Destiny Moonlight

Destiny Moonlight

CHAPITRE 59...

 

A la altura de el gran Hotel Heavens, se podían apreciar los autos pasar, como luces de arbolitos, los diferentes tipos personas que pasaban por la ciudad.

-esta vista es esplendida- como millones de estrellas que deslumbraban en el  suelo, los autos eran millones de estrellas fugaces que destilaban en la calle.

-esta vista es solo esplendida en las noches- musitó con recelo.

-entiendo que...- bajó su mirada y bufó vagamente- es difícil estar en un lugar donde hay millones de personas y mucho ruido-.

 

Las tazas de chocolate caliente pedidas por Ashton reposaban sobre el suelo del balcón cristalino, las calles aún destellaban con diferentes colores predeterminados: rojo, amarillo, blanco y de vez en cuando la ambulancia que compartía sus relucientes colores: azul y rojo.

-sé que jamás he preguntado esto... pero siento intriga sobre... tu madre- respire vagamente y posee mi mirada en la parte baja del edificio de en frente donde una pareja salía a difamar su amor con besos y tomados de la mano, donde un hombre paseaba a su mascota frente al hotel y como el portero le decía que debía alejarse de la propiedad.

-que quieres saber? - cuestione con una ceja alzada y un sorbo de ese delicioso chocolate.

- no veo retratos de ella en la casa, por lo que sé que no ha muerto- asentí ante su sentido detectivesco.

-tienes razón, Leyla nos dejó cuando apenas yo tenía un año, papá mencionó siempre que ante todo fue: una mujer excepcional y de muy buen humor, tal vez fue por eso que se alejó, pues, por lo general los bebes forman el carácter de una mujer- Ashton asintió en compensación, por lo que supe que estaba dándole la información que quería.

-Leyla...-musitó inconscientemente.

-Sí, Leyla Valente- musité.

-entonces...-.

-papá también mencionó que fue la mujer más hermosa que haya existido en la tierra y que seguramente el hombre que ahora está con ella debe tener una suerte enorme-.

-tu padre es muy caballeroso-.

-dímelo a mí- indique divertida con una sonrisa de lado.

-pero... jamás le creí esa basura- chasqueé la lengua y posee mi mirada en otro lugar- mi madre fue una mujer desconsiderada con respecto a mi padre y a mí, me dejó por que no pudo aguantar tener a una hija chillona, no pudo resistir el llanto de un bebe-.

-Alexa-.

-no tuvo la delicadeza siquiera de explicar lo que sucedía, solo se fue una noche y nunca dijo nada, papá se levantó porque yo lloraba y descubrió su lecho del lado izquierdo vacío-.

Las personas podían a llegar a herirte de una manera cruel y despiadada en el silencio.

-tu padre es un gran hombre... gracias por contármelo- musitó a mi lado.

-gracias por escuchar...- pero, tenía miedo a lo que pudiera hacer yo, podría hacer lo mismo que ella dejar al chico que tengo y cambiarlo por otro en segundos.

-entonces... creo que estamos en las mismas-.

Eso creo Clark.

Tomé un sorbo de mi chocolate caliente y divisé a la distancia un grupo de chicas.

A veces... imaginaba como sería mi vida con amigas.

Como sería el hecho de que pudiera confiar en alguien con toda mi vida, como sería compartir mis secretos con una reír sobré cosas con ella, hablar de chicos, hablar de nuestra vida, sobré nuestro futuro.

-todo sucede por una razón- era la típica frase que toda buena persona utilizaba.

-por cierto, Leonard quebró mis lentes- comente para quitar el tema de en medio.

-no hablaras en serio? - incrédulo me miró, pero, en mi rostro no había ni pizca de una mentira- diablos... eran los de tu padre-.

-eran, tú mismo lo has dicho- recite.

-diablos... enserio lo siento muchísimo-.

-no hay problema, al menos me hizo más linda- comente incrédula.

-estas de broma? - por un momento pare de reír, pensando que tal vez mi cambió de look, en verdad no le había gustado.

-en serio esta tan horrible- mordí mi labio inferior apenada.

-dicen que el espectáculo más hermoso lo dan siempre las estrellas- tomo una pausa y sonrió complacido- tal vez caíste del cielo para deslumbrar la tierra-.

Mierda... no.

Mis mejillas de veras se estaban inflamando, sentía la respiración entrecortada y el momento en sí estaba demasiado acaramelado para mi gusto.

Pero... joder, mirarles a los ojos, había sido sin duda uno de los mayores placeres de esta existencia, sentir el calor de sus brazos envueltos en ti era lo más deliciosos que pude sentir, pero...

¿Qué sería besar sus labios?

¿Qué sería sentir el calor de su cuerpo a mil?

¿Qué sería ser feliz junto a Ashton Clark?

-el... chocolate esta delicioso- tomé otro sorbo y me levanté del suelo- creo que iré al baño- esto estaba yendo demasiado rápido para mí.

Jamás había besado... exceptuando a Matteo, pero, él era algo aparte.

Sin saber a dónde ir exactamente deambulé por los pasillos del extenso apartamento de Ashton, quise abrir todas las puertas, pero, solo una accedió a abrirse las demás estaban cerradas.




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