Destiné

CHAPITRE 14...

Las músicas de espera eran terriblemente frustrantes, aunque fueran seleccionadas para relajar y esperar, el cerebro ponía todo en su contra para hacerlo irritante.

Tomé una galleta de mi alacena y de un mordisco me senté en el sillón, mirando a las afueras de este edificio donde el gran ocaso relucía en todo a dar.

-Edificios Clark, gracias por la espera, ¿Qué se le ofrece? -

Tragué fuertemente, y fruncí mi ceño irguiendo mi cuerpo completo y sentándome en el sillón, como si Cassandra estuviese frente a mí y esto fuese una especie de entrevista.

Sobraba decir que la voz Cassandra era totalmente incierta a la que yo personalmente oía, eran tan inofensiva y atenta, muy distinto a cuando se dirigía a mí.

-Requiero una cita con el presidente de los edificios Clark... yo...-

-Alexa Collins-

Recito con antipatía, sospechaba como rodaba sus ojos y tiraba maldiciones en su cabecilla hacia mi persona.

-La misma e imagino que vos sos Cassandra, la recepcionista de Ashton-

-Empresario Clark, para usted-

Corrigió de manera regañona contra mí.

-Puedo reservar un día y una hora... porque pienso que podrá ser el...-

-jueves a las diez de los mañanas ni un día mas ni un día menos, ni un minuto más...-

-Dije que yo la reservaría, Cassandra-

-El señor Clark tiene una agenda muy ocupada no le quitare citas importantes para el simple capricho de una Universitaria-

-no es un capricho-

Masculle con desdén.

-El jueves o nada-

Bufé a los tres vientos y gruñí por lo bajo.

-Cassandra...-

Recite por lo bajo doblegando mis rodillas frente a la gran ventana de cristal.

-jueves o nada...-

-ya te oí, ya te oí, cálmate, yo... solo...-

Como nena regañada me recogí pensando seriamente en mi próximo paso, manteniéndome en silencio con el ceño levemente fruncido.

Dudaba que Cassandra tomara piedad de mí, aun sabiendo que ella me odiaba.

Supiera Dios por qué.

-Señorita Collins no tengo... Señor Clark-

- ¿es Alexa? –

-Clark-

Me levante de golpe y mire la vitrina como si pudiese divisar al increíblemente apuesto joven empresario príncipe Clark.

Nuevamente y como el pasado, mi corazón bombeo exageradamente, como si de un temblor se tratara con el nombre de Ashton grabado en su interior.

-por favor pásala a la línea-

El sonido de la puerta cerrándose y el bufido de Cassandra me dio a entender que Ashton había triunfado en la conversación.

Como Siempre.

-Espere un segundo la estaré pasando a la línea líder-

Mascullo.

Presentí la idea aleatoria de Cassandra enterrándome cuchillas en cuerpo y diciéndome lo mucho que me odiaba.

-gracias-

Musite inaudiblemente.

Levante mi mirada al cielo despejado y agradecí internamente, tomando camino hacia mi alacena y tomando otra galleta.

Nuevamente la musiquita de renombre volvió a surgir, maldecí por lo bajo y de un mordisco termine de tragarme la galleta.

-Señorita Collins-

Tosí levemente y aclare mi visión borrosa, parpadee unas cuantas veces y trate por todos los medios de no sonar como una foca retrasada en el auricular del teléfono.

- ¿Alexa? -

Pero era interminablemente imposible.

-Yo...-

Tosí nuevamente y parpadeé sucesivamente, pero, era imposible no atorarme con los restos de galleta en mi garganta que bajaban rústicamente por mi garganta.

-Alexa me estas asustando, ¿Qué sucede? –

Respire hondamente y trague bruscamente.

Ok... Alexa... habla.

-Me atore-

Y como perro deshidratado respondí a su llamado.

Fracasando en lo que se creía mi respuesta.

Oí su suspiro y como reía por lo bajo.

-Alexa Collins-

-esa soy yo-

-entonces porque llamas tan temprano-

- ¿temprano? -

Debía estar bromeando.

Eran las seis de la tarde.

-es un decir, ahora que sucede-

-reservación...-

Indique.

-Mañana a las una de la tarde-

Cerré mis ojos y gruñí por lo bajo.

-Te dije que yo haría la reservación, Clark-

-no te preocupes por eso, será mejor que lo haga yo, después de todo es mi agenda-

-y si tengo algo que hacer ese día-

-bueno... entonces sería algo mutuo y para que eso suceda... porque no, te doy mi numero-

- ¿número? -

-apuntalo, solo hazlo-

Entorne mis ojos y mire a mi alrededor, buscando un bolígrafo.

Pero la nevera salvaguardaba unos apuntes, corrí a toda prisa y crucé la cocina estrellándome bruscamente con la nevera.

- ¿Estas bien? -

-tal vez pensarás que estoy loca, pero, últimamente mi torpeza es muy extrema-

Bromee.

-No es torpeza Alexa Collins-

- ¿ah no? -

-no... es ternura, no puedo imaginarte siendo torpe, sería realmente... tierno-

Han sentido....