Capitulo 1 Arreglos matrimoniales para adhesión de la República Unida
Yo, Arknosh, Rey de Saitren, acepto un trato que me parece una reverenda estupidez. Mi única hija, la dueña de mis ojos, la mujer que más amor me ha regalado, la estoy intercambiando por una tregua y armamento ante la horda de bandidos que han azotado mi planeta. Mis hijos fueron concebidos bajo el respeto de una relación permitida con la madre de ellos, mi reina Windelaar. Con mis difunta princesa Tsara, mis dos gallardos herederos, sigue mi consentida que es la más pequeña, la que no esperábamos, la más pequeña hija mía que desde que nació en la conjunción de lunas, estaba destinada a un poder mayor para el bienestar de su pueblo. Yiatak, la orgullosa y rebelde desde pequeña, acostumbrada a luchar por todo y a ganar siempre pues sabe que me derrite su bello mirar de ojos color miel. Sólo tiene 3 años y estoy sellando ya su destino al apresurarme a entablar negociaciones con estos malditos níveos sin sentimiento de miradas frías como el acero que forjan en sus monumentales naves guerreras las mejores y más sofisticadas armas...si, es un pacto beneficioso para todos pero mi corazón está partido... mi primogénita, la que debió reinar, la que pacté como esposa del heredero de Tregnon XII cumple años de fallecida, Tsara, la princesa dueña de los ojos verdes como el campo mas frondoso, la que los malditos de la Prefectura sacificaron para que no reinara en conjunto a Tregnon XII. Maldito poderío, el que alguna vez aprecié, ahora no le perdono el engaño. Me hizo a un lado para aceptar los dos acuerdos matrimoniales sabiendo que igual ante el desplante militar, cedería yo para pagar con agua y provisiones el faltante de mi princesa heredera. No era necesario ocultármelo. Ahora para poder llegar a casar a mi otra hijita con el sobrino de Ikram. Malnacido, tengo que ceder no nada más mi agua y mis provisiones, sino sacrificar a una niña por ese bestia que adivinar si no es maldito y lastima a mi niña. Mi niña, la que apenas goza de 3 añitos...no quiero regalarla a una vida de sufrimientos con ese mounstruo, no cuando he sabido que han encontrado indicios de que el otro trillizo está vivo, aunque lo nieguen, sería un verdaderpo milagro pues armaríamos de nuevo el contrato ante la ley de la Prefectura Galáctica y seríamos como menos indestructibles, los señores de la Guerra y el poderio de mi agua. Otra alianza que no ha dejado florecer los malditos prefectos.
El matrimonio estará legalizando la República Unida de Saitren-Tregnon XII. Ante la Prefectura Planetaria, recién empezamos a aceptarnos regidos por ella, deberemos actuar en conjunto. Reinará mi hija en el planeta y el heredero de Tregnon XII seguirá reinando en sus naves, y a sus señores de la guerra que si han casado ya con sus hijas, viviendo en esas malditas naves maravillosas que nos han dado paz pero han minado nuestra independencia, la nave mayor, la más grande de ellas hace sombra a toda la ciudad de Gebramm, la mayor de nuestras ciudades.
Espero por el bien de mi planeta esta unión nos legalice la oportunidad de protección y terminen las matanzas, no puedo seguir sin escudos ya que el saqueo ha minado nuestra población y las reservas están casi agotadas...
Adelantamos este momento porque podía haber esperado a los 20 años de mi hija, pero los excelentes resultados de estas alianzas nos han dejado claro que es el futuro de las Terminaciones de Guerra. Excelentes para todos, sólo no para mi hija...aún además falta ver que postulaciones tiene los de Tregnon XII, puesto que aún no han terminado los acuerdos de reinado después de la fatídica traición que sufrieron en sus líneas internas.