Detrás de la oscuridad

Capítulo 31 Desapercibido

Beverly Calvert

Me cambio de ropa y me recuesto en mi cama.

Necesitas un plan Beverly.

No te puedes arriesgar, ellos son mejores que tu en todo esto. Llevan años y tu tan solo unos meses.

Ha ellos no les importo Lea, la dejaron muriéndose ahí y fingieron que nada pasaba.

Recuerdo que Aít me dijo que ellos nunca se traicionan porque son familia ¿Qué fue lo que Lea hizo para que la dejaran así?

¿Me harán lo mismo a mí? Yo no soy su amiga ni su familia, tal vez me hagan algo, pero.

Tengo que actuar rápido, primero los tengo que alejar a ellos para poder buscar a Nisha y tener control de ella.

¿Cómo los alejo?

— Hija— escucho a mi madre acercarse a mi cuarto por lo que automáticamente finjo estar durmiendo— Despierta— se sienta en la orilla de la cama y abro los ojos fingiendo sueño.

— ¿Qué pasa?

— ¿Cenaste? — niego— Baja, cenaremos juntas.

— Madre son las 2 de la mañana, ya no creo que sea hora para cenar.

— Te estoy diciendo que bajes.

No vuelvo a negar, la sigo hasta el piso de abajo y me siento en el comedor mientras ella sirve comida la cual no se ve muy apetitosa.

—Me dejaste muy mal el día de hoy, Beverly— me quedo callada— Incluso toda la familia Órbon fue, pero mi hija no lo hizo.

— ¿Toda la familia Órbon fue? — asiente— ¿Incluso los padres?

— Por supuesto que sus padres fueron, unas personas muy amables y con un increíble carisma.

¿De donde sacaron personas dispuestas a fingir ser sus padres?

— ¿Los cinco chicos fueron?

— No, la hermana menor no fue. Dijeron que salió del país por un familiar y que regresaría pronto— malditos mentirosos— Pero mi hija no pudo ir y me dejo sola el día de hoy. Al menos Mateo estuvo un tiempo conmigo.

— ¿Se molesto por que no fui?

— ¡Por supuesto que se molestó, Beverly! — grita— Tu deber como su mujer era que estuvieras a su lado— su mujer, soy la mujer de Mateo— Pero le dije que aun te sentías un poco mal y supongo que lo comprendido.

— Okey.  

— ¿Por qué cambiaste tanto, Beverly? — la miro— Hace unos meses eras una chica buena que acataba las ordenes que le daba, una chica que estaba dispuesta a hacer lo que Mateo dijera.

— No he cambiado, madre— intento sonar sincera— Solo tuve un pequeño momento en el que me perdí, pero no te preocupes que a partir de ahora volveré a ser la misma chica de siempre.

— Espero que si, porque no te quiero hacer daño, Beverly— me quedo callada— Ahora vete a dormir que ya es tarde.

Me levanto del comedor, pero antes de subir las escaleras me acerco a ella y le doy un abrazo.

—Buenas noches madre— subo a mi cuarto y me vuelvo a acostar en mi cama.

Los voy a destruir, se los aseguro.

A la mañana siguiente me preparo para la escuela al igual que todos los días, intento no hacer algo raro para no llamar la atención, pero me doy cuenta que si voy a la escuela no me dará tiempo de hacer mi plan. Así que al llegar cuando ya todos estaban en sus respectivos salones fui a la sala en donde están todos los químicos y si; estaba abierta ya que somos muy obedientes y nadie se puede acercar aquí.

No se que es lo que estoy haciendo, pero termino tirando algunas botellas y después le tiro el encendedor provocando un fuego muy poco controlado. Tal vez debí saber que era lo que estaba tirando.

Me voy corriendo hacia los baños los cuales afortunadamente están vacíos y salgo cuando comienzo a escuchar los gritos.

Intento incluirme entre la gente que sale corriendo de la escuela y cuando ya estoy afuera intento verme asustada o preocupada.

No los encuentro, pero se que me están viendo, se que me vigilan así que actuó como todo lo están haciendo. Me voy lo mas discretamente posible que puedo y cuando me aseguro que estoy sola, no se mucho sobre pasar desapercibido, pero se que una de las cosas que me caracterizan es mi cabello así que intento esconderlo con una gorra, me pongo un abrigo negro y comienzo a caminar con dirección a la comisaria.

Al llegar intento pasar desapercibido hasta que llego a un escritorio vacío y dejo la carta que escribí hoy por la mañana, después salgo y regreso a la escuela, pero antes de llegar obviamente me quito la gorra y el abrigo.

Cuando llego me doy cuenta que ya lograron apagar el fuego, tampoco fue para tanto.

Por obvias razones deciden cancelar las clases hoy hasta que se arregle esa zona de la escuela, el estudio es lo ultimo que me importa hoy.

Regreso a mi casa y mi madre no estas así que subo directamente a mi habitación. Aun tengo todas las cortinas cerradas. Me quedo sentada en mi cama esperando.

Este lugar podrá ser muy tranquilo, pero cuando alguna situación como esta se presenta las personas se mueven rápido. Obviamente esto nunca había pasado, los problemas que han llegado a haber son menores, por eso es que esta vez tres patrullas y un montón de personas llegan a la casa de los Órbon para arrestarlos a todos y revisar la casa.

Beverly: 1— Órbon: 0



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En el texto hay: misterio, asesinos, reinado

Editado: 07.03.2022

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