Destiné

CHAPITRE 71

Ana Frank nació el 12 de junio d 1929, en la ciudad de Frank Fort, Alemania, emigró junto a sus padres a Holanda en 1933 al comenzar las persecuciones nazis.

En 1934 inicia sus estudios en el kínder Montessori, entrando a la secundaria judía en 1941.

El Diario de Ana Frank fue encontrado en el escondite que habito por dos años entre 1942 y 1944.

Esta obra relata un estremecedor suceso de una niña que vivió, las persecuciones de pueblo judío, por estamentos de seguridad de Hitler, la S.S y la Gestapo.

Ana Frank nos cuenta en su diario sus vivencias en el escondite que habito entre 1942 y 1944, durante la Segunda Guerra Mundial.

Y finalmente llegue a la conclusión de esto:

Leyla Valente había sido egoísta y sin compasión con una recién nacida que dejo en brazos de su padre, se había internado en el porvenir de los sueños, ansiaba más y más, cuando ya no podía.

Lo sabía, porque su historial hablaba poco, pero, suficiente… sus sueños realmente se hicieron, pero, nunca prosperaron, a principios del 2001 había iniciado en un club de fotografía, donde le donaban cierta cantidad de dinero a cambio de recibir ellos una suma mayor, después de las fotografías que tomara, pero, eventualmente no recibió el dinero que debía y termino por endeudarse con ellos… consiguió un trabajo de tiempo completo en un bar, con el cal pago los mil trescientos dólares que le debía a la empresa, termino de pagarla a mediados del 2001, como en octubre o noviembre, solicito un préstamo de quinientos dólares, con la falsa ilusión de crear una empresa de line de ropa, cada mes de los finales del 2001 pedía quinientos dólares más, hasta que finalmente no dio fruto lo que pensaba hacer, pero, recolecto algo, casi un cuarto de lo que le debía al banco, nuevamente quedo endeudada, corrigió esa deuda en el año 2002 cuando vendió su equipo a una empresa de gráficos, la cual también la contrato, quedo en ese trabajo como secretaria, pero, renuncio en el año 2004 cuando se cansó de la rutina y volvió a recolectar dinero, esta vez con lo que había ahorrado, se propuso realizar diferentes viajas con lo único que tenía en manos, una cámara, dinero, ropa y un deseo de recorrer el mundo, tomar fotografías y luego exponerlas al mundo. En su viaje conoció a Lidia Martínez una mexicana-estadounidense de la misma edad que ella, tornaron su viaje entre dos y posteriormente abrieron una pequeña galería en Broadway en la que introdujeron y expusieron sus diferentes fotos, Lidia Martínez se enamoró, se casó, siendo Leyla su dama de honor, la hija menor de Lidia se encariño enseguida con su nuevo padre y con Leyla, siendo así, estable para ella.

Un pequeño anexo de lo que sucedió en la vida de ella, a diferencia de la vida de Alexa que solo se limitaba a su pequeño mundo, obstruía el curso de pensamientos de Alexa, cada vez que la llamaba, lo odiaba, odiaba que hiciera ello, odiaba que en su rostro se reflejara la desesperación de tan solo pensar que la chica estaba totalmente bloqueada.

Decía, que Alexa necesitaba abrir sus alas y experimentar que se había cansado de su madriguera de Jacksonville, era absurdo, Jacksonville era su vida, como el pequeño escondite de Ana Frank, solo que, a diferencia de Ana, ella lo hacía porque quería, no porque necesitaba.

Los murmullos estallaron en mis oídos, con las personas a mi alrededor, me alarme, porque sin darme cuenta había caído nuevamente en la fiesta con la masa de gente millonaria.

Cocteles, vasos de vidrio llamados: copas, vestidos elegantes, personas formales, exclusividad.

-Pero, ciertamente su prima es muy bella, ¿Por qué no heredar la empresa ella? –

Habían llamado mi atención un par muy inusual, James Wackendorf y Demons Lovegood, ambos con cierto humor sádico, eso lo sabía, concluía que ciertamente ambos tramaban algo.

-Alexa, no es capaz de controlar su propia vida, déjala hundirse sola, no hagas que concurra a esto mi tío-

Escupió sin pensar Demons, con cierto desdén.

Maldito, hipócrita.

-Yo la podría ayudar un poco-

Mascullo Wackendorf con cierta lujuria.

-La flor más bella es la que yace en la adversidad-

Recite tomando una copa de una bandeja y extendiéndoles a ellos a fin de brindar por mi comentario.

- ¿Es de algún famoso pensador? -

Cuestiono esta vez, Wackendorf.

-Es un simple pensamiento, James, solo eso-

Respondí.

-Clark, es una maravilla verte en este lugar-

Y cuando finalmente me dio la vista, me miro con repulsión.

-Lo mismo digo, Lovegood, en cierto grado, también me encanta estar aquí-

- ¿Algún motivo en especial? –

Cuestiono James, con complicidad.

Lo miré de reojo y fruncí mi ceño.

-He venido como colaborador en el futuro de la empresa Collins, mi suegro ha pedido que ayudase a Dante en esto-

- ¿Tienes novia, Clark? -

James casi estalla de risa en cuanto pronuncie esas palabras.

Me tenía hasta lo cojones.

-Su nombre es Alexa Collins-

Y en cuestiones de minuto su sonrisa se borró de su rostro, sus ojos quedaron estrellados en los míos, buscando algún tono de sarcasmo, pero, después de unos minutos, dos tragos de parte mía y un silencio indomable, comprendió que lo que decía era cierto.