Destrucción y Caídas

Capítulo 10: Juramento, Haise.

Los días pasaban, Haise aún no había acostumbrado al nuevo hogar en el que vivía, cuatro días habían pasado desde aquel momento, cuando la culpa lo invadió e hizo que tomara una decisión. Un día del cual no quería recordar. En ocasiones salía a entrenar con Jolin. Aunque no lo hacía con las mismas ganas que en Celestil. Ver a Jolin le recordaba mucho a Cenlin, tenían un gran parecido. Ambas eran hermosas. Su cabello negro era precioso. Cada noche solía pensar en su madre, de cómo estaba, Adir y Falith. Las dos hermanas con las que más tiempo paso en Iris. A pesar de que las detestaba. 

      En la noche del quinto día desde que llego a Cyler, Hodens le pidió que fue al cuarto principal, donde él había llegado. 

      Dos días antes, conoció al hermano de Deror, Dengep. Le caía mal por la forma en la que se comportaba. 

      Cuando llego al cuarto principal, miro que ahí se encontraba Jolin, Deror y Balion. Entro y miro que aun lado, en el área de vigilancia estaba el rey Hodens. Se sentó junto a Jolin. Pregunto del porqué estaban ahí, pero nadie le respondió, solo le dijeron que se callara y esperara unos minutos.

       Pocos minutos después llego Dengep. Atrás de él venía Filin Dox y Furatt Vedin. Dos jefes de escuadrón de los escuadrones principales. Pasaron dos minutos más para que llegara Naire Cirla, la última jefa de escuadrón de los escuadrones principales.

       Hodens se acercó a la mesa, miro a todos. Luego se sentó:

       —Ahora que estamos todos, quiero presentarles a Haise Zaler —miró a Haise—, Filin, Furatt y Naire, él es un irinense, como lo fueron los que llagaron con Jolin y Balion. Los reuní aquí para que hagan un juramento. Uno del que espero que todos acepten, saben que yo nunca les exijo mucho, aquí es decisión de ustedes, si quieren hacerlo o no.

»—Jolin, Balion y Deror ya se los había comentado cuando él llegó —continuó—, quiero que juren proteger a Haise, como lo hicieron con los síes primeros que llegaron. Ahora Jolin y Balion les toca proteger a uno de los suyos, de su mundo. 

        —Has dicho que, si no queremos hacerlo, que no lo hagamos —dijo Dengep—. Yo no lo quiero hacer, así que me retiro.

         Antes de que Dengep se levantara, Furatt hablo…

         —Se me hacía raro que tardaras en decirlo. Como siempre no decides ayudar…

         —A ti que te importa, no eres más que la penúltima jefa de escuadrón de los escuadrones principales, no tienes ningún derecho a decirme lo que tenga que decidir.

         Todos en la habitación se quedaron en silencio. Deror solo miraba a su hermano. Dengep comenzó a caminar, hasta llegar a la puerta, su hermano le llamo:

          —Será mejor que regreses—la forma tan fría en como lo dijo hizo que todos se callaran y se quedaran quietos, hasta el mismo rey Hodens tuvo un poco de miedo—. Harás el juramento quieras o no.

         —¿Por qué lo debería hacer? —pregunto Dengep—Ni siquiera es alguien que me importe y tú no me darás órdenes.

          —Porque de él va a depender tu futuro —declaro Deror—, realmente definirá el de todos.

         A tal declaración, Hodens y Jolin se sorprendieron, ¿cómo sabía eso Deror?. Hodens se levantó rápidamente, se dirigió a la ventana. Jolin no entiende lo que hacía Hodens. Deror miro seria y fríamente a ambos. Luego analizo a Haise, el príncipe estaba asustado, ¿de qué hablaban y por qué él estaba involucrado?, otra vez. 

        —¿Mi futuro?, no digas estupideces —Dengep había reído tan fuerte que Hodens se molestó —, yo decido como será mi futuro.

        —Esta vez no será así Dengep, tienes que jurar protegerlo —dijo Hodens—, muy pronto tendremos varios problemas con los fastidiosos de los Hombres.

        —Problemas por culpa de estos seres que, no debimos aceptar en nuestro mundo —dijo Dengep.

       —¡Problemas que tú ocasionaste Dengep! —la voz de Deror era aterradora—, por tu culpa, estamos en problemas con los Hombres, si no fuera por tu maldita estupidez, nunca nos hubiéramos dividido.

        —Hice lo correcto para salvar a nuestra gente…

       —Iniciaste una guerra donde murieron muchos de nuestra raza —dijo Filin molesta.

       —Tú hiciste que ellos fueran superiores a nosotros, entregándoles todos los archivos sobre la magia y también dándoles las mejores armas —dijo Deror tranquilamente, mirando a su hermano.

        —Nos traicionaste, a pesar de eso no se te castigo. Lo peor es que formas parte del ejército…

        Antes de que Furatt continuara hablando. El rey Hodens la interrumpió. Vio en Dengep malas intenciones cuando Furatt había dicho que los había traicionado. 

        —Puedes retirarte —todos voltearon a ver a Hodens, estaban confundidos—. No importa si tú no haces el juramento. Mañana hablaremos en el campo de entrenamiento.

        Dengep salió. Segundos después, Hodens comenzó a decir varias palabras. Los demás iban repitiendo lo que el rey decía.

«Juro por los Portadores que protegeré al príncipe Haise de todo mal de aquí hasta que muera, de no ser así, moriré de una forma desastrosa»




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