Detrás de la oscuridad

Capitulo 17 Mentiras

Beverly Calvert
— Anda vamos— dice y comienza abajar las escaleras. 
— Asi que Col— le digo yendo detrás de el— ¿Para que me querías aquí? 
— Creo que ya te he enseñado muy bien la defensa personal. 
— Eso creo. 
— Supongamos que si— dice con su encantadora sonrisa— Ahora te enseñare a mentir, pequeña Beverly. 
— No me llames pequeña. 
— Lo que la reina pida— dice y camina hacia la cocina— ¿Quieres algo de comer? 
— Seguro— digo y me siento en la isla que tienen— ¿Cómo haremos esto? 
— ¿La comida? 
— No, lo de enseñarme a mentir. 
— Toma— dice y me entrega un plato— Come. 
— ¿Cómo lo preparaste tan rápido?
— Tengo superpoderes— me contesta mirando hacia otro lado— ¿Sabes cuales algunas de las señales corporales del cuerpo al momento de mentir? 
— No— le respondo— ¿Por que debería saberlo? 
— Hacen muchos movimientos con el cuerpo— dice ignorando mi pregunta— algunas veces muerden sus labios, no te mira a los ojos o te mira fijamente, entran en nerviosismo, comienzan a reír, dudan mucho, se contradicen— continua diciendo de una forma muy lenta como si quisiera que las aprenda— Se ponen a la defensiva e insisten demasiado en que dicen la verdad.
— ¿Son todas? 
— No, pero comencemos con esas— me responde— ¿sabes como se cuando mientes?— me pregunta a lo que yo solo le respondo que no con la cabeza— porque cuando miente dudas, normalmente solo dudas por unos segundo pero aun asi lo haces. 
— Entonces ¿Cómo dejo de dudar? 
— Tienes que pensar muy rápido, no puedes tardan mucho en contestar porque en ese momento dudas, pero tampoco puedes contestar al instante porque parecería que tienes una respuesta preparada. 
— Okey. 
— Hazme una pregunta.
— ¿La que yo quiera?— le pregunto con posiblemente una sonrisa traviesa.
— La que quieras.
— ¿De dónde vienes?
— De un pueblo llamado Korc— me responde al instante.
— ¿Qué hacen en Leine?
— Vinimos a buscar a una persona muy pero muy especial.
— ¿La encontraron?
El deja de comer y me mira directamente a los ojos— Si— me responde— De hecho tuvimos mucha suerte— dice y hace una pausa— Porque también encontramos a otra persona.
— ¿Quiénes son las personas que encontraron?
— Una de ellas es un persona con la que no tienes algún tipo de relación, estoy seguro ni de que una mirada se han dado— Me responde regresando a comer.
— ¿La segunda?
Nuevamente me mira directamente a los ojos— Eres tú, Beverly— responde y a mí me recorre un escalofrío por la forma en que lo dijo.
— ¿En serio?
— Claro que no— me responde— Asi que dime, ¿en que momento mentí? 
Intento identificar las señales que el me dijo, pero no puedo, lo único que reconozco fue la mirada directa a los ojos y lo hizo cuando dijo que habían encontrado a otra persona y cuando dijo que era yo. 
— Ustedes no encontraron a otra persona y yo no soy la otra persona— le contesto muy segura. 
El no me responde al instante, solo me mira y unos segundos después se le forma una sonrisa en el rostro— No acertaste— me responde— Pero casi te acercas. 
— ¿Me dirás cuales eran mentira? 
— No, créeme que tu lo vas a descubrir con el tiempo. 
— ¿Esta será toda la lección de hoy? 
— No has comido— me dice ignorando mi pregunta. 
— Ya no tengo hambre. 
— ¿Te siguen drogando?— me pregunta y por la expresión en su rostro se que ya es un momento muy serio. 
— No. 
— Las pastillitas que mami te da— comienza a decir y evito no reír por su tono de voz— Tiene unos efectos que son fáciles de identificar— continua haciendo una pequeña pausa— Te quitan el apetito, note que desde que nos conocemos muy rara vez comes bien. 
— Es que no tengo hambre. 
— Por las pastillitas— me dice— Una vez dejándolas de tomar veras que las cosas son muy diferentes. 
— ¿Cómo que cosas? 
— Puede ser la comida, los lugares e incluso las personas. Puede que tu comida favorita la que tanto amabas al dejar de tomar las pastillas la puedes odiar, puede que el lugar que veas como el mas hermoso después te des cuenta que no lo era, puede que la persona que pensabas que era todo un amor realmente es una mierda. 
— ¿Veo las cosas diferentes por las pastillas? 
— Si, también dejas de tener pensamientos propios, los demás te comienza a dominar y tu no te das cuenta, tu piensas que es normal. 
— ¿Me estuvieron drogando toda mi vida? 
— Si.
— Y yo toda una estúpida al no darme cuenta. 
— Si, pero es casi imposible darte cuenta. 
— Entonces si vuelve a pasar, ¿no me podre dar cuenta? 
— Tal vez si— me responde— Se podría decir que las pastillas forman otra tu, se comienza una pelea entre tu yo real y tu yo drogado, comienzas a pensar cosas que son muy coherentes pero una parte de ti dice que es una estupidez— dice y hace una pequeña pausa— Debes de aprender muy bien lo que te estoy diciendo, Beverly, porque tendrás que saber cuando te droguen. 
— No estamos seguros de que va a pasar. 
— Oh créeme de que volverá a pasar— me dice muy seguro. 
— ¿Y que hago cuando pasa? 
— Tendrás que venir a mi para poder ayudarte. 
— ¿por que me ayudas tanto? no me conoces pero aun así estas aquí ayudándome. 
— Es que tu eres muy especial— me responde— Y eres una persona hundida en un mundo de mentiras, simplemente quiero sacarte de ese mundo y espero que en un futuro tu me logres ayudar en algo. 
 



#5445 en Thriller
#3067 en Misterio

En el texto hay: misterio, asesinos, reinado

Editado: 07.03.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.