Destrucción y Caídas

Capítulo 13: Ritual, Sniy.

Los días pasaban, Sniy volvió a su casa.  Muchos no podían creer que Daily había muerto. Otros iban a visitar a Sniy, le llevaban comida, algunos lo invitaban sus casas, pero él nunca salía de su casa. Entre ellos iban Galvan y Kilar, Falith y Midhir. 

        Galvan le decía a Sniy que fuera al palacio con él. Sniy solo se negaba, no quería dejar su casa, quería permanecer ahí para siempre. Falith incluso fue a vivir unas semanas con él. 

       En la mañana del tres de noviembre, Sniy bajo a desayunar como todos los días, Falith lo esperaba. Sniy tenía una cara horrible, había adelgazado. Eso a Falith no le gusto y trato de hacerlo feliz, en ocasiones le funcionaba, pero le duraba poco. 

      En esa mañana, Falith le hizo de desayuno huevo frito y tocino, con jugo de manzana. Algo que Sniy le comenzaba a gustar desayunar. Al ver a Falith, le regreso el brillo a Sniy, sonrió. «Es realmente muy hermosa» y lo era. Tenía puesto un vestido corto que le llegaba hasta las rodillas, de un azul claro con pequeñas flores de colores. El cabello negro lo tenía suelto, lucia como una reina. 

        —Eres tan hermosa, haces que me sienta feliz por momentos —Sniy miro a los ojos cafés de Falith—. Gracias por cuidarme estos días. 

         —No iba a dejar que un niño de trece años se quede solo en casa sin que nadie lo cuide —abrazo a Sniy para después besarle la mejilla—. Le prometí a tu madre que te iba a cuidar todos los días. Además, no te dejaría solo. 

         —Hoy... quiero ir a trabajar —Falith se había sorprendido por lo que dijo Sniy—, quiero distraerme un poco y siento que eso ayudara un poco. 

         —¿Trabajar? —Sniy asintió—. Mmm, muy bien, iré contigo. 

         Terminaron de desayunar. Sniy se puso una túnica azul oscuro que le gustaba mucho a Falith. Fueron al palacio en busca de Galvan, pero no lo encontraron. La señora Kilar se había alegrado de ver a Sniy, les invito a tomar el desayuno, pero no aceptaron. Falith pregunto por el señor Galvan, ella les dijo que se encontraba en los muelles. 

         Se dirigieron a los muelles. Algunos que los llegaban a ver, les gustaba ver de nuevo a Sniy fuera de su casa, un poco feliz. Volvía a ser el mismo niño de antes, decían algunos. Cuando llegaron a los muelles, vieron a Sedna hablando con el señor Galvan. Sniy corrió para abrazar a Sedna, ella hizo lo mismo cuando lo vio. 

         Cuando los cuatro estuvieron en el camarote del barco de Sedna, hablaron sobre que Sniy comenzaba a sentirse mejor y quería volver a trabajar, pero Galvan le dijo que aún no era el momento, que se tomara el resto del día y si era posible del año para relajarse, distraerse. 

         —Me gusta tenerte como Ayudante, haces las cosas más rápido y sabes lo que debes hacer —dijo Galvan—, a diferencia de Kilar y de Sedna, pero entre ellas dos me ayudan y lo hacen bien, no tanto como tú, pero mantienen todo en orden. 

          » Solo esta vez, después puedes regresar a trabajar. Me preocupa mucho tu salud, sé que Falith va a cuidar muy bien de ti. Incluso te doy permiso de ir a Iris con Falith, puedes quedarte un tiempo allá. 

          A Falith le había agradado la idea, a Sniy no tanto. Bajaron del barco y fueron a la casa de Sniy. Allí hablaron por varios minutos, Falith trataba de convencer a Sniy de ir a Iris. Él no quería ir, no quería dejar su casa. 

         —No quiero irme de aquí, amo estar aquí —explico Sniy—. El que tú estuvieras conmigo, hizo que quisiera estar en este lugar, en mi casa. Eres aquella luz que ilumina mi ser durante la oscuridad. 

        —Ay, eres tan adorable —Sniy sintió un fuerte abrazo y un beso en la mejilla—, como te quiero mi niño —Falith le dio un pequeño beso en la boca a Sniy—. Muy bien, nos quedaremos aquí, dejaremos que pase el evento de febrero y si es posible, podamos ir a Iris. 

        Falith pensó durante unos segundos lo que había dicho. Sniy la veía fijamente a los ojos. —¿Evento en febrero? ¿De qué hablas? —Falith ya no podía esconder nada. Sabía que fue un accidente, el decirle eso a Sniy, sentía culpa. 

       —Eh... Se supone que no tenía que decírtelo —Falith se sentó en frente de Sniy—. En febrero el señor Galvan va a organizar un evento especial. No sé de qué tratará ni porque hará el evento. ¿Qué? No me mires de esa manera, te digo la verdad. No sé qué se va a celebrar. 

       —Supongo que iré a preguntárselo —dijo Sniy, levantándose de la silla. 

       —Él ahora está ocupado, será mejor que le preguntes otro día —dijo Falith nerviosa. Sniy la volvió a mirar fijamente a los ojos—. Está bien, está bien, te lo diré. Será el veinte de febrero, de lo que se hará o se celebrará, no sé nada. Mejor no preguntes más y vayamos a divertirnos como antes. 

       Sniy no aparto su mirada, pocos segundos después solo asintió. Los dos salieron. Fueron a la playa del sur del reino, eran muy pocos los que iban allí. Durante los próximos tres meses, Sniy y Falith se dedicaban a ir de paseo, jugar. La mayor parte del tiempo estaban en casa de Sniy. Había días en los que Sniy iba a entrenar con Sedna. Durante los entrenamientos, Sniy cambio mucho, tanto física como mentalmente. Había crecido más de lo normal a su edad y ya tenía un cuerpo muy desarrollado. 

         Llegaba el día veinte de febrero, aún nadie sabía que era lo que se celebraba, pero ahí estaban todos. Todos se divertían, comían y bailaban. La música era hermosa. A veces cantaban los músicos de Ravenlyn o a veces los de Iris. Sniy estaba alegre ese día, con Falith a su lado. 




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