Destiné

CHAPITRE 12...

Las clases de Literatura paso tan rápido que casi no la sentí, pero, en cambio la profesora Mullingar decidida a que recordáramos cuan importante era un ensayo, nos agendo para el próximo jueves un ensayo, historia o poseía de más de veinte páginas.

Con el fin de que nuestro estudio sobre cómo crear o ser creativa, se resaltara más de lo normal.

Lo cual era agobiante.

Cuando se suponía que ser creativa debía ser espontáneo de un tema libre, no de algo en sí que otra te mande.

Bufe con desespero, tomando mis libretas con fuerza en mis manos, procurando ante todo no tener que tirarlos al suelo, por lo pesado que esto se encontraba.

Mis zapatos resonaban con estrepito estruendo en el suelo, como si de un búfalo se tratase, mientras trataba de llegar lo más rápido posible a mi clase Intelectual, a la cual ningún estudiante tenia permitido faltar, pues, era una fundamental en cualquiera de los departamentos que en este lugar se encontrasen.

Mis pies concluyeron de correr en cuanto distinguí a la esquina las puertas de la clase de Intelectual, suspire pesadamente y camine a paso desequilibrado en el pasillo, mientras las personas me rodeaban y reían entre sí, ignorando que una coja, sin iré y exhausta pasaba a su lado.

Repare, en todo lo que necesitaba para Intelectual resguardando ante todo que no me faltase nada.

Y fue entonces cuando lo divise... su cabello chocolate, atravesó mi visión, su risa inundo mis oídos y su cuerpo de espaldas me dejo inmóvil.

Fruncí mi ceño y ladee la cabeza, quedando desconcertada de a quien había visto.

Casi podía recordar sus hoyuelos en los dos lados, sus ojos chocolates a conjunto con su cabello, pero, algo en él, no cuadraba como debía ser, algo en su ser realmente había cambiado, pero, su recuerdo había quedado intacto en mi memoria, de hecho, el primer chico del cual me enamore había quedado impregnado en mi ser.

Negué repetidas veces con la cabeza, cerrando mis ojos y repitiéndome internamente que no podía ser tanta la coincidencia.

El timbre de la Universidad indico claramente con su cansado ring que debía entrar a clases cuanto antes, porque de lo contrario me quedaría fuera de las clases.

Con apuro y sin pensar nada, entre a ese cuarto, dejando a mi vista a cada uno de los estudiantes, recorrí las escaleras, hasta llegar donde Clarissa Blair alzaba su mano con fulgor y una sonrisa la cual conllevaba un agitado muy alegre.

-se dice que un nuevo chico ingreso al instituto-

-tu no pierdes ninguna-

Bromee, sonriendo de lado y sentándome.

-acabo de llegar y ya me cuentas esto-

-sí, pero, dicen que es guapo y recuerda que mi misión siempre ha sido ser una excéntrica reporte, lo dice mi profesor Barrón y eso que para mí es insoportable-

-dices que casi nunca le prestas atención

Indique con una ceja alzada.

-puede ser-

Hizo un ademan y abrió su cuaderno, apuntando algo que realmente no me importaba.

-dicen que al igual que tu es de Literatura-

-sí, que bien-

Chasquee la legua y le reste importancia, abriendo mi cuaderno y apuntando lo que sería el día de hoy.

-Alexa-

La voz de un chico entro por mis tímpanos, fruncí mi ceño y giré mi cabeza justo en el momento en que Dionisio se disponía a tomar asiento alado de mí.

-Has oído la noticia del chico nuevo-

Rodee los ojos y lo mire con obviedad.

-¿ves? Hasta para este chico es importante-

Tras de mí Clarissa reprochaba mi falta de interés por el chico nuevo.

-no me interés ¿Entiendes Clarissa? -

-vamos Alexa a quien no le importaría un chico nuevo-

-Ha esta chica-

Señale mi ser e ignore por completo su mirada de rostro.

-Alexa, escucha-

Gire mi ser completo a lo que se suponía era Dionisio, quien raramente debía admitirlo me hablaba.

-Lo siento, puedes seguir-

Suspiro pesadamente y enredo sus manos sobre la mesa.

-El chico nuevo estuvo en nuestro instituto-

Fruncí aún más mi ceño y ladee la cabeza, intentando visualizar quien podría ser.

Tal vez, Marcos, aquel chico que era inteligente, pero, amaba el español más que cualquier materia.

O... podría ser Esteban... el chico poético de la clase 6C, quien sentía un profundo interés por todo lo que era los años clásicos y todo eso.

-Es...-

Las puertas del salón volvieron a abrirse dando paso a el profesor Miller, con una carpeta en sus manos.

Pero... el volvió a aparecer y el recuerdo también se aferró a él como olor de colonia en la mañana.

-Alexa, espera- su voz me provocó un escalofrío, mi mente viajó a muchos lados, pero, yo estaba aquí.

-Matteo- sonreí sin ganas y lentamente giré hacia su dirección.

-porque... porque debes irte, es decir, ahora todo está revuelto mi cabeza esta revuelta... todo, todo este tiempo me, me estuvo gustando la misma chica- una ráfaga de aire cruzó por mi lado y abrace mi ser con ferocidad- porque nunca me lo contaste, porque nunca me habías dicho que tú y yo ya nos habíamos besado- musitó lo último con decepción.