Capítulo 1

Suena el despertador, 6 de la mañana que divertido un nuevo día comienza, tal vez no esté tan mal, digo el año pasado me fue muy bien, de las mejores estudiantes de mi grupo y creo que les caí bien como para ser amigos… A quien engaño, no soy buena haciendo amigos, con suerte solo tengo comunicación con ellos solo para temas escolares. Durante todas las vacaciones no recibí ni un solo mensaje de mis compañeros, se nota que solo me encuentran interesante para sacar buenas notas y no para divertirse. Me vi todas sus fotos de sus vacaciones en Instagram y todos los estados en WhatsApp donde compartían como grupo.

¡Qué envidia! A veces me gustaría tener un grupo así, de verdaderos amigos para compartir, salir y divertirnos. Pero luego recuerdo que solo me utilizan y se me pasa… Como dicen por ahí mejor sola que mal acompañada. Aunque por suerte no estoy tan sola, tengo un par de amigos que han estado conmigo siempre para las buenas y las malas. Quizás son pocos pero más vale calidad que cantidad.

Este año me voy a proponer que será diferente, digo seguiré juiciosa con mis estudios pero intentare vivir un poco más la vida, tengo responsabilidades pero soy joven y estoy en mis mejores años, por querer disfrutar un poco mas no creo que pase nada malo, ¿cierto?

6:05 de la mañana vuelve a sonar el despertador, ¡ay cállate ya te oí! Lo único que no me gusta de la vuelta a clases es tener que levantarme tan temprano, es increíble pero parece que a las horas que hay que levantarse la cama se vuelve irresistible, y más aún cuando te acostaste tarde viendo un programa de televisión. Gran idea, ahora tu primer día en clases de nuevo estarás durmiéndote cada cinco minutos y con el rostro lleno de ojeras. Gracias al cielo que existen las bebidas energéticas y el maquillaje porque si no pobre de mí.

Veo el reloj y pienso no pasa nada si falto solo un día ¿no? A quien engaño no me gusta faltar a clase, después ando perdida en los temas y deberes, pero… ¿Y si duermo solo cinco minutos más? No pasara nada es que realmente quiero quedarme acostada un rato más, hace frio y la cama está muy calientita y cómoda, son solo cinco más… De repente “toc toc” tocan la puerta y es mi mamá.

•  Cariño es hora de levantarse, no se te olvide que hoy comienzas clases debes alistarte y bajar a comer — me dice con su dulce voz
•  ¡Mamá dame cinco minutos más! — Le digo entre quejidos
•  Cariño recuerda la última vez que te di cinco minutos más — me dice reprochándome

Bueno la verdad es que la última vez que pedí cinco más fueron en realidad una hora, y casi no me dejan entrar a la universidad

•  Está bien, está bien, ya te oí, me voy a levantar
•  Muy bien, te espero abajo con tu desayuno preferido — Me dice y se aleja de la puerta
•  Odio levantarme temprano — me digo a mi misma colocándome una almohada en la cara.

Acto seguido y justo cuando el sueño profundo me comenzaba a invadir, nuevamente suena el despertador a las 6:10. — ¡Ay ya cállate, ya voy, ya voy!­ — Digo fastidiada y levantándome de una vez por todas — De todas formas ya me iba a levantar — digo cruzando los brazos y dirigiéndome al baño.

Acostumbro a bañarme por las mañanas para despertar mi cuerpo y activarme, y por supuesto no puede faltar una buena música de acompañamiento. En ocasiones lo disfruto tanto que se me pasa el tiempo, pero como hoy tengo mucho que hacer soy más consciente y me ducho lo más rápido que puedo.

Mi verdadera tortura cuando estoy apurada es mi cabello, ¡Dios! Soy cabello rizado y no me mal interpreten amo mi cabello, pero parece que cuando estoy con el tiempo contado lo sabe, y me tardo más de lo normal para peinar esa fiera. Aunque al final no me quejo, lucir mis hermosos rizos me da tanta satisfacción que el tiempo invertido lo vale completamente.

Generalmente cuando voy a la facultad soy muy sencilla, unos jeans básicos con un top que le haga juego y unos tenis. Y en cuanto a maquillaje realmente con tapar mis ojeras me doy por bien servida. Agarro mi mochila con todas las cosas que necesitare en el día y me dirijo a la cocina, no es por alardear pero mi mama cocina tan rico que desde que comienzas a bajar las escaleras aunque no tengas hambre con el solo olor de la comida se abre el apetito.

•  ¡Buenos días! — digo apenas entro a la cocina
•  ¡Buenos días! — Me responde mi familia al mismo tiempo
•  ¿Cómo están los ánimos para volver a un nuevo año en la universidad? — Me dice mi papá con cara de optimismo.
•  Considerando que el solo hecho de levantarme tan temprano me estresa la existencia, se podría decir que muy bien — le respondo mientras me siento en la mesa con un poco de mal genio.
•  Mi niña siempre te ha costado trabajo levantarte temprano en cada vuelta a clase. Pero bien sabes que con el paso de los días te vas acostumbrando — Me dice mientras me toma de las manos y me da un beso y yo le sonrió asintiendo.

La verdad es que mis padres son muy amorosos conmigo y mis hermanos, siempre nos alientan y motivan con las mejores palabras. Soy la mayor de mis hermanos, básicamente su primer gran amor y orgullo. Ser la primera de tus hermanos tiene sus beneficios pero también conlleva a responsabilidades. Al ser la mayor tengo que darles un buen ejemplo a mis hermanos y muchas veces tengo que quedar al mando de la casa y de mis 3 hermanos, Lucas que está en el último año de preparatoria, Bianca que cursa 9no grado y Mauricio, el pequeño Mau que está en 3er grado.

Soy súper protectora con todos ellos, como si fuera su segunda madre, a veces se ponen como locos jugando y me desobedecen pero también me les uno en sus travesuras y disfrutamos un montón. Debo decir que mis padres hasta ahora han hecho un buen trabajo con cada uno de sus retoños.

Mamá nos sirve a todos el desayuno, hoy por ser vuelta a clases se esmera y nos hace el desayuno favorito a cada uno de sus bebes. El mío es sándwich de waffles con jamón y queso. Se me hace agua la boca de solo pensarlo.

•  ¡Mamá te quedo riquísimo muchas gracias! — Digo mientras devoro mi comida
•  De nada mi amor — me responde entre risitas — Todo sea por que comiencen el día con el pie derecho
•  Dani se va a atragantar — dice Mau mientras me mira sorprendido y todos reímos