Destrucción y Caídas

Capítulo 7: Culpa y Decisión.

 Los días pasaban en Pelglis, Sniy cada vez era más responsable como ayudante del Líder de los Magos. Una semana después de que Sniy termino con su entrenamiento, se reunió con Galvan en el palacio. Le dijo que el treinta de agosto se irían de viaje a Ravenlyn. Que iba a hacer un viaje muy importante, por lo tanto, podía llevar a su madre. 

     Después de que le dieron la noticia, se fue a su casa corriendo, le quería decir a su madre que fuera a Ravenlyn con él. Al llegar a su casa grito «MADRE», y ella bajo rápidamente asustada.

     —¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué gritas?

     —Es que te quiero decir algo importante.

     —¿Qué es eso importante que me tienes que decir?

     —Iremos a un viaje importante a Ravenlyn —exclamo Sniy—. Y podrás conocer a los dos comandantes que me entrenaron.

     —Al parecer no recuerdas, pero te he dicho que ya conozco al comandante Banion y la comandante Cenlin —dijo Daily—. Tu padre también me llevo a Ravenlyn varias veces y los pude conocer. Incluso conozco las ciudades y a sus señores.

     —Pero esta vez iras conmigo y yo te los voy a presentar, aunque ya los conozcas —dijo Sniy con determinación—. Así que madre, iras conmigo a Ravenlyn en tres días.

 

     En Iris, el príncipe Haise hacia su maleta para el viaje, no faltaba mucho para que salieran de Iris. Adir fue a buscarlo a su habitación para que fuera a desayunar. Después de terminar de desayunar, subió al carruaje que lo esperaba junto a su madre, la reina Lafia. Adir y Falith iban al frente junto con Cotdin Zult, uno de los mejores costureros de Iris. Así mismo es uno de los comandantes del ejército iriseano. 

     Cuando llegaron a Aglar, Mithir fue elegido por la reina Lafia para que fuera con ellos al viaje. Midhir no le importo mucho en ir. Al final él quedaría como señor del reino hasta que la reina regresase.

      Tres días después. Al atardecer habían llegado a Pelglis. Inmediatamente, los magos subieron las cosas de los iriseanos a los barcos. 

     Todos comenzaban a subir a los dos barcos que irían al viaje. Yunt sería el capitán del barco principal y Sedna sería capitana del segundo barco. Donde Falith y Sniy tenían pensando ir. Sniy quería ir con su gran amiga Sedna. Después de las tantas veces que fueron a Ravenlyn a los entrenamientos de Sniy, establecieron una buena relación de amistad. 

     Así mismo, Adir quiso ir con ellos. Sedna no se opuso, pero Falith sí. La madre de Sniy, Daily, también iría con ellos. Al final Adir termino yendo con ellos. En todo el viaje, Falith y Sniy jugaron como si no hubiera un mañana. 

     Haise, por otro lado, parecía nervioso y con miedo. «¿Por qué estamos yendo a Ravenlyn?» pensó. 

     —Ojalá que el rey Lewis no me proponga de nuevo que haga el portal —dijo para sí mismo—. Estoy preparado para hacerlo, pero no lo estoy para dejar tras a las personas que amo. 

    —¿Con quién hablas Haise? —pregunto la reina que estaba cerca de la puerta. Miro toda la habitación y noto que nada más estaba Haise—. Estabas hablando solo, ¿verdad?

     Haise voltio hacia su madre. Posteriormente agachó la cabeza. No respondió. 

     La reina se acercó a su hijo, lo tomo de las mejillas.

     —¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué estás así?

     —¿Por qué vamos a Ravenlyn, madre?

     —No me respondas con preguntas —dijo la reina—, responde del porqué estás triste, desanimado. Si cuando salimos de Iris estabas feliz.

      —Hace dos años salimos de Ravenlyn porque me propusieron irme de aquí, de nuestro mundo, irme de tu lado. No quería irme y no quiero hacerlo. Quiero estar contigo madre —contesto Haise—. Y ahora regresamos al mismo lugar. ¿De qué se trata esto?, acaso me llevas para que me vuelvan a ofrecer hacer el portal e irme de aquí. ¿Ya no me quieres aquí?, después de todo lo que me dijiste el año pasado. Para eso querías que entrenara duro todos los días —Haise comenzaba a gritar, tenía una gran frustración. La reina solo miraba al príncipe. La reina se había quedado estática, no sabía qué responderle.

     La reina decidió salir, afuera pensaría las cosas.  Los días pasaron hasta llegar a Ravenlyn.  

     Miedo.

     Haise  comenzaba a tener miedo de lo que pudiera ocurrir estando nuevamente en el castillo de Ravenlyn. Se imaginaba cosas que no quería que pasaran. 

    Sniy, por otro lado, estaba feliz de estar con Falith. Su madre los veía y recordaba los momentos que pasaba con el padre de Sniy, el señor Ednus. Al quinto día de su salida, ya estaban en el puerto de Ravenlyn. Todos habian subido a los carruajes. Esta vez fue Cenlin quien le toco hacer la guardia. Banion estaba con la reina Lybeth preparando el tornero de cada tres años, donde se decidiría a los nuevos integrantes del ejército, en su mayoría eran jóvenes. El rey Lewis estaba de viaje, nadie sabía a donde había ido, pero lo que si sabían era que pronto llegaría. 

     La noche llegaba cuando ya estaban en la ciudad. Muchos comenzaban ver raro a los iriseanos. No los querían en el reino en los próximos días, se celebraría uno de los mejores torneos de todo el continente. Cuando llegaron al castillo, cenaron y durmieron. 




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