Beverly Calvert
Estaba caminando hacia la escuela completamente sola, últimamente Mateo dice que tiene cosas que hacer por lo que casi nunca está conmigo; y eso no es algo que me moleste.
No he sabido nada de Col ni de los chicos desde que se fueron, he estado visitando su casa intento abrir las puertas de los cuartos paro es imposible, al único cuarto al que he podido entrar es al de Col y en ese ya busque hasta abajo de la alfombra y nada; aunque realmente no se que es lo que estoy buscando y tampoco sé si debería de buscarlo.
Desde que se fueron me he sentido muy sola, no estábamos todo el tiempo juntos pero yo sabía que ellos estaban ahí y ahora no se en donde es que están y tampoco sé si volverán.
Al llegar a la escuela hago todo para evitar a mi grupo de amigos y me voy directamente a mi salón de clases, últimamente se me hace insoportable mi grupo de amigos y cualquier otra persona se me hace insoportable de hecho.
Al igual que siempre las clases comenzaron y al igual que los últimos meses he estado entendiendo a la perfección todo lo que dice, no se antes parecía que todo muy complicado.
Las horas pasaron y pasaron hasta que las clases terminaron y yo regrese a mi casa, mi madre tampoco ha estado pegada a mi como siempre, de hecho me he sentido con mas libertad, tal vez recapacito sobre lo estúpida que ha estado siendo.
Comienzo ha hacer mis tareas y ha entretenerme en otras cosas hasta que llega la noche y me quedo dormida.
— Despierta— me dice una voz la cual conozco perfectamente— ¡Que despiertes!— me grita y siento un golpe en la cara.
— ¿Qué pasa?— le pregunto mientras abro los ojos.
— Nos vamos— dice demandante.
— ¿Que? ¿A donde?— le pregunto levantándome de la cama.
— No importa a donde, nos vamos Beverly— dice y me comienza a jalar para que camine.
— Mateo— le llamo para que se detenga— Mateo.
— ¿Que?— pregunta sin detenerse.
— Espérate, no me puedo ir contigo.
— No me importa— dice y se detiene enfrente de su carro— Súbete— Ordena.
— No— digo segura, el me toma de la cabeza y me mete al coche— Déjame ir— le digo intentando salir del coche pero el no me deja.
— Estate en paz, Beverly— dice y comienza a conducir.
— Mateo, ¿a donde vamos?
— Vamos a que me digas la verdad— dice y me recorre un escalofrió.
No vuelvo a decir nada y comienzo a buscar alguna forma para salir del carro pero al darme cuenta de que no podre me aseguro de tener la navaja que Col me dio, en un punto del camino Mateo detiene el carro y hace que baje de este llevándome a la que parece una bodega.
— Basta Mateo— le digo y el me avienta haciendo que caiga al piso, intento levantarme pero el lo evita— ¿Qué pasa?
— Dime la verdad—
— ¿De que hablas?
— Recuerdas todo ¿Cierto?
— No te entiendo ¿Qué recuerdo?
— Tu verdadera vida— dice— Estamos seguros que desde que ellos aparecieron tu comenzaste a recordar todo, pero aun no lo podemos confirmarlo, así que dime ¿lo recuerdas?
¿Estamos? el y alguien mas— No— Respondo segura— No se de que vida me hablas, ni de quienes estas hablando.
— Vamos, Beverly, tan solo dilo y prometo no hacerte nada.
— Tu no me harás nada y yo no se nada.
— ¿Te crees muy valiente? Se que ellos te han estado enseñando algunas cosas pero realmente no sabes nada de este mundo— dice y me suelta un golpe— Mira como estas terminando, tu que te creías todo estas aquí a mis pies— dice y comienza a golpearme sin oportunidad de que yo haga algo.
Golpe tras golpe, sin detenerse, sin compasión, con tan solo odio y coraje— ¿Vas a hablar?— pregunta y yo sigo callada así que comienza de nuevo y así sigue hasta que siento las heridas arder y la sangre salir.
— Tu no vales nada, Beverly, ¿Cuándo lo vas a entender?— dice mientras siguen los golpes.
— ¡Erly!— escucho la voz de Col a lo lejos o tal vez ya estoy alucinando— ¡Muévanse y sáquenla de ahí!
— Vaya, tus salvadores ya llegaron pero tal vez llegaron un poco tarde— dice Mateo sin detenerse— ¿Qué se siente?— pregunta— Haber nacido para dominar y ahora estar como una basura en el piso— Finaliza, los golpes se detienen y el se aleja.
Siento cada una de las heridas, siento el dolor, siento la sangre dejando mi cuerpo y de pronto nada.
— Dime tu, ¿Qué se siente?— le pregunto levantándome del piso y sacando la navaja que tenia en el tobillo— ¿Qué se siente haber sido un estúpido fallo?— pregunto mientras camino y el solo se queda estático mirándome— Tu no vales nada y jamás lo vas a valer— finalizo y le clavo la naja en la tráquea, el al instante cae al piso y yo solo observo como la sangre sale.
— Nisha— dicen a mis espaldas, cuando me doy la vuelta veo el impacto en el rostro de Collen, Lesley, Faith, Danièll y Eleanor; cuando por fin reaccionan Collen se arrodilla antes mi y los demás copean su acción— La reina a regresado— dice y a mi solo se me forma una sonrisa.
Editado: 07.03.2022