CHAPITRE 57
Deslice la bata de baño por todo mi cuerpo aferrando el amarre de esta a mi cintura, tomando un suspiro largo agarre la toalla y empecé a toquetear mi cabello con suaves movimientos para poder secarlo de una manera correcta, pues, según estudios médicos, la manera brusca y totalmente inadecuada de secar tu cabello podía causar que este se cayera, y la verdad tenía miedo de perder mi cabello.
Así que, con suaves movimientos, abrí la puerta del baño y salí mientras seguía este procedimiento de secado.
Ashton Clark, había salido hace menos de veinticinco minutos, debía volver a la oficina para terminar una reunión que aproximadamente demoraría media hora, para después limitarse a ir a la fiesta de los Lovegood, prometió que bailaríamos juntos, aunque sinceramente durante todo este tiempo eso fue en lo único que pude pensar, en él y yo bailando, con ese vestido muy exagerado.
Tan solo la idea de caer y hacer el ridículo me aterraba, pero, también me causaba una ligera gracia, así que de vez en cuando una sonrisa momentánea se instalaba en mi rostro.
También estaba conmocionada por el hecho de que volvería a ver a mi familia Lovegood, de parte de la tía Adeline Collins, la madre de Dante Lovegood y Demons Lovegood.
Así que esto era lo que sucedía me encontraba sola en el apartamento de Ashton, esperando impaciente a que Leonard llegara, tal como la última vez, entrara pusiera sus chicas a trabajar y arreglarme para esta fiesta.
Y no sé porque… pero este presentimiento de euforia se estaba presentando en mi ser, el hecho de que simultáneamente volviera a ir a una de sus fiestas, el hecho de que volviera a oír a la tía Adeline decir: “Querida, ¿ya tienes un título? O ¿todavía quieres ser una pordiosera?”
Si… el hecho de ser rechazada por toda la noche estaba atormentando mi ser.
Pero, un leve sonido de una llamada entrante me hizo darme cuenta que la realidad me estaba llamando, tal vez era Dante diciendo que no me molestara en ir o Ashton diciendo que no iría a la fiesta porque había sucedido algo, incluso pensaba que era la mujer misteriosa que se limitaba a darme mensajes y asustarme día a día, también pensé, que era Steven Benson queriendo saber cómo me encontraba.
Pero… a decir verdad…. No eran ninguno de ellos, no había atinado en ninguno, pero, lo que si era cierto era que me daba mucho gusto volver a hablar con él.
-Así que… ¿ya quieres volver a Jacksonville? -
Reí entre dientes mientras persuadía la voz de mi padre, me senté en el sofá de tres personas mirando a las afuera de este gran edificio.
-No, papa, aún tengo cosas que hacer-
-Esa es mi chica, hace poco me llego un e-mail el director de Columbia informaba sobre el receso de los estudiantes, para dar inicio al tercer ciclo-
Lo había olvidado, el receso de dos semanas se acercaba cada vez más, eso quería decir que mi examen final igual, tanto el de Artes Escénicas como el de Locución, debía terminar cuanto antes la entrevista con Ashton y rellenar mi reporte.
Pero, después de todas estas cosas que habían acontecido era difícil pensar en eso.
-Si, a decir verdad, es dentro de unas tres semanas, papa-
Informe rascando mi frente suspirando pesadamente.
-tres semanas ¿eh? Eso es lo que hace falta para verte…-
-algo así…-
Indique.
-vendrás ¿cierto? –
- ¿Hablas en serio? Claro, que lo hare, quiero verte y regresar a mi vida deprimente de Jacksonville-
Bromee mientras mordía mi labio inferior y oía reír a mi padre a través de la línea.
-Debes venir últimamente las llamadas me están costando una fortuna-
Comento mientras reía.
-Cierto-
Apoye.
Y hubo un momento de silencio en el que… nuestras voces solo se limitaron a cesar y la llamada quedar suspendida en el air.
-Alexa… cariño ¿No estas ocupada ahora? -
-Yo… solo espero-
Dije mirando el ascensor con recelo.
-Bien… esto es difícil Alexa-
- ¿Sucede algo? -
Fruncí mi ceño y deshice mi enredo de pies, poniéndolos a ambos en el suelo.
-Si…. La vez pasada quise decirte… pero, no sabía cómo, cariño-
Y si, el hecho de que tu padre se tornara un poco misterioso y con ese tono de seriedad, era preocupante y más si tu padre no era de guardarte secretos ni nada parecido.
-Papa…-
Mi voz temblorosa se hizo presente, el solo hecho de pensar que pudiera ser…. Ta vez estaba enfermo, tal vez necesitaba ayuda, quizá había tenido algunos problemas.
-Es… es tu madre cariño-
¿Ma… má?
-Leyla-
Corregí con el ceño fruncido.
-Tu madre-
Inserto nuevamente el.
- ¿Qué paso con ella? –
Cuestione con el ceño fruncido.
Ok.
Hablábamos de mi madre, para una familia normal sería preocupante o importante, pero, no la conocía, solo en fotos y el hecho de que ahora el dijera o hablara sobre ella, era irrelevante para mí.