Taehyung.
“Ya voy en camino, es que Rosie me hizo prometerle que la llevaría a tomar un helado luego de su clase de ballet, pero Jimin me ha salvado. Hay que darle algún regalo por su generosidad y bondad” decía el mensaje de Mery.
Sonreí y comencé a teclear una respuesta.
“Jiminie siempre quiere ayudar a todos. Tal vez si le consigues una manera de acercarse más a Farijh, se sienta feliz y agradecido contigo” envié, riendo un poco.
Sé que Jimin me matará si se entera que estoy tratando de conseguirle una cita con esa linda bailarina, pero no pude evitarlo. Desde el momento en que se conocieron, vi una chispa en ellos, algo que me hizo saber que Jimin había encontrado a su alma gemela, y por eso, quería ayudar a mi mejor amigo.
Dejé el celular a un lado de mí, recargando las palmas en la banca donde estaba sentado, alzando mi vista hacia las hermosas pinturas hechas por mi artista favorito: C&B. Este pintor era muy reconocido a nivel mundial, pero Corea siempre ha sido uno de sus sitios favoritos en el mundo, donde siempre abre una exposición cada inicio de mes, su constante fuente de inspiración.
Frente a mí, estaba un cuadro de un paisaje. Podría parecer algo simple, pero los colores, la textura de las pinceladas, los trazos que hizo para crearla, todo gritaba tantas emociones, tantos pensamientos, que me quedé embobado contemplándola. Era un lago tan azul, tan cristalino, que se reflejaba a la perfección el cielo, con todo y sus tonos rojizos y anaranjados.
Para mí, ese atardecer era el terminó de un día, pero al mismo tiempo, el inicio de uno completamente nuevo, puro, sin ninguna expectativa, un día completamente desconocido, que tenía muchas probabilidades de ser igual al anterior, llenó de fuego, de pasión y deseo, un día lleno de esperas silenciosas que esperaban con paciencia ser descubiertas.
Suspiré de manera soñadora, lo que siempre hago cuando contemplo trabajos así de hermosos, significativos y profundos. Acomodé la boina que traía, notando una silueta no muy lejos de mí. Al voltear bien, vi a Mery con su cámara, tomándome fotos desde no sé qué tiempo.
–Mery, ¿cuándo llegaste? –pregunté confundido, poniéndome de pie, agarrando mi celular.
–Hace unos tres minutos. No quise llamar tu atención, te veías tan tranquilo y concentrado… tuve que tomar una foto tuya para preservar el recuerdo –mencionó con una sonrisa.
–¿Sólo una? –cuestioné, acercándome a ella. Mery se encogió de hombros, pasando la correa de su cámara por su cuello.
–Una de veinte –dijo de manera simple. Sonreí por su contestación, rodeando sus hombros para abrazarla.
–Hola Princesa, te extrañé.
–Yo igual te extrañé –respondió, abrazándome por la cintura –. Entonces, ¿aquí vamos a tener nuestra primera cita? –preguntó, recargando su barbilla en mi pecho para verme.
–Sí, pensé que te gustaría ver algo de arte.
–Me encantaría. Muchas gracias.
–Gracias a ti por aceptar –agradecí, besando su nariz –. Vamos, tenemos mucho que ver, alquilé el lugar por unas cuantas horas –mencioné, separándome de Mery y tomando su mano.
Mery asintió y caminó conmigo, a mi lado, escuchando atentamente mi interpretación acerca de cada una de las pinturas que veíamos, creando nuevos recuerdos juntos, gozando de nuestra compañía mutua y llenando esta galería con nuestro amor.
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–¿Sabes que es lo que más me ha encantado de esta cita? –preguntó Mery, sentándose en la fuente del hermoso jardín que poseía la galería.
–¿Qué cosa? –pregunté curioso, sentándome a su lado.
–Ver ese precioso brillo en tus ojos cuando observas esas pinturas, le das un significado tan especial y bonito.
–Amo el arte Mery, en todas sus formas. Sé que a veces es imposible describir todos tus sentimientos en palabras, pero gracias al arte, pueden expresarse. La pintura, la escultura, la fotografía, el baile, el canto, la poesía, la escritura, todas esas y más forman parte de un hermoso legado llenó de tantas ideas, de tantas reflexiones –mencioné, sonriendo poco a poco.
» Mi modo de ver la vida es algo raro, pero gracias a los dones que se me dieron en estas artes, puedo transmitir el modo en que veo las cosas de una manera más fácil y más hermosa, puedo transmitir la belleza inesperada de una situación que aparenta ser cotidiana.