Detrás de Cámaras

Capítulo 35. Días oscuros.

Taehyung.

Las cosas no han salido tan bien, al menos, no como esperaba. Cuando llegamos al hospital, trasladaron de inmediato a Mery a urgencias, haciéndole los estudios necesarios, para conocer más acerca de su condición actual. Rosie y Anya también fueron ingresadas, pero esta última salió unas horas después, con unos vendajes en sus nudillos, una gasa en su ceja y algunos puntos en su labio.

Informamos a todos acerca de la situación, por lo que no tardaron en llegar al hospital, sólo que nos dividimos en dos, para cuidar de ambas hermanas, pues somos un grupo muy grande de personas. Ahora, estaba reunido con Kate, Jin, JungKook y Anya, que nos estaba contando todo lo que sabía, luego de darle su declaración a Hyung hace una hora y media. Estábamos en una especie de patio, para tener algo de privacidad y no incomodar a nadie en los pasillos.

–Aun no puedo creer como esa mujer pudo planear algo tan retorcido y cruel –soltó Kate, tomando la mano de Anya, que estaba sentada a su lado en la banca –. Debiste estar muy asustada.

–Sí, tenía algo de miedo, pero no podía dejarme dominar por él, tenía que asegurarme de que Rosie estaba bien, además, de tomar todos los detalles necesarios para decírselos a la policía –contestó Anya, haciendo una mueca de dolor.

–¿Tomaste los calmantes que te recetó el doctor? –le preguntó Jin con interés.

–No, y no quiero hacerlo. Mi cuerpo no reacciona muy bien con la medicina, y la verdad, no tengo ganas de estar indispuesta ahora.

–Pero sufriste varios golpes… –señalé preocupado. Ella sólo se alzó un poco de hombros.

–Ya lo sé, pero no quiero hacerlo, no hasta saber que Rosie y Meredith están bien.

–Ay, nena, eres tan terca –se quejó JungKook –. De verdad, no entiendo como logras meterte en tantos líos.

–Ni yo lo sé, pero veamos lo positivo de esto: Tenemos una gran y clara confesión de Jim Shi sobre ambos casos.

–Eso es verdad, pero fue bastante perturbador escucharla, esa mujer de verdad está muy trastornada de la mente –expuso Jin, estremeciéndose un poco.

–No sé si sea correcto expresarse de ese modo de ella, considerando las condiciones actuales en las que se encuentra –mencioné algo dudoso, pues era incómodo hablar de ese modo de ella ahora.

–Podría sonar algo grosero y malo, pero, ¿no es el pago que obtiene por todos los males que ocasionó? –sugirió Kate.

–Yo digo que merecía mas, pero me conformó con eso –dijo Anya, cruzándose un poco de brazos, haciendo otra mueca, al moverse tanto.

–Eso no nos toca decidirlo a nosotros, nena –le recordó JungKook.

–Ya lo sé peor no voy a fingir, que no pensé peores destinos para ella.

–Y con lo creativa e imaginativa que eres, no dudo en que algunos hayan sido muy locos –compartí, haciéndola reír un poco.

–Me reservó mi respuesta –fue todo lo que dijo, colocando una mano en sus labios –¡Mierda! Cada movimiento duele demasiado, es una sensación castrante… ¿Saben? Me rindo, tomaré esos calmantes, pero iré a casa para estar cómoda, por si me da algún mareo o demasiado sueño.

–No, nena. Vamos a la residencia, yo te cuidaré –aseguró JungKook.

–Sí, eso suena como buena idea –murmuró ella, levantándose con su ayuda –. Cualquier cambio, avisas a JungKook, por favor, de seguro yo voy a estar demasiado perdida para contestar.

–Claro, no te preocupes –respondí.

Ella asintió, se despidió de Kate y Jin, caminando a la salida con ayuda de JungKook, que rodeó su cintura con una mano, para ayudarla a caminar.

–De seguro ya no soportaba el dolor… por lo que nos dijo, no fueron muy amables con ella –suspiró Jin con pesar.

–Recibir una golpiza no es como recibir caricias –lo regañó Kate.

–No, Kate. Jin se refiere a otra cosa –aclaré, sentándome a su lado –. Anya es de las personas que soportan el dolor, no le gusta causar lastima en nadie. Nunca vas a escucharla quejarse de algún tipo de dolor, a menos que sea insoportable para ella misma.

–Anya es fuerte en todos los sentidos, ¿no?

–En la mayoría –aclaró Jin, pasando ambas manos por su cabello, alborotándolo un poco –. Es bastante difícil procesar todo lo que Anya nos ha dicho. ¿Pueden creer que ese tipo de personas existan?

–No, pero lo peor de todo, es que no te das cuenta de eso, hasta que es demasiado tarde –dijo Kate con pesar.

Resumiré rápidamente lo que Anya nos ha contado. Jim Shi envió a cuatro de sus hombres a su casa, aprovechando que había pocas personas ahí. Creemos que tenía una especie de vigía fuera de la casa, así supo que todos nos habíamos ido. Al parecer, no era parte del plan original llevarse a Anya, pero la sabandija de Thomas lo exigió, alegando que tenía “interesantes cosas que hacer con ella y Meredith”. Sólo de recordarlo, me dan ganas de ir a darle una golpiza hasta dejarlo sin cara, pero no es prioritario.

Anya mencionó que luego de ser llevadas a la cabaña, trató de no separarse de Rosie, pero fue inútil, así que memorizó el lugar por donde se la llevaron, para ir después por ella. Jim Shi pasó a hablar con ella, así que Anya fue lo suficientemente astuta para sacarle la mayoría de detalles de su plan, sin que se diese cuenta de su plan. Por una parte, agradezco que Anya se haya involucrado, pues su inteligencia y astucia lograron conseguir una confesión limpia de Jim Shi, pero odio el maltrato al que fue expuesta, y si tal vez Mery no hubiera ido, una posible tortura.




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