Desvanecer

17° CAPÍTULO

El domingo siguiente lo pasaron juntos recordando la sensación de tener una pareja, pues ambos habían estado solos durante mucho tiempo y era como si fuera a la primera vez que cualquiera de los dos tuviera una relación. Tanto él como ella se sentían como dos jóvenes adolescentes, nerviosos por la relación, pero igualmente felices y contentos de estar juntos. El día llegó a su fin con mucha tranquilidad mientras ambos se relajaban con una taza de té en el segundo piso de un café sobre una de las avenidas principales de la ciudad.

El lunes, como de costumbre, Valbert se levantó temprano y tras una taza de café salió rumbo a su trabajo. Ahí, la ausencia de Nelly lo hacía sentir triste, pero necesitaba seguir con su vida.

Al terminar su jornada laboral, Valbert se dirigió a visitar a Bernard, pues tenía demasiadas cosas de que hablar con él.

Su amigo seguía a un enfermo y en cama, tenía un semblante que Valbert realmente desconocía en él, se veía agotado y enfermo como si se tratara de un anciano que está a punto de morir. Pese a su avanzada edad, Bernard siempre se había mantenido en buena forma y con una salud verdaderamente envidiable, era como si los años no pesaran en él, pero ahora era una situación totalmente diferente, parecería como si todas las enfermedades que durante años no había padecido hubieran atacado de golpe.

Bernard recibió a su amigo con alegría, después de haberse ausentado todo el fin de semana, Bernard había llegado a pensar que una vez más Valbert había regresado a la rutina en la que sólo lo visitaba cuando era contratado y al terminar un trabajo como eliminador.

- ¿Cómo has estado joven amigo? –Preguntó con dificultad al hablar.

-Viejo amigo, han pasado tantas cosas que ciertamente no sé por dónde comenzar.

-Qué te parece si comienzas por el principio, ese siempre es un buen lugar para empezar.

-Bien, pues en ese caso creo que lo primero que he de contarte es que las cosas no estaban realmente resueltas entre Rosa Nelly y yo.

- ¿Qué ocurrió entre ustedes? –Preguntó intrigado Bernard.

-Ella se fue, no sé a dónde, pero dudo que pueda volver a verla.

-Lo lamento mucho, creo que eso no lo esperábamos. ¿Fue porque eres el Banisher?

-No, en realidad fue por Klaudia.

-Entiendo, pero creo que eso era lo mejor, ambos sufrirían mucho con una relación así, en especial ella.

-Aunque detesto admitirlo, es verdad. Ella merece a alguien que la sepa amar y a mi lado nunca podría encontrar lo que necesita.

- ¿Por qué no viniste a verme cuando ocurrió esto?

-Estaba en muy mal estado y la verdad no quería preocuparte ni darte más problemas de los que ya te he ocasionado.

-Sabes que hablar contigo nunca es un problema Valbert, pero en cualquier caso ¿qué fue lo que hiciste entonces si no viniste a verme?

Valbert comenzó a contarle todo lo que había ocurrido aquel día, todo lo que había pensado y en cómo se había sentido respecto a su pasado y a su presente, Bernard lo escuchaba y se entristeció con él ante la difícil situación en la que se veía.

-Hay algo importante que debo decirte ahora. -Comentó Valbert cuando acabó de hablar del asunto de Rosa Nelly.

- ¿De qué se trata?

-Esa noche y estando aún muy confundido Klaudia y yo nos besamos y, además, ahora somos pareja.

- ¿Qué acabas de decir? -El rostro de Bernard se llenó de sorpresa, así como de angustia y dijo con voz fuerte a la par que molesta. -Sabes perfectamente las implicaciones de esa relación ¿Cómo pudiste atreverte a hacer algo así?

-Ya lo sé Bernard, pero fue en una situación difícil.

-No importa en qué situación te encontraras, es seguro que ahora estás en una situación mucho más delicada Valbert. -Bernard se encontraba verdaderamente molesto ante la revelación, pero su enojo no era más que la forma en la que expresaba la preocupación que tenía por su amigo.

-Bernard, por favor escúchame, no me juzgues. En este momento lo último que necesito es que mi único amigo me reproche.

Bernard se tranquilizó un poco y se dispuso a escuchar a Valbert, quien comenzó a explicarle cómo habían ido surgiendo las cosas. Una vez más experimento una sensación similar a la de un adolescente quien explica a su padre las cosas, más, sin embargo, esta era una situación completamente nueva para Valbert, ya que su adolescencia había transcurrido de forma poco convencional y nunca había experimentado nada que se pareciera a la circunstancia actual.




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