Destiny of a witch

Amienemigas

-Oye en verdad lo lamento, no quería –dijo Diego sintiéndose mal por el comentario.

-Descuida –respiró hondo-, pero oye…podré no ser un Kanay pero me lei mucho los libros y si quieres puedo ayudarte con tus poderes –dijo más sonriente.

-¿En serio harías eso por mí?

-Claro, somos amigos ¿no?

El chico asintió y sonrió para luego despedirse de la chica que ya se iba a casa.

-Francisco ya llegué –dijo Alex al entrar a su casa-, oh que raro, de nuevo no estas –dijo con molestia y sarcasmo al ver una nota de su padre puesta en el comedor.

A la mañana siguiente, Morgan se encontraba en la oficina de la supervisora.

-¿qué es eso de “la elegida”? –preguntó Morgan con poco de torpeza.

-Es la bruja más poderosa de todas, asi como la líder de las brujas y de cualquier ser mágico en el reino de la magia –responde la mujer con irritación.

-¿y pretendes convertirte en ella? –Dijo con sarcasmo-, crei que habias dicho que se nace siendo la elegida no se hace.

-Sí, pero la única forma de hacerse es apoderándose de los poderes de la elegida, y eso es lo que haré –sonrió con maldad.

-¿y cómo pretendes encontrarla? Dijiste que llevas años buscándola y nada –respondió Morgan quien se encontraba aburrida por la plática.

-Pues según esto, la elegida o elegido, deberá ser alguien sumamente joven y con suerte inexperto, lo cual me hara mas fácil destruirlo –respiró hondo mientras se regocijaba de su plan.

-Sí, sí, sí, eso se oye increíble –Morgan reviró los ojos-, ¿pero eso que tiene que ver conmigo?

-Querida, tu eres el ultimo Kanay, y solo con tu ayuda llevaré a cabo mi plan…además es muy probable que esa brujita sea nada más ni nada menos que esa chiquilla que odias tanto.

-Alex Johansson ¿la bruja más poderosa? No es posible –la rubia estaba disgustada-, eso solo volvería más insoportable a esa obstinada chica –frunce los labios irritada.

-Supongo que entonces me apoyarás, ¿cierto Morgan?

-Con tal de darle su merecido –sonrió con maldad.

El resto de alumnos se encontraban en clase.

Alex y Jean tenían biología, juntas.

Jean se aclaró un poco la garganta al acercarse a Alex.

-¿te sucede algo? –pregunta sin mucho interés Alex.

-Ah…no –Jean no sabía cómo hablarle-, oye…vi que eres buena en biología…eso es genial.

-¿Gracias? –la chica respondía muy cortante.

-Oye intento ser amable ¿sabes? Y es de mala educación ser asi de cortante –le reclamó la rubia de ojos grandes.

-Oh lo siento… ¿le gustaría tomar asiento? ¿Quiere usted una taza de té su majestad? –Alex le respondió con una sonrisa y un tono de burla.

-Si…mejor no seas amable, es raro –Jean hace un gesto de disgusto ante la actitud de la otra chica.

Alex se sonríe ligeramente y revira los ojos.

-Siéntate si quieres, da igual –le respondió de mejor manera pero sin ser tan amigable.

≫ ¡Cielos Daniel! Esta chica es muy dificil≪

Pensó Jean mientras tomaba asiento a lado de la chica.

-Entonces…. ¿tú y Daniel? –preguntó Jean para hacer tema de conversacion.

-¿El chico trofeo y yo? –respondió con un gesto de confusión.

-¿chico trofeo? –Jean se rio- eres buena para los apodos, ¿tendrás uno para Morgan? –siguió riéndose.

-Señoritas ¿algo que quieran compartir en clase? –preguntó la profesora para regañarlas.

Las chicas negaron con la cabeza y un silencio.

El timbre para el almuerzo finalmente sonó y todos tomaron sus cosas para irse.

-¿Qué ya te vas? Crei que teníamos un momento –dijo con gracia Jean mientras salía atrás de Alex, quien volteó a verla con una sonrisa y siguió.

-Hey –dijo Diego al verlas-, ustedes dos juntas, eso es raro –se rio un poco.

-Sí, bueno…supongo que necesito amigas, pasar tiempo con ustedes es agotador –le respondió Jean mientras se encogía de hombros y reía-, como sea, ¿Qué son esos? –miró hacia sus manos que traían unos volantes.

-Son volantes, haremos pruebas para el equipo de natación.

-Oh ¿en serio? –respondió Jean con algo de nervios.

-Si…oh debo irme –dijo apresurado y luego se fue.

-¿Qué fue eso? –Preguntó Alex que había notado la actitud de Jean-, ¿quieres unirte?

-¿Qué? ¡No! Claro que no –dijo cabizbaja.

Alex la miró sin creerle.

-Bueno…si –terminó admitiendo la rubia-, es solo que, nunca ha habido chicas en el equipo, asi que… -frunció los labios.

-Es posible que teman que les patees el trasero –respondió Alex para luego irse.

Daniel estaba pegando las solicitudes para el equipo cuando se topa con Alex.

-Alex ¿podemos hablar? –el chico seguía sintiéndose mal por el día anterior.

-¿seguirás aquí hasta que me vaya? –Respondió de mala gana, el chico asintió-, bien ¿Qué quieres? –dijo mientras escribía algo en una hoja pegada en la pared.

-Lamento lo que dije ayer, no quise hacerte sentir mal –frunció los labios esperando una respuesta.

-Tranquilo, no es tan fácil hacerme sentir mal, necesitarás más que unas palabras para hacerlo –sonrió pícaramente.

-¿te estás apuntando para el equipo? –preguntó extrañado.

-¿Algún problema? –Lo miró atrevidamente y sonrió- No me digas que el chico trofeos tiene miedo de que una chica le patee el trasero –se ríe con descaro.

-No es eso, es solo que no sabía que nadaras –se encoge de hombros- además veo que no te apuntas sola, ¿Jean? –la miró sorprendido y con una sonrisa coqueta.

-Ah…si ella me pidió que la anotara, ¿no te molesta que las chicas se anoten? –miró al chico que negó con la cabeza.

-Claro que no, además es mi amiga, nunca evitaría que se anotará –respondió con dulzura.

-Bien –arrugó la nariz con una sonrisita y se dio la vuelta para irse.

-¿ya te vas? ¡Crei que teníamos un momento! –dijo el chico mientras Alex se alejaba.




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