Rosa Nelly llegó a su casa ubicada en una zona no tan exclusiva como la de su misterioso ex novio pero aun así bastante elegante, después de estacionarse bajó de su brillante auto rojo y entró a su casa, donde la esperaba ya su amiga Magdalena.
Rosa Nelly vivía con Magdalena desde hacía ya poco más de dos años. Magdalena tenía el cabello castaño oscuro y la piel morena, era un poco más robusta que Rosa Nelly pero sus cuerpos estaban igualmente bien torneados, su rostro era redondo y tenía grandes ojos color miel que junto con sus labios delgados le daban una belleza poco común entre las mujeres del país. Ambas se conocían desde que estudiaban y se habían graduado juntas apenas un año después que Valbert y Cristián. Los cuatro se habían conocido en la universidad y se habían hecho amigos rápidamente, solían salir casi siempre, pero a diferencia de Rosa Nelly y Cristián, Magdalena no era amiga de Valbert, de hecho fue la única que no aceptó pertenecer a la editorial Wings Génesis, ella no confiaba en Valbert, pues el hecho de que fuera tan silencioso y que no contara nada de su vida le parecía un mal augurio.
-Buenas tardes Rosita ¿qué tal estuvo tu día?
-Como siempre Maggi, nada nuevo ni interesante. No, corrijo, sí hay algo que contar.
-Pues cuéntame ya.
-Este viernes por la noche vamos a salir todos juntos.
-Aclárame quiénes somos “todos”, por favor.
-Pues ya sabes, los de siempre… tú, yo, Cris y por supuesto Valbert.
El rostro de Magdalena hizo una clara expresión de desagrado al escuchar el último nombre.
Rosa Nelly se dirigió a la cocina donde ya estaba preparada la comida de ese día. Magdalena había preparado un filete de pescado con especias y una ensalada fresca. Amabas se sentaron a la mesa y finalmente Magdalena comenzó a hablar.
-Sabes, me agradaba la idea de salir el viernes hasta que lo mencionaste a él.
-Sigo sin entender por qué no lo aceptas.
-¿Qué no es obvio? Nunca nos cuenta de su vida, rara vez lo puedes localizar fuera del trabajo, no conocemos a nadie de su familia u otros amigos fuera de nosotros. Lo que yo no entiendo es cómo pueden confiar en él tú y Cristián, más aún no entiendo tus locos deseos de volver a su lado.
-Pues tienes razón, pero creo que debe tener sus buenas razones para no hablar de su pasado, quizás fue muy doloroso y quizás le duela hablar de ello.
-¿Y por qué no nos cuenta tampoco de su presente?
-Tampoco tengo idea, es muy reservado y es posible que su mismo pasado lo haya marcado mucho y por ello ahora no quiera o no pueda confiar fácilmente en nadie.
-Sabes que eso es ridículo, la razón de que no hable es que oculta algo y sabes que sólo se esconde aquello que es incorrecto.
-Aún así, yo quiero desvelar todos esos secretos, creo que yo podría ayudarle a enfrentarse y vencer a los demonios de su pasado.
-Amiga mía, él no está interesado en enfrentar sus demonios y menos contigo, odio decírtelo, pero debes entenderlo. Además, si él hubiera querido ser sincero y contarte acerca de su pasado y sus demonios, lo habría hecho cuando estaban juntos.
-Tengo fe en que tarde o temprano Valbert me dirá la verdad y entonces, todo será diferente.
Magdalena suspiró y vio a su amiga con ojos llenos de una mezcla de ternura y lástima. Ella nunca había estado de acuerdo en que su mejor amiga fuera novia de Valbert y tenía la esperanza de que una vez que terminaran, Rosa Nelly se alejara de él, pero no había sido así, pues Rosa Nelly nunca dejó de amar a Valbert y siempre mantenía la esperanza de estar nuevamente con él.
Al acabar de comer y tras haber limpiado todo lo que se había utilizado para comer así como para preparar los alimentos, Magdalena miró a su amiga y lamentó un poco lo que iba a decir.
-Amiga, eres una pobre ilusa. Pero si tanto te importa creo que deberías tomar la ofensiva.
-¿A qué te refieres?
-Quiero decir, que por más que yo desapruebe tu interés en Valbert, deberías ir y buscarlo. Si sigues esperando que él te busque puede que nunca llegue ese día, así que ve y búscalo y enséñale que eres la mujer que él no merece, pero que estás dispuesta a darle una oportunidad.
-¿En serio crees que debería hacer eso?
-Rosita, hazlo ahora, antes de que cambie de opinión y te impida hacerlo.
Rosa Nelly lo meditó apenas un instante antes de sonreír como muestra de aprobación a la idea de su amiga. Rápidamente subió a su habitación y tras desnudarse por completo entró a la regadera y comenzó a ducharse, al mismo tiempo que pensaba en que podría estar haciendo Valbert en ese momento. Sabía a la perfección que sin importar que fuera lo que Valbert estuviera haciendo en ese momento, ella sería capaz de hacer que lo dejara y se preparara para pasar la noche con ella.