Destiny of a witch

La elegida

-Daniel… te buscan –avisó su madre desde la entrada-, pasa, ha de estar en el garage si es que se le puede llamar así –se ríe ligeramente-, ¿cuál es el proyecto que dices que tienen?

-Es sobre… literatura –miente con nervios-, debe entregarse pronto así que acordamos vernos hoy.

Daniel sube a la entrada para ver a su visita, queda sorprendido al ver quien era.

-Bien… adelante siéntete como en tu casa Alex –la mujer se despide con un sonrisa.

Ambos chicos esperan a que la mujer se aleje.

-¿Qué haces aquí? –preguntó el chico cortante.

-¿Podemos hablar? Será un par de minutos, lo prometo –frunce sus labios con angustia.

El chico asiente y la guía hacia el garage, que parecía un centro social.

-Vaya… –comenta Alex al ver el lugar— es lindo…

-Mis hermanitos son muy… decorativos –contestó serio- ¿Qué querías decirme?

-Lamento lo que dije en la mañana en los lockers –frunció el ceño con tristeza-, lamento hacerte sentir mal, en serio.

-Hacen falta más que unas palabras para hacerme sentir mal ¿cierto? –contestó molesto y la chica solo apretó sus labios mirandolo cabizbaja- entiendo soy demandado…¿Cómo dijiste? Oh si, niño bueno, aburrido, en definitiva no soy tu tipo, me parece que ya me lo habías dicho antes ¿no?

-Yo no dije que fueras aburrido, y no me refería a… ¡vamos Daniel!, ¿enserio creíste que tu y yo…? –lo miró afligida- ¿ya viste mi cabello? –levanta mechones de él con sus manos- ¡cielos Daniel! Tu madre miró extraño el dibujo de mi brazo, somos totalmente distintos.

-¿no es real cierto?

-No… bueno –frunció los labios-, lo cubriré la próxima vez que tu madre me vea ¿de acuerdo? –reviró un poco los ojos.

-No me molesta que seas como eres, pero ¿Por qué no me dijiste lo que eras? ¿Por qué engañaste a Diego? Creí que eras diferente a Morgan, ella siempre mentía y creí que tu…

-Lo siento, en verdad y es lo único que diré –frunció sus labios mientras apretaba sus puños pegados a sus lados-, adiós Daniel –dijo fríamente e irse.

Daniel se quedó solo perdido en sus pensamientos.

-Hey… ¿ya se fue? –preguntó su madre al entrar al lugar—eso fue rápido, yo les traía unos bocadillos…¿te encuentras bien hijo? –se acercó al chico— dejame adivinar, es sobre una chica… una chica de cabello castaño con mechones morados y azules a los lados ¿cierto?

-¿es muy obvio? –Daniel alzó su mirada triste hacia su madre.

-Daniel si en verdad te importa, ve por la chica, sea lo que sea supongo que debe importarle mucho como para venir a hablarlo contigo y no dejar pasar el asunto, esas chicas son difíciles de encontrar –sonrió y le dio unas palmaditas suaves en su espalda.

El chico suspiró hondo y frunció el ceño.

Ya era el día del eclipse y los alumnos estaban llegando a la fiesta.

-Morgan debemos hablar –le dijo Daniel soltandose del brazo de la rubia.

-¿que pasa Dani? –lo miró nerviosa.

-Creo que debemos romper –dijo enseguida-, y esta vez será definitiva.

-¿No hablas en serio Daniel? –su tono de voz se empezaba a oir molesto-, crei que ya estabamos bien.

-Morgan…quisiera decir que si pero sabemos que no es asi, aún recuerdo cuando en el partido de basketball me lastimé y tu fuiste a ayudarme –sonrió con ternura-, pero es triste ver que esa chica buena y amigable que eras ya no esta más –terminó diciendo con dureza.

Morgan apretó sus dientes enojada, respiró hondo cuando el chico se fue.

-¿ángel? –preguntó con gracia Jean- de todos los disfraces que podrían haber, ¿escogiste precisamente un ángel?

-¿me queda no es así? –preguntó Alex con tono de burla.

-Seguro –respondió Jean siguiéndole la corriente—, pero dejando eso, hay algo importante que debes saber –frunció las labios mostrando seriedad—, la supervisora está convencida de que eres la elegida y planea algo terrible para hoy.

-Agradezco que quieras ayudar pero dudo mucho que yo sea “la elegida” –usó las comillas con sus dedos.

-Si yo también lo dudo, no te preocupes –dijo Morgan que se encontraba acechandolas-, pero no desaprovecharé la oportunidad de hacerte polvo –siguió hablando con molestia al mismo tiempo que se preparaba para lanzar un ataque.

-Hola elegida –la supervisora saludó con un tono malvado al igual que su sonrisa.

-Ve por Cussy –le dijo Alex en voz baja a Jean.

-¿la maestra de literatura? –Jean le preguntó sin entender la razón de la peticion.

-¡Solo ve por ella! –ordenó la castaña desesperada.

La rubia humana fue por la maestra bruja, mientras que alex lidiaba con la pelea.

-No te resistas –sugirió la pelirroja-, te prometo que no te dolera…demasiado –sonrió friamente.

Daniel y Diego se encontraban en la fiesta hablando sobre el asunto de Morgan.

-¿Por qué no me dijiste lo que sentías por Morgan? –Le preguntó Daniel- Sabia que te gustaba cuando teníamos 8, era algo obvio –se rio ligeramente-, crei que te dejo de gustar por eso luego empecé a salir con ella –continuó diciendo y frunció sus labios-, supongo que debi hablarlo contigo antes –se encogió de hombros cabizbajo.

-Yo sabía que Morgan quería salir contigo, asi que no dije nada –respondió Diego un poco abatido.

-Bueno, yo rompí con ella definitivamente, asi que si quieres intentar algo con ella, no tendré problema –sonrió.

Jean llegó a ellos corriendo.

-¿Han visto a Cussy? –preguntó alarmada.

-No, ¿Qué ocurre? Te ves como si alguien te quisiera atacar –comentó Diego-, ¿alguien te quiere atacar, cierto? –continuó diciendo asustado al ver la cara de la chica.

-La supervisora ¿no es asi? –preguntó Daniel con certeza.

La rubia asintió.

-Y no es solo eso, tienen a Alex –frunció el ceño preocupada.

-Bien, hay que ir a ayudarlas –ordenó Daniel-, pero debemos buscar tambien a Katie y Sophie, si Morgan está en esto, deberemos tener a alguien que nos ayudé con ella.




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