Destiny Moonlight

Destiny Moonlight

CHAPITRE 50...

 

En el pequeño pueblo de Jackson, a las afuera de este, se encontraba el famoso aeropuerto, donde se vivía día a día las lágrimas y despedidas, las últimas vistas y las nuevas aventuras, era un lugar mágico, era como tu portal a nuevas oportunidades, así, lo describía yo.                                

-nerviosa? - musitó burlón el chico a mi lado.

-Clark, si llevas más de dos meses sin ver a tu padre, es claro que debes de estar nervioso, es tu padre después de todo, el que siempre te protegió- describí sin apartar lo ojos de aquella vitrina, esperando justo el momento en que Cristhian Collins atravesara ese lugar en sí y como de costumbre las manos me temblaban, era usual sentir mi corazón a mil, esperando lo que todos aquí siempre esperaban.

 

"Vuelo 1456, aterrizara en cinco minutos" solté aire en cuanto oí la voz de la mujer a través de ese parlante.

 

-llegó, Ashton, en serio está aquí- musité con tanta emoción, mirando a Ashton maravillada.

-así es pequeña, ya llegó- musito con sus ojos soñadores gris tormenta y sus manos metidos en los bolsillos, apoyado a un pilar con una sonrisa de lado.

Volví mi vista al frente sintiendo como el peso de las ansias caía sobre mí. ¿Cuánto, maldita sea, tengo que esperar, acaso no pueden aterrizar y ya?

Mi corazón disfrutaba de una sensación de emociones, felices, estaba la clara, emoción de alegría, la nerviosa, la aterrada y el frenesí que no podía desaparecer de saltar sobre papá y abrazarle como si no hubiese mañana.

-mira quien apareció- mi mente dejo de maquinar en cuanto escucho esas palabras de Clark, con una mano sostenía su maleta a un lado de él y con la otra, sonreía entregando unos documentos, firmados rápidamente por el oficial a cargo, pronto pareció que todo a mi alrededor se desmoronaba, sentía la peligrosa necesidad de correr hacia él y corroborar de que no era una ilusión, necesitaba saber eso.

-mi nena...- solo fui capaz de mover mis pies inertemente como si de un humano sin alma anduviera por las calles se tratase, sin miedo, sin pensar, sin hablar, cuando parpadeé dos veces me di cuenta que ya podía sentir el famoso olor a café con dulce en su ropa, ese aroma que tanto añoraba al fin había llegado.

-llegaste- con la voz quebrada sentía apenas como movía su mano derecha hacia atrás mío y luego enrollaba mi cuerpo con ella.

-mi niña hermosa, como has estado? - no podía simplemente responderle un bien... no ahora, no ahora, con todo lo que había pasado.

Me separe de él y quite las lágrimas que se quisieron asomar por mis ojos, sonreí de lado y sorbe mi nariz- estoy viviendo una vida maravillosa, padre- musite casi inaudible.

-oh mi nena- siempre lo fui y siempre lo seré, la nena de papá.

 

-Cómo le fue en el viaje, señor Collins? - cuestiono Ashton a través de retrovisor, con una sonrisa de lado.

Con unos leves apretones en mi nariz y una sacudida, sonrió complacido apareciendo así las arrugas de los cuarenta años- Oh, excelente Ashton gracias por preocuparte- exclamó mi padre, mis pies adornaban los suyos, uno sobre otro, en la parte trasera del auto de Ashton, mientras que él era nuestro conductor- y dime ¿Cómo te ha tratado mi hija? - cuestiono con una sonrisa de lado y esa chispa de emoción en sus ojos.

-sinceramente, me tomó como un patán los primeros días...- mi corazón cayó al suelo- pero... creo que eso fue antes de conocerme verdaderamente, ahora sé que la verdad se encuentra en tu interior-.

-que profundo, hermano- musitó mi padre anonado.

Burlona le di un leve puño en su hombro- estamos en el siglo veintiuno padre, ahora los chicos sexys son los poéticos- indiqué con una sonrisa orgullosa.

-eres toda una experta en esto de los chicos eh? - con un leve toque en mi estómago río por lo bajo- bueno, dejando el tema de lado por un momento... ¿A dónde iremos a cenar esta noche? - cuestiono juntando sus manos como mosca en dulce.

-la casa- indique.

-No! - exclamó con un ademán- hay que ir a otro lugar, estoy harto de servicio a la habitación, quiero salir-.

Me cruce de brazos y con una ceja alzada pregunte: ¿Y a dónde quiere ir? -.

-pues... he pensado mucho, en el pequeño restaurante de tacos en la plaza-.

-Tacos? - cuestione dudosa.

- qué pasa? Siempre te gustaron los tacos- exclamo.

-sí, pero, es tan común-.

-es perfecto- finalizo, cruzada de brazos me interpuse ante su decisión- que aportas tú? ¿Entonces? - preguntó como si supiera lo que diría.

-una parrillada, asados, algo que se pueda ver... un espectáculo-.

-solo quieres ver como se rostiza un pobre pollo, Alexa, eso no se vale-.

-pero padre...-.

-no, he comido ya asado esta semana no volveré a comer asados-.

-bien! - exclamé bajando mis pies y corriéndome hacia adelante, apoye mi mentón a el asiento de Ashton y con una sonrisa de lado, rete a mi padre- Ashton tomara la decisión final- musité en su oído, pero, lo suficiente para que mi padre oyera.




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