Destiny Moonlight- Destinados

Destiné

CHAPITRE 55

 

-Pasión, Magia, Belleza, Innovación, Romance… son las palabras perfectas que denominan a mi nueva creación, son solo abreviaciones de ellas-

Debía admitir que era la primera vez que Leonard Dior, ignoraba por completo mi presencia y solo se centraba en Ashton, después de haber llegado veinte minutos tarde, debía admitir que jamás en mi vida había tenido una tardanza tan inmensa en mi vida, es decir, jamás había faltado a nada en mi vida.

-Y ¿Podrías mostrarnos el vestido? –

Con una ceja alzada y sus manos entrelazadas se apoyó en sus rodillas y realizo la pregunta.

-No esta aun terminado príncipe Clark, solo le falta retoque –

- ¿Crees que estará listo para esta noche? -

Masculle avergonzada.

Cerro sus ojos y suspiro- Señorita Collins, ¿Con quién crees que estás hablando? -

Fruncí mi ceño y dudé en contestar, pues, tenía muchas hipótesis:

…Un Diseñador…

…Un Icono de la Moda…

…Un Famoso…

…Contigo…

Y finalmente respondí:

-Con Leonard Dior-

Indique dudosa.

-Te equivocas-

¿Que?

Con una ceja alzada intente descifrar el enigma, ¿me había equivocado de nombre?

Y por una vez en su vida se acercó a mí de manera peligrosa.

-Yo soy El Leonard Dior, no Leonard Dior, El-

Recalco con su dedo índice alzado y su piel blanca reluciendo con el brillo de la luz de su extensa sala de moda, súper blanca, con decoraciones de rosado y gris.

Aplaudió frente a mis ojos y se dio un giro, tomando camino hacia la puerta negra que atravesaba este cuarto.

-Traeré el vestido para que te lo puedas probar, luego veré que más ayuda a atribuirte-

-Leonard enserio lo siento-

Dije una vez que este dio completamente la espalda e inicio su recorrido.

Sentí como el lado contrario del sillón en el que me encontraba, se iba elevando y regresando a la normalidad. Tome un respiro cerrando mis ojos y suspirando pesadamente.

- ¿Me dirás dónde estabas? -

- ¿Es necesario? -

Masculle perezosamente.

Pues, pensé que al volver a verle las cosas serían diferente, que tal vez ahora las cosas podrían ser más fáciles, más románticas y sin limitaciones entre nosotros.

Pero… temía que no.

-Alexa, hace más de media hora llevaba llamándote, sin embargo, no contestabas-

Incito con el ceño levemente fruncido.

-Estaba ocupada, ¿sí?, debía aclarar algo con Steven-

-Dices… ¿hablaste con Steven? –

Sus ojos ahora mostraban ambición, mostraban asombro verdadero, el hecho de que hubiese hablado con Steven.

-Si…-

-No te dijo nada… fuera de lo normal-

Alce una ceja incrédula mientras me limitaba mirarle.

No sé si estaba diciendo eso de verdad o… estaba literalmente sudando y carcomiendo su conciencia.

-Y ¿qué es algo fuera de lo normal? Ashton-

Deje mi posición de chica frustrada y cambie en cuanto me levante y cruce mis brazos, mientras apoyaba mi trasero e el brazo de aquel costoso sillón.

-Tal vez, algún nuevo acontecimiento-

Bajo su cabeza y desde esa posición me aprecio, mientras deliberadamente montaba su mano sobre su cabeza para tocarse el cabello nerviosamente.

- ¿Acontecimiento? ¿Nuevo?... sabes algo de ello-

-No, por eso te…-suspiró y cerros sus ojos- te pregunto a ti-

Entrecerré mis ojos al momento en que este volvía a suspirar.

Sabía que quería decir, sabía que quería oírme decir: “Steven, me ha dicho sobre tu aporte con su madre”

Pero, solo me limite sonreír de lado y negar con la cabeza, mientras me abría paso hacia la mesita de bebidas.

Tomando una, me recosté en ella y desde allí lancé una mirada efusiva a Ashton quien solo se limitaba a mirarme cabizbajo con una sonrisa tímida.

… Algo que sinceramente jamás había hecho, ahora me ponía a ver nuestro “After, Before” y la verdad es que…. Había pasado tantas cosas que había olvidado lo que era estar REALMENTE alado de Ashton, había olvidado el sentimiento de euforia que el causaba en mí, había olvidado lo jodidamente bien que se sentía al tener sus ojos solo para mí, cuando solo se limitaba a guardar silencio y mirarme, como si estuviese admirando una pintura tan difícil de comprender, que pese a aquello no le importaba gastar horas mirándola.

Y realmente, estar alado de este chico me ponía de puntas, agregaba un toque de euforia y color a mi vida.

-Gracias-

Masculle sin pensarlo, sonriendo de manera dulce y tomando un sorbo de mi bebida.

Y de pronto esa mirada se volvió divertida, ahora sus ojos solo dilataban podía sentirlo, apretó su agarre en la mesa trasera que tenía, mientras soltaba una risa seca.

- ¿Por qué? -

Cuestiono.

Por haberle traído color a mi vida, por haber venido como tormenta y llevarte toda cosa aburrida, por salvarme del hoyo de la desesperación y depresión, por haberme visto antes que hubiese cometido un error mayor.




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