los retratos que adornaban las paredes. Cada rostro representaba a uno de los miembros de la familia que había luchado por mantener el legado de los Mackenzie.
¿ Sería ella capaz de estar a la altura?




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